Capítulo 10

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Jackson apartó todo aparato con filo que fuese tentación para la platinada, claro que pudiera crear hielo sólido y afilado, pero la ventaja era que ahora no podía usar sus poderes puesto a que su esfuerzo también la lastimaba.

Esperó a que se quedara dormida alrededor de las 2 de la madrugada.

Regresó cansado a recostarse a su habitación para poder descansar.

La mañana siguiente Jack fue el primero en levantarse, se asomó a la habitación de la platinada donde ella aun dormía.

Se acercó a ella para removerla del hombro, esta gruñó en vista que no quería levantarse aún.

-Elsa es hora de despertar -Murmuró el peliblanco.

-En un rato más -Gruñó dándole la espalda.

Jackson miró su cabellera platinada extendida en la almohada, miró su rostro lleno de tranquilidad y paz. Por lo tanto sólo le quedó suspirar y confiar en ella para dejarla sola e irse a preparar un desayuno.

Y no estuvo tranquilo, cuando terminó de quebrar los huevos y colocar el jamón y queso, se tomó una pausa para subir y asegurarse que Elsa seguía acostada. Bajó y cortó pan para untarle mantequilla y regresó para de nuevo verla dormida.

Vació el huevo en el sartén para dejarlo cocinar, de nuevo la observo y de nuevo volvió a la cocina.

Ahora prosiguió a cortar manzana verde y papaya, apenas había terminado se dio vuelta para inspeccionar a la platinada, pero se detuvo cuando la miró dar vuelta para entrar a la cocina.

Tallaba con ternura su ojo somnoliento con cuidado de no forzar demasiado su puño debido a sus dedos.

Vestía un short negro que llegaba a la mitad de sus muslos, una camisón blanco y sus pies estaban descalzos.

-Huele bien.

-Toma asiento -Se dio vuelta el peliblanco – El desayuno ya está listo.

Ella obedeció y tomó asiento en el mismo lugar correspondido de hace un día. Tomó con suma delicadeza el plato de fruta que Jack le sirvió para después vaciarle con lentitud yogurt natural.

-Veo que te gusta cocinar.

-¿Por qué lo dices? -Preguntó al poner en el centro de ambos el sartén caliente sobre un portador de metal en forma de hoja de árbol.

Sirvió granola y miel a su fruta.

-Porque cocinas delicioso, son platos sencillos, pero siempre le agregas más.

-Vivo solo, no tengo de otra.

-Pues cuando me recupere yo prepararé después la comida.

Jack le dedico una mirada para inspeccionar el humor con el que había despertado. No se le veía deprimida como ayer, sólo tranquila.

-¿Cómo te sientes?

-¿Te refieres a esto? -Dijo estirando sus brazos para ver sus vendas – Me punza un poco, después del desayuno tomaré la medicina para el dolor.

-Bien ¿Y tú? ¿Cómo amaneciste?

Elsa gesticuló una mueca sin ganas de contestar a aquello, sólo bajó la mirada para tomar con cuidado la cuchara entre sus dedos.

-No quiero retomar el tema ¿si?

-Si eso quieres -Jack comió de su fruta.

Prosiguieron a desayunar en silencio, Jack se puso en pie para tomar la azucarera y cuando volvió observó los pequeños y descalzos pies de Elsa.

Escapando del pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora