Capítulo 28

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Estaba rodeada de peligro y lo peor es que no sabía de dónde vendría, podría ser cualquiera de los que están ahí bebiendo, riendo, fumando, nadando en la bahía, durmiendo en el césped, comiendo frente a los food trucks....podría ser cualquier un cazador o un asesino.

No le importaba, nunca le ha temido a enfrentarse ella sola a quienes la quisieran atrapar y no sería la primera vez que lo hace.

Justo estaba recordando cuando ella había salido de compras con su hermana, ambas estaban emocionadas por tener ropa nueva, pero esa tarde había sido arruinada por tres hombres en busca de Elsa.

Ella supo defenderse y atacar, pero su terror más grande era Anna, temía por su vida.

Pero hoy ella ya no estaba y no tendría apuros esta noche.

-¡Hola! -Le saludó una mujer abrazada de otra con una botella de cerveza en mano - ¿No quieres nadar? El agua está ¡Deliciosa!

Estaba ebria.

-No, gracias – Sonrió con amabilidad – Estoy bien así.

Las mujeres se rieron mientras se retiraban para seguir invitando a más gente.

La platinada se reacomodó el gorrillo de su sudadera a la cabeza para evitar ser reconocida, sobre todo por su cabellera platinada.

Siguió andando hacia un puesto de bebidas alcohólicas que daba de vista a la bahía y a las estrellas que parecieran tocar el mar.

-Buenas noches, linda -Saludó el camarero con media sonrisa - ¿Quieres algo en especial?

-Sólo un simple refresco.

-¿Lo quieres con algo?

-¿Puedes explicarme qué es el algo? -Sonrió ella.

El joven le devolvió la sonrisa mientras se inclinaba del otro lado de la barra para tomar unas pastillas en la palma de su mano.

-Te recomiendo la más pequeña si no quieres perderte demasiado, pero si quieres relajarte la grande te ayudará.

Elsa dudó por unos segundos.

-¿Aceptas tarjeta?

De vista a la carretera, el pelinegro cerró la laptop de su regazo al saber la información que estaba buscando él y su primo.

-¿Qué carajos está haciendo en la bahía? -Cuestionó el peliblanco mientras manejaba con velocidad y agilidad entre las calles.

-Bebiendo, su último pago fue en el Barcean.

-Eso ya lo sé, pero por qué tuvo que ir a ese lugar.

-Tranquilo, Jack -Tadashi se ajustó el cinturón -Podemos llegar pronto si tomas la 57.

El peliblanco resaltaba su mentón por la concentración al manejar, por la angustia de darse prisa a llegar a tiempo antes de que algo sucediera.

De regreso al parque de la Bahía, la platinada se había terminado su refresco.

-¿Y cómo te llamas?

Ella le miró inspeccionando su mirada.

-Anna -Mintió - ¿Y tú?

-Ryder -Sonrió - ¿Ya has venido antes?

-Hace unos....¿meses? -Miró hacia arriba esperando alguna respuesta -No tengo idea.

-No te he visto antes, por eso preguntaba.

Después justo dos hombres se sentaron, uno a cada lado de donde estaba la platinada, haciendo sentir insegura a Elsa y a Ryder.

Escapando del pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora