Tras la fuga y destrucción del CDC, continúa la historia de Rick y el grupo de supervivientes, quienes siguen sobreviviendo en un mundo plagado de zombis apodados como "caminantes".
Después de abandonar Atlanta, son detenidos en la carretera por una...
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〘11. CALIENTE 〙 ༆
LYNNSEACERCÓa la tienda de Daryl –ya medio recuperado y habiendo vuelto a su zona de confort –inconscientemente. Ni siquiera sabía del por qué había llegado hasta allí, tan solo una fuerza mayor a ella le había guiado hasta dónde estaba. Cuando se fijó por la entrada abierta, vio a Andrea dentro, junto a Daryl, a quien le había entregado un libro; se estaba disculpando por todo. La pelirroja ladeó su cabeza y alzó las cejas, aún así mirando la escena sin pasar a la tienda.
—Lamento esto, me siento fatal —decía la rubia, por lo que Lynn rodó los ojos al escuchar aquello. ¿Es que no era suficiente el haberle disparado? Lo que le extrañaba y era raro para ella, era que Dixon todavía no le hubiera mandado a la mierda.
—Ya... y yo también —el arquero dejó el libro a un lado y se acomodó mejor sobre las mantas que tenía por cama.
—No espero que me perdones, pero si hay algo que necesites, yo...
—Querías proteger al grupo, tranquila —mencionó jugueteando con una de sus flechas entre sus manos. Andrea sonrió agradecida y se levantó dispuesta a marcharse cuando se topó entonces con Lynn, que no hizo más que examinarla de arriba a abajo y dejar que se marchara con aires de superioridad. Odiaba a esa tía, definitivamente... La pelirroja acabó entrando en la tienda con cierta mala leche que tuvo que canalizar.
—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó enseguida Daryl, sin siquiera apartar sus azules ojos de la flecha.
—Pasaba por aquí y me he dicho, ¿por qué no voy a ver a Dixon? —preguntó irónicamente, riendo para después añadir —. No lo sé, sólo estoy aquí, ¿vale? —señaló su cabeza, la cual tenía un vendaje a su alrededor —. ¿Mejor?
—¿Por qué me ayudaste? —preguntó desviando la pregunta, alzando sus ojos esa vez directamente hacia Lynn.
—Lo hubiera hecho por todos —se encogió de brazos; no se lo creía ni ella —. Bueno, por todos menos por Shane, Andrea... y esa mujer.
—Ya —asintió poco convencido —. No pareces de esas que ayudan al primero que se le cruza.
—¿Me estás cuestionando el haberte ayudado, Dixon? —inquirió con gracia, acercándose.
—Te estoy preguntando por qué.
—Quizás no quería cargar con ninguna muerte más en mi consciencia.
—Eso es ridículo, te daría igual.
—Cierto —le dio la razón —. Quizás fuera porque ese día estaba feliz; la gente feliz hace cosas absurdas y sin explicación aveces. Sí, quizás debería haberte dejado allí, dejar que Andrea te hubiera matado. Hubiera sido todo un espectáculo.
Daryl no la escuchó más, pues en respuesta, acorraló a la pelirroja contra la tienda, levantándose a su altura, provocando que cerrara la boca enseguida.