Tras la fuga y destrucción del CDC, continúa la historia de Rick y el grupo de supervivientes, quienes siguen sobreviviendo en un mundo plagado de zombis apodados como "caminantes".
Después de abandonar Atlanta, son detenidos en la carretera por una...
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〘O1. LO QUE QUEDA POR DELANTE〙 ༆
DOSDÍAS. Tan solo habían pasado sólo dos días desde la explosión del CDC, dos días y aún seguían vagando por la carretera en busca de algún lugar seguro... o bueno, en busca de algo.
En ese preciso momento, se encontraban en una de ls paradas que se estaban haciendo habituales últimamente. Era mejor prevenir, y si veías unos cuantos coches con posible gasolina para seguir el camino, parabas y la cogías. El combustible era una de esas fuentes difíciles de conseguir en el apocalipsis, así que, debido a aquel factor habían realizado algunos recortes en cuanto a vehículos; ahora solo eran dos –la caravana y un coche –, eso sin contar la moto de Daryl.
Justo por entonces, Lynn le tendía uno de las garrafas que habían rellenado de gasolina a Dixon. Según sus palabras, estaba hasta las narices de la camioneta y por ello, había decidido vaciar el depósito y usarlo para la moto, vehículo que ciertamente le era más cómodo de usar. Así que, sí, allí se encontraban, en medio de la nada. La pelirroja observó por unos segundos a Daryl, quien parecía más concentrado en coger la garrafa y volverse; un asentimiento de cabeza fue lo que recibió por su parte.
La verdad, su relación no es que hubiera cambiado demasiado. Después de escapar juntos del CDC, había sido tan simple como que ambos hubieran chocado un poco en cuanto a confrontaciones; claro que aunque daba la sensación de que los dos habían olvidado lo que había pasado "entre ellos", ese hecho permanecía aún ahí.
Lynn tenía una sensación extraña de curiosidad hacia el arquero, que había incrementado un poco desde la última vez. No se lo explicaba, pero así era, y normalmente la solía camuflar con su hobby favorito: fastidiarle.
Curioso, sí. Pues si curiosidad era lo que sentía Lynn, ni hablar de lo que se libraba en el interior de Daryl... no era lo mismo, es que simplemente veía a la pelirroja como un completo enigma, difícil de resolver.
—Lynn —Dale le despertó de su ensimismamiento, haciéndole señas asomando en la puerta de la caravana. El calor fue otro factor que la atrajo a la realidad; odiaba el verano con todo su ser, desde luego prefería el frío. Diviso a Kasper cruzando la puerta cuando giró su cabeza al anciano —. Vamos.
Lynn notó como Shane entraba antes que ella, inexpresivo. Esos últimos días, se había notado raro, distante; la pelirroja sabía por qué y es que, le bastaba con mirar a Lori para confirmarlo. Lo que sí que nadie se hubiera explicado era del por qué no lo había largado ya; bueno, era fácil, ni le correspondía a ella, ni era una chivata.
La pelirroja hizo una seña de asentimiento con su cabeza a Rick, quien le devolvió el gesto procediendo a entrar en el coche junto a su mujer, su hijo, Carol, Sophia y Asher. Por otra parte, el Shérif se había vuelto un personaje importante para ella, de alguna forma era como si formase parte de su círculo cercano de toda la vida. No tenía ni puñetera idea de cómo cojones se habían llegado a acercar tanto, pero así estaba el panorama.
