Capítulo 9

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La platinada sentía un dolor horrible de cabeza cuando comenzó a abrir sus ojos.

Sentía sus brazos adormilados y tiesos, cuando se incorporó identificó la figura de Jack sentado en el sofá de la habitación.

Estaba levemente recostado y con sus ojos cerrados, de brazos cruzados y con una expresión relajada y seria.

Elsa admiró el rostro de Jack dormido, se veía muy serio a como está despierto, pero se veía más tranquilo y armonioso.

Todo volvió a su mente, miró sus muñecas vendadas hasta los codos.

-No...-Susurró.

Quiso llorar, pero ya ni para eso sentía el menor esfuerzo por calmarse después.

Se apartó las manos respirando con calma, mirando a la habitación a donde ahora Jackson tenía sus ojos abiertos.

Le miró de una manera intimidante a la chica, peor no para hacerla sentir menos simplemente así era su mirada.

Se inclinó hacia adelante y estiró su espalda cuando se puso en pie.

La platinada tragó un nudo en la garganta cuando caminó a su lado para verla al rostro.

-Disculpa....

-¿Cómo te sientes? -Le ignoró el peliblanco.

-Me duele la cabeza -Murmuró -¿Qué hora es?

Preguntó mirando a su alrededor, todo estaba oscuro y únicamente una lámpara de escritorio estaba prendida.

-Son las 4:15 de la madrugada.

Suspiró Elsa debido a que había entrometido a Jack en esto, a que no había funcionado su trabajo...

-Mañana podremos salir en la tarde y te darán ciertos líquidos y alimentos para que te sientas mejor -Dijo caminando a su lado.

-Es que...yo...-Elsa levantó sus manos, pero apenas dando el esfuerzo para mover sus dedos le hizo quejarse de dolor.

-No te esfuerces – Jack le detuvo colocando con suavidad sus dedos sobre sus manos – Te lastimaste nervios y tendones.

-Perdona.

-No pidas disculpas – Le dijo– No a mí, sino a ti. No tenemos que hablar de tus razones si no quieres, estamos aquí ahora.

Y caminó de regresó al sofá para volverse a sentar.

-No le dirás a mi tío ¿Verdad?

La mirada de Jack entre las sombras de la lámpara se veía más sombría, sus ojos azulados le miraron analizando sus facciones.

-Los dos estaremos muertos si se entera de esto tu tío -Suspiró dejando caer hacia atrás su espada – Descansa, mañana hablaremos.

No quería dormir y además no podía, fingió recostarse con comodidad, pero no conseguía el sueño.

Hasta el día siguiente la chica estaba con los ánimos por los suelos. Jack sentía lo deprimida que estaba y lo distante de su atención.

Sintió lástima por ella, entendía por qué lo había hecho.

La mayor parte de su vida es perseguida por gente que quiere asesinarla para robar sus dones y con esto sólo ha conseguido que gente muriera por ella.

Apenas se alimentó de lo que le dieron en el hospital, Jack después se encargaría de que comiera bien en casa.

De regreso no dijeron nada, Elsa acariciaba con torpeza con su pulgar las vendas de sus muñecas pensando en las indicaciones que le dieron.

Escapando del pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora