↳ O4 |don't let it affect you

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〘 O4

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O4. NO DEJES QUE TE AFECTE

—Que cada uno coja un arma —iba diciendo Rick, desenrollando el juego de armas que Carl y Asher habían encontrado anteriormente. Ya estaba al tanto de todo, al igual que Daryl, que se había enterado también levemente del asunto.

—Estas no son las armas que necesitamos —intervino Andrea —. ¿Y las pistolas?

—Ya lo hemos hablado; Daryl, Rick, Lynn y yo las llevaremos, os liaríais a tiros en cuanto sonara una ramita.

—No son las ramas lo que me preocupan —la rubia le lanzó una mirada a Lynn despectivamente —. ¿Por qué la misma tía que estuvo en la cárcel tiene arma y yo no?

—Porque la tía que estuvo en la cárcel sabe cómo usarla —bufó de vuelta Lynn —. ¿Te lo demuestro?

—Podrías disparar a alguien en un arrebato, eres una puta bomba de relojería, pelirroja —rebatió.

—No me tientes, rubia —llamó de igual forma, recalcando el color de su cabello —. No me tientes.

—Ya basta —paró Shane —. Lynn tiene experiencia. Deberías de superarlo.

—Hay que subir por el arroyo ocho kilómetros, luego bajar por la otra orilla —dijo Daryl entonces —. Es fácil que vaya junto al agua, para no perderse.

—Id en silencio y alerta, mantened la distancia entre vosotros, pero siempre a la vista del resto —les advirtió Rick.

—Preparad vuestro equipo —siguió Shane para terminar con la conversación. Grimes se acercó a Dale, avisándole a él de que sería mejor que siguiera con las reformas de la caravana y vigilara a T-Dog, aún herido, a lo que aceptó sin problemas.  para terminar. Después, cuando encontraran a la niña, tendrían que tener todo listo para salir de allí.

Por otro lado, ya preparada, Lynn, miraba expectante a la nada, ensimismada, lejos del resto que se preparaba. Tenía un cigarrillo encendido en su mano; sí, necesitaba desconectar un poco y fumar solía darle la calma a sus frenéticos pensamientos.

—Toma —cuando Lynn se giró para observar lo que el arquero le ofrecía, se sorprendió. ¿Eso eran ansiolíticos? El sol estaba daba fuerte contra ellos, pero a pesar de ello, la pelirroja estaba segura de que aquello no era una alucinación. Soltó el humo que había retenido y sostuvo el cigarrillo con una mano, mientras cogía las pastillas que le tendía Daryl con la otra —. Pensé que las necesitarías. Por eso de la ira.

—¿Cómo...? ¿De dónde las has sacado? —inquirió rozando sus dedos con los del arquero al cogerlas, entusiasmada. Aquellas pastillas eran como una droga buena para ella, literalmente eran las que le mantenían a raya y le hacían sentir bien.

𝙄𝙂𝙉𝙊𝙍𝘼𝙉𝘾𝙀 ▷ ᴅᴀʀʏʟ ᴅɪxᴏɴ; ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora