Tras la fuga y destrucción del CDC, continúa la historia de Rick y el grupo de supervivientes, quienes siguen sobreviviendo en un mundo plagado de zombis apodados como "caminantes".
Después de abandonar Atlanta, son detenidos en la carretera por una...
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〘29. ¿ESTÁ TODO PERDIDO? 〙 ༆
LYNNPUDOOBSERVAR el preciso instante en el que Lori, en sock y sin poder reaccionar, se alejaba de su marido por más que él intentara acercarse. Lynn frunció el ceño y avanzó hasta cruzarse con Lori, que ni siquiera le miró cuando se fue pitando de allí. Sin embargo, la pelirroja estaba allí porque había llegado a la conclusión –algo tarde, sí –que Rick no tenía la culpa de lo que estaba pasando. Ella frunció la mirada y avanzó hasta el Shérif.
—Ni siquiera me miraste... —habló Grimes, girándose a los bosques y dándole la espalda.
—Oye, yo...
—Yo le maté, Lynn —su voz sonaba totalmente destruida y apagada. Era más fría de lo normal, era extraño viniendo de Rick. Lynn se detuvo, examinando bien sus palabras.
—¿Cómo fue? —preguntó de neutral. Desde luego sabía de quién se trataba, si en el fondo siempre lo había sabido.
—Él me atacó. Mató a Randall para llevarme al bosque, lo planeó —dijo —. No tuve... elección; le di varias oportunidades y cada vez me amenazaba más, me presionaba y le dejé. Al rato supe, estaba seguro de lo que intentaba, y no porque me lo hubierais dejado caer Daryl y tú, en el fondo yo lo sabía. Sabía lo que quería hacer conmigo y seguí avanzando. No quise parar. Pude hacerlo, pero solo... quería que eso acabara. Actuaba como si yo... fuera un estorbo, como si yo le hubiera robado a Lori y a Carl... Solo quería que acabara —hizo una pausa —: quería que muriera. Yo le maté... se levantó y así supe que Jenner tenía razón.
Lynn no sabía cómo reaccionar. No iba a negar que no le importaba una mierda que Shane ya no estuviera en ese mundo: ¿total? Un hijo puta menos con el que librar, pero la confesión de Rick, la forma en que lo había dicho, le había pillado desprevenida.
Sin embargo, cuando Grimes se giró no vio la cara de terror que poseía su mujer minutos antes, sino una comprensiva, una de compasión.
—Yo... Siento no haber dicho nada antes —se disculpó Lynn. Rick ladeó su cabeza sorprendido por ser entendido tan fácilmente, cuando su mujer ya ni siquiera le había reconocido como al hombre que era antes —. Debí hacerlo, Rick Grimes. Tú no tienes la culpa de lo que ha pasado: Jenner no debió ponerte en esa situación, no debió soltarte una bomba así a ti solo. Así que no te culpes. Y lo de Shane... —bufó —. Se lo merecía, estaba fuera de control y tú sólo hiciste lo que debías hacer para protegernos. Y tarde o temprano, se darán cuenta de eso.
—Gracias... —murmuró más roto que nunca. Jamás, hasta lo que llevaban de apocalipsis, Lynn había visto así de devastado a Rick.
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