Capítulo 34

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La mañana siguiente no esperó la ayuda de nadie para quitarse el suero y ponerse en pie.

Buscó sus botillas negras y cuando se agachó a tomarlas su pecho le ardió tanto interno como externo a la herida. Intentó ver su piel bajo las capas de vendas, pero no lo conseguía. Como pudo y con lentitud se colocó sus botillas, buscó igual su playera, pero esta no estaba.

No le importó para salir de la habitación y encaminarse hacia la salida.

Eran temprano y no había mucho movimiento con gente por los pasillos, pero uno que otro enfermero miraron a Jack con extrañeza pues no sabían si su enfermero a cargo le había dejado salir de esa manera o simplemente estaba por su cuenta.

Cuando llegó a la espera del elevador un enfermero se le acercó.

-Buenos días, disculpe la molestia, pero ¿Acaba de salir de su habitación por su cuenta?

-Si no fuera así ¿Cómo estaría de pie? -Jack estaba de mal humor.

-¿Cuál es su nombre disculpe?

-Jack Frost -Jack le miró con seriedad.

-¿Señor Frost? Ah....ah es un gusto, pe-pero ¿Ya lo dieron de baja en su.....

-¿Sabes que le hacen a las prendas? No encuentro mi playera -Jack entró al elevador dejando atrás al enfermero.

-Si están sucias y rotas son desechadas, señor Frost.

El ojiazul rodó los ojos mientras suspiraba, las puertas fueron comenzando a cerrarse dejando atrás al enfermero.

Los pisos fueron pasando sin pausas, Jack miró su reflejo en las paredes del elevador. Su rostro pómulo derecho estaba golpeado, su labio inferior había cicatrizado una herida.

Sus hombros y brazos estaban igual golpeados y con algunos rasguños esparcidos en su torso.

Las puertas se abrieron permitiéndole a Jack encontrarse con esa mujer de cabellos cortos y mechones morados, vistiendo un juego deportivo de Guardianes con una playera de tirantes anchos.

-¿Qué te pasó? ¿Y tu playera? -Ella se burló con media sonrisa.

-En la basura -Jack caminó fuera del elevador, sentía incluso las rodillas temblorosas y las piernas acalambradas.

-Hey alto ahí -Gogo se puso frente a él deslizándose en un paso – Por lo visto ya estás mejor, necesitamos hablar sobre Sur.

-Ya es suyo, no es problema mío.

Quiso esquivarla una vez más, pero la mano de Gogo le frenó colocándose en alto a la altura de su pecho.

-Según tengo entendido eres quien cuida a Elsa ¿No es así?

-No, no lo es porque.....

-Porque Norte me dio aviso que seguías en pie cuidándola esta mañana.

El ojiazul frunció su ceño para mirarle a Gogo con seguridad y una media sonrisa en sus labios.

-Sé que no es tu esposa igual que sé que quieren que sigas protegiéndola.

-¿Dónde está Norte?

-Estará aquí en unos minutos -Gogo miró su reloj y después a Jack – Creo que en su espera puedo traerte alguna playera.

Pasó media hora para la llegada de Norte, Jack se colocó una playera negra azul marino deportiva de Guardianes.

-¿Estás bromeando? -Jack le había dicho con apatía a Gogo.

Escapando del pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora