XIX

778 62 65
                                    

Elisa's pov

Llegamos a casa de los Pérez Rueda, su madre me sonrió y me besó la mejilla. Su padre me estrechó la mano con cariño.

— ¿Cómo estás cariño? No te veíamos en un tiempo —mencionó su madre, sonreí
— Sí, bueno... La escuela, las cosas de casa. Mis padres están en la ciudad así que he estado con ellos y con mi hermano. —respondí
— Oh, que bueno linda, tenías mucho sin verlos —asentí.
— bueno, madre —Pablo puso su mano en mi cintura— vayamos dentro, porque Elisa y yo iremos al cine —lo miré extrañada— bueno, olvidé decírtelo —reí

Entramos en casa y fuimos hasta el comedor. La casa de Pablo era muy bonita... Pero yo no podía dejar de pensar en que estaba ocupando un lugar que no me pertenecía.



— Tengan cuidado —dijo su madre
— Sí, la cuidaré mamá —respondió Pablo y cerró mi puerta. Subió a su lado y avanzó.

No podía evitar mirarlo, se concentraba demasiado cuando conducía.

— ¿Por qué decidiste que íbamos a salir juntos? —pregunté, estacionó en coche y me miró.
— Itziar me mandó al carajo —suspiró, lo miré sorprendida— dijo que ella no quería ser tu sombra, y que a menos que fuese honesto podría ella estar conmigo... —miré la ventana
— Jo, pues nos ha cargado un poco nuestro plan eh —alzó la ceja— porque a mí Ginés me mandó a la mierda cuando me vio contigo —pasé saliva, Pablo me atrajo con sus brazos hasta su pecho suspiré
— La vida no es como pensamos que sería —negué— bueno, pensé que quizás... No estaría tan mal que estemos tu y yo juntos —me separé— si después de todo será eso o fingir toda la vida... —sonaba razonable, pero no podía ser así.
— Pablo... —acaricié su mejilla— podríamos hacerlo, podríamos salir en serio. Eres un chico encantador, estoy segura que mi madre sería feliz —sonrió, suspiré— pero no seríamos felices. Porque tú no estás enamorado de mi, y yo no estoy enamorada de ti —negué— y sabes que... —sonreí— recupérala, ve a por Itziar, sé honesto con ella y sé honesto con tus padres...
— Tienes razón —sonrió— pero entonces tú también ve a por Ginés...
— No, lo mío está arruinado, Ginés y yo no estaremos juntos nunca, porque él no me va a creer que yo y tú no tenemos nada...
— yo digo, que lo hará —lo miré con la ceja alzada— porque iré yo mismo a decírselo —abrí mi boca— este sábado iremos juntos y yo le diré que entre tú y yo no hay nada más que amistad —lo abracé— verás que serás tan feliz como yo
— eso espero Pablo, en verdad —suspiré

En verdad lo esperaba



Desabrido's pov

Manel y yo nos habíamos quedado solos después de llevar a Sibel y a Javier a su casa.

Ahora se suponía que debía llevarlo a casa. Pero por alguna razón, solo quería decirle que sabía lo que él sentía por mi.

— Ginés, ¿Podemos hablar? —dijo él desde el asiento de copiloto. Asentí y detuve en auto.
— ¿Sobre qué? —lo miré, sonrió
— Escucha... —suspiró— no quiero hacerte sentir incómodo, ni quiero que te alejes... Ni te estoy condicionando a nada —sonreí— Ginés tú... —parecia nervioso— tú... A mí...

Lo detuve con cariño poniendo mis labios sobre los suyos. Mi mano se posó sobre su mejilla, se sentía bien.

Dentro de mí sentía una emoción inexplicable, algo que era simplemente inefable.

Me separé, sonreí y lo miré directo a los ojos

— a mi también me gustas —susurré— eres el mejor chico que he conocido. El más lindo de todos, con el que me he sentido con tanta confianza que sé que puedo abrirme con los demás... —sonrió
— Ginés, tú me hiciste dudar de mi, me hiciste darme cuenta de lo que soy realmente. Me liberaste —murmuró— jamás pensé que encontraría mi otra mitad y es que siento que contigo por fin la tengo... Eres lo que buscaba —sonreí ampliamente.
— Gracias Manel —lo besé de nuevo, esta vez sentía algo diferente. Sentía que estaba listo para decirle a todos que era bisexual... Y que no tenía miedo de nada porque lo tenía a él.



Elisa's pov

Llegué a casa luego de salir con Pablo, las luces estaban apagadas y todo estaba obscuro.

Encendí la luz, y miré que sobre la barra había una nota.

" Queridos Elisa y Ginés, hemos tenido que irnos a Londres de nuevo. Volveremos a penas nos desocupemos, y estaremos tiempo con ustedes. Los queremos mamá y papá"

Suspiré, esto ya era costumbre.

Me senté en el sillón y me puse a ver una serie.

Tenía tarea, pero no quería hacerla. No tenía ganas.

Quizás era que no podía dejar de pensar en que quizás iba a tener a Ginés de nuevo. Pero... ¿Y si no me creía? ¿Y si me odiaba más? ¿Y si simplemente no quería volver a dónde estábamos?

Esos pensamientos me volvían loca, no dejaba de pensar en ellos. Estaba mal que lo hiciera, porque solo me lastimaba.

La puerta se abrió, miré a Ginés entrar sonriente y arrojarse a mi lado. Sonreí y le acaricié el cabello.

— ¿Por qué tan feliz? —pregunté despacio, recargó su cabeza en mi regazo
— Manel y yo hemos iniciado una relación —era imposible no sentirme feliz con eso. Lo miré— nos besamos, y bueno... Le diré a mis padres hoy —sonrió de lado a lado
— han ido a Londres, pero imagino que no tardarán en volver... —alcé los hombros— estoy muy feliz por ti, Gin... En verdad —le besé la mejilla y sonreí
— salgamos a cenar, o bailemos, hagamos algo para subirte el ánimo. Venga —se levantó y encendió la música del estéreo. Sonreí un poco.

Mi padre había estado escuchando música, y ahora sonaba una balada clásica como las que le gustaba escuchar.

Gin se acercó y me dió la mano, puso su otra mano en mi cintura y yo puse la mía en su hombro.

Bailamos lento al compás de la pista, recargué mi cabeza en su hombro y suspiré.

— serás feliz.. —murmuró
— no lo c... —en ese momento mi teléfono comenzó a sonar. Me separé de Ginés y tomé mi celular en manos.

Era un número desconocido, así que solo conteste.

— Buenas noches, ¿Quién habla? —pregunté
— ¿Señorita Rumicche Maciá? —preguntó la amable voz del otro lado
— Así es, ¿Pasa algo? —Gin me miraba intrigado
— El joven Miñano Bernabéu Ginés ha Sido internado en el hospital local San Alfonso hace aproximadamente 20 minutos. Hemos llamado a sus otros contactos de emergencia pero no han respondido, usted es la tercera en esta lista. —mi cerebro se había detenido por completo— ¿Podría venir al hospital? Necesitamos algunos datos y demás cosas —las lágrimas cayeron sin más
— No tardo —colgué y corrí al auto sin decir nada, Gin corrió detrás y subió en el lado del piloto. Lo miré asustada

— Tranquila, yo conduzco, ¿a dónde? —me dió la mano
— Hospital San Alfonso —asintió y encendió el auto. Yo solo seguí llorando.

Dʀᴜɢs ~ Zᴀsᴋᴏ (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora