Tras la fuga y destrucción del CDC, continúa la historia de Rick y el grupo de supervivientes, quienes siguen sobreviviendo en un mundo plagado de zombis apodados como "caminantes".
Después de abandonar Atlanta, son detenidos en la carretera por una...
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〘25. ZOMBI 〙 ༆
—Esto es inútil... —bufó Daryl —. La linterna.
Lynn se la pasó enseguida, siguiéndole el paso. Caminaban aún, entre la oscuridad, con tal sólo la luz de la linterna como apoyo de visión. La pelirroja lanzó un suspiro de desgano al darse cuanta de algo.
—Y... punto de partida —Lynn alzó ambas manos frustrada —. Esto es increíble...
—Bueno, si vas a hacer algo, es mejor hacerlo bien —se acercó a uno de los árboles y lo alumbró al notar algo extraño, después apuntó al suelo —. Aquí hay dos series de huellas. Shane le seguiría hasta más lejos de donde dijo. Y en este árbol hay sangre, y más huellas... Iban uno al lado de otro —señaló a un punto en el suelo —. Aquí se ve bastante polvo.
—¿Qué? —preguntó Lynn sin ver absolutamente nada. Su fuerte no era el rastreo; tenía un mínimo, pero Dixon le superaba con creces.
—Que alguien se cayó —dijo.
—Vaya, serías un buen poli —mencionó irónica. Daryl se fijó en el pañuelo a unos metros de ellos; el pañuelo favorito de Lynn, el que tenía Randall. Lynn abrió sus ojos de par en par.
—Tuvo problemas —averiguó Dixon, recogiendo el pañuelo y tendiéndoselo a la pelirroja, que al girarse a ella, se encontró con que estaba muy cerca. Se separaron al escuchar crujir unas ramas muy cerca de ellos, o por lo menos sonaba cerca. Daryl fue rápido y empujó a Lynn hasta el árbol más cercano; aquello estaba siendo muy deja vu y las cejas alzadas de Lynn se lo transmitían al arquero.
La mano de Daryl sobre su boca, pegado casi al completo contra ella, pero sus ojos puestos en algún lugar entre la oscuridad, más allá de ellos.
—Se callarme, ¿sabías? —susurró quitando su mano de su boca.
—No lo parece —devolvió, para dejarse ver un poco y atraer la atención completa del caminante; una vez lo tuvo a tiro, lanzó una flecha.
—Buen tiro —dijo nada más Lynn, acercándose al caminante derivado y apartándose de Dixon. Quedó petrificada al identificar la identidad del cadáver —. ¿Qué cojones...?
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