Mi destino... nuestro destino

Prólogo

[我 命 由 我 不由 天] "Mi destino depende de mí y no de los cielos"

"... Ge, te lo ruego, te ruego que dejes de hablar, por favor, cállate. Ayuda..." **

"Qing Xuan, ge ge se adelantará primero. Te espero allá abajo... " **

Crujido. El dolor es un relámpago, una espada que desgarra. Luego silencio. Y oscuridad.

No queda nada. Ni dolor. Ni gritos. Ni desesperación. Silencio. Y vacío.

El vacío se parece mucho al agua: denso, satinado... te engulle, te devora. Hasta que no queda nada de ti. El vacío abarca todo.

Es tan simple dejarse engullir, devorar, desmenuzar en fragmentos tan pequeños que sea cual si no quedara nada...

"Ge, te lo ruego..." **

Él habla. ¿Él?... ¿Quién?

"¿Ge?" **

Conoces esa voz. La has conocido siempre – incluso antes del silencio y el vacío. ¿No estuvo siempre el vacío aquí?

Es pequeño y delicado. Un bultito de rizos negros y ojos luminosos, un gorjeo entre sedas blancas y azules.

"¿Gege ha venido a buscarme?"

Hay esperanza en su voz. Es delgado y gracioso como un junco que crece, como un loto que danza en el agua.

La mano del niño desaparece en la tuya y su risa canta en tu corazón.

Sí vienes a buscarlo. A protegerlo.

"¡Tengo miedo! ¡Tengo miedo! ¡Dijo que iba a caer y-y-y... me caí! ¡Me caí, gege! Tu comida... tu comida. ¡Se me cayó la comida que te traía! ¡Tengo miedo, ge ge!"

Miedo. ¿Miedo? Sus hombros tiemblan, sus labios tiemblan, sus pestañas tiemblan... ¿Miedo? ¿Quién se atreve a poner el miedo en esos ojos de fénix?

No, no, no tengas miedo.

Extiendes una mano para cubrir los ojos llorosos, cual si así pudieras borrar el temor en ellos.

"Confío en ge ge. Si dices que me protegerás, sé que lo harás."

Sonríe. Hay un velo de tristeza en esa sonrisa, cual si aun queriendo creerte no se atreviera. Pero él te cree. Te cree porque tú eres su único mundo, su amigo, su protector, su hermano mayor. Es tu obligación, tu deber – tu privilegio – cuidar de él.