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Zasko's pov

No había aceptado la beca, tampoco la había rechazado.

Le dije a la directora que iba a pensarlo, aunque tanto ella como la maestra me dejaron bien claro que se trataba de mi futuro y que debía pensarlo bien.

Después de eso, no había podido ir a casa. Porque sabía que ella iba estar ahí y los días a su lado eran muy difíciles.

Así que me había ido a un bar cercano, y había bebido toda la noche hasta que me olvidé por completo de todo. Cuando sentí que era tarde volví a casa en un taxi.

Al llegar estaba ella con su hermano, ambos en el balcón. No sé en qué momento hemos terminado ambos acostados, mirando al techo. Su cabeza descansaba en mi pecho, y podía sentir su respiración lenta y relajada.

— Me voy a Alemania, Elisa —solté, esperaba que ella dijese algo, lo que fuese. Sin embargo no lo hizo.

Me giré para verla a la cara, estaba dormida. Me levanté y salí del cuarto.

Ginés ya no estaba en el balcón, y tampoco la botella de Whisky. Me senté en el sillón y con las manos en el cabello me deje llevar por la presión que me consumía y lloré.

Lloré hasta que me cansé y me dormí...



Elisa's pov

Habían pasado 5 días, 5 días largos en los que no podía ver a Ginés a los ojos. Me costaba mucho trabajo verlo y pensar que lo dejaría.

Él tampoco me miraba, de hecho... Últimamente estaba muy ausente. Casi no estaba en casa, y cuando llegaba dormía en su propia habitación.

Mi padre me había estado llamando, pero no quería hablar con él, quería verlo, era lo que quería.

Me puse el cigarrillo en la boca y fumé. Una vez dije que jamás lo haría, pero yo no tenía mi puta idea de que un día iba a tener este nivel de presión.

Subí a mi auto, condujé hasta mi vieja casa y me estacioné al llegar. No avisé que venía, ahora que mi madre no estaba no sentia necesario hacerlo.

Me bajé del coche y caminé hasta la puerta, timbré y esperé.

— mi niña —abrió mi padre, estaba un poco desalineado. Al menos teniendo en cuenta que siempre iba de traje.

Tenía los ojos un poco inflamados, la nariz roja y llevaba una camiseta blanca.

Sonreí un poco y lo abracé, sus manos me reconfortaron de una manera impresionante.

— ¿Con has estado? —pregunté— Ginés me contó lo que pasó.
— Bien... Bueno, es difícil. Compartí con ella muchos años —alzó los hombros— ven, tu hermano está adentro —entré.

Caminamos juntos hasta la sala donde estaban Ginés y Manel.

— Hey, ¿Cómo vas? —preguntó Manel, suspiré
— Mal, no sé qué hacer con Ginés. Creo que... Voy a decírselo —sonreí un poco.

Tenía miedo, mucho miedo. Pero había pensado en que ya solo me quedaban 5 días para decírselo.

Lo mejor sería que disfrutará de estos momentos felices, porque podía ser que no hubiese mas después de esta noche.



Zasko's pov

Volví a casa después de aceptar la beca. Había firmado todo y me habían aclarado que el vuelo salía el sábado por la mañana.

Le había contado a la maestra que no quería dejar a Elisa, y le pedí consejos. Ella sonrió un poco y me dijo que entendía que el amor a esta edad parecía serlo todo. Pero que debía pensar en el futuro.

Me aconsejó que lo mejor sería terminar las cosas con ella, aunque no teníamos nada. Y definitivamente era lo que tenía más sentido.

Así que ahora solo estaba esperando que ella llegara a casa para hablarle. Iba a volver a casa, ya había hecho maletas y tenía mis cosas esperando en el coche que Chemi me había conseguido.

Solo pensar en lo que iba a hacer me dolía, me dolía mucho.

Ella entró a casa, me miró seria y suspiró.

— me alegra verte —dijo, me levanté
— tenemos que hablar —no la miré, le di la espalda como un cobarde
— Yo también quería decirte algo —entonces la miré—pero vamos, tú primero.
— ya no puedo seguir contigo —solté, ella rápidamente pasó saliva y sus ojos comenzaron a hacerse aguados— debo volver a casa con mi padre. Solo estaba esperándote para decírtelo, me voy —su mirada estaba perdida.

Suspiré, caminé hasta ella y me detuvo con su mano, la miré.

Sin esperar nada ella me besó, no se lo impedí porque era lo único que quería, tenerla entre mis brazos y no dejarla ir nunca.

La abracé, ella se quitó la chaqueta y la arrojó al suelo. Podía sentir sus mejillas mojadas, y sus manos acariciando mis cabellos.

— tómame ahora mismo, Ginés... —susurró, no esperé ni un poco antes de que comenzara a desvestirla. Y ella a mi.

Nos miramos un poco de arriba a abajo, era perfecta. Y ahora que la había visto en su forma más natural sentía un enorme deseo de no irme.

La tomé entre mis brazos y la recosté en el sillón. Ella me miró a los ojos y volvió a besarme.

Muy lentamente y con cuidado entré en ella, disfrutando de esa sensación que me tenía preso. Acariciando su cuerpo con cariño tratando de memorizar sus curvas para cuando ya no las tuviera...



Su respiración era profunda, y sus caricias en mi pecho me relajaban mucho. Pero debía irme.

Me levanté y comencé a vestirme, ella se puso la camiseta y la ropa interior y me miró.

— lo siento, pero debo irme —dije, la escuché suspirar.
— ¿Tienes que irte ahora? —preguntó, la miré estaba llorando un poco.
— Sí, Elisa... —me di la vuelta, su voz me detuvo en la entrada.
— Gracias por esta despedida —susurró, la miré.
— Te amo —me acerqué de nuevo— te amo tanto que solo pensar en ti me dan ganas de no irme, de quedarme aquí par siempre y de mandar a la mierda todo. Pero quiero que sepas que lo que pasó hoy no es solo una despedida para mí. Es lo más hermoso que he hecho en mi vida y es hasta día de hoy lo mejor que me ha pasado... Conocerte ha sido lo mejor de mi vida —la besé otra vez— te amo demasiado, no importa lo que pase. —y sin que ella pudiera decir nada más, salí de casa sin mirar atrás.

Dʀᴜɢs ~ Zᴀsᴋᴏ (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora