El lugar se había rodeado de policías y de algunos Guardianes inspeccionando el área y retirando los cuerpos de los dos cazadores.
Habían personas siendo cuestionadas y uno de ellos era Ryder, el joven del bar.
Una mujer encapuchada veía todo el movimiento oculta desde las sombras de los grandes pinos a donde había actuado anteriormente.
Llevó un teléfono celular a su oreja para comunicar lo sucedido.
-Habla Gothel – La mujer de perfil se giró para dejar verse de perfil sus ojos púrpuras y sus mechones negros – Estaba sola, lo estuvo desde que llegó. Te dije que esos dos cazadores funcionarían para medir el tiempo en que se aparecería Jack.
-La próxima no lo estará, querida, ya lo verás -Se escuchó una ronca y susurrante voz del otro lado de la llamada- Ahora debemos esperar a que Hans termine su labor para que consiga lo que quiere.
La mujer colgó y sonrió.
Y en donde estaba Hans era una prisión temporal para personas detenidas, una mujer estaba en su celda con su uniforme de reclusa.
Escuchó el alboroto fuera y dudaba que tuviera algo que ver con aquello, pero de la oscuridad emergieron unos pasos, unos pies caminando de cerca para después ver la figura de un hombre sin camisa y únicamente con botas y pantalones marrones.
Sus brazos estaban rodeados de fuego hasta donde se une con el torso.
-Buenas noches, Abigail.
-Si vienes a matarme sólo hazlo y sin discursos -La mujer se sentó en su cama para ver al pelinaranja del otro lado del cristal.
-No quiero matarte, quiero ayudarte -Dijo derritiendo el candado para poder entrar a donde estaba.
-¿A salir? ¿Qué quieres? Nadie se atrevería a sacarme sin pedir algo a cambio.
-Ya te dije que vengo a ayudarte -Dijo con media sonrisa y apagando sus llamas para dejar ver que sus manos estaban manchadas de sangre – Quiero ayudarte a cumplir tu meta, a solucionar el problema que te trajo aquí.
Esa mujer le miró con seriedad y una sonrisa torcida.
-Eres uno de sus seguidores ¿Cierto? De Black y quieres también muerto a Jack ¿No es así?
-No lo deseo, pero sería lo mejor – El hombre recargó su hombro a la puerta de la celda – La mujer que es su esposa, necesito sus dones y Jack es un verdadero fastidio para conseguir lo que quiero. Te propongo que vengas conmigo temporalmente.
Hans le sonrió con una seducción a la Abigail para que respondiera, ella le miró su rostro e identificó algunos golpes en las esquinas de sus cejas y en su torso.
-Te dio una paliza ¿Cierto? ¿Le tienes miedo?
Hans se inclinó para mirarle con desafío a la mujer y con una mirada seria.
-Jamás le temería a alguien que le tiene miedo a sus propios dones.
La mujer resaltó su labio mientras asentía con su cabeza.
-Te daré lo que quieres, tú te encargas de vengar a tu padre asesinando a Jack y yo me encargaré de absorber los dones de su mujer ¿Te parece?
Abigail lo pensó por unos segundos, sonrió y le tendió la mano frente a él para estrecharlas.
Horas después a este acontecimiento en casa del peliblanco, estaban reunidos los presentes en el comedor, pero nadie estaba sentado.
-Me vengo enterando que Elsa estuvo expuesta a golpes limpios en su centro comercial con Hans Sur ¡Y ahora esto! Sale de tu propia casa, encontrándose con dos cazadores.
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Escapando del pasado.
Fiksi PenggemarCarga con un oscuro y gélido pasado, uno que lo ha forjado a ser el mejor agente en Guardianes. Ese era Jack Frost, pero la vida le arrebata todo lo preciado que ha tenido, por lo tanto ha estado retirado por años de este peligroso trabajo. Pero u...