Capítulo 1

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"En esta casa mía nada llega sin una consecuencia o costo.
Es mejor ser el cazador que la presa"

Di unos pasos mientras juntaba las botellas vacías de alcohol que dejó Eider tiradas por doquier sobre lo que llamamos piso; A su lado en el sillón todo despedazado, si prestas atención  lograrías ver la goma espuma escapar por sus costados, sobre...

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Di unos pasos mientras juntaba las botellas vacías de alcohol que dejó Eider tiradas por doquier sobre lo que llamamos piso; A su lado en el sillón todo despedazado, si prestas atención lograrías ver la goma espuma escapar por sus costados, sobre él estaba mi "tutor" como de costumbre durmiendo, claramente pasado de copas.
Si por mí fuera dejaría que se quede así eternamente, pero necesito el poco dinero que aporta a este departamento.

Después de juntar un poco el desorden que ocasionó pongo un despertador cerca del sillón programado para sonar a la hora que tiene que ir a trabajar.
Suficiente tengo con que tome todas las noches, lo mínimo que puede hacer es ir y traer algo de plata.

Cuando termino con eso voy a cambiarme para dirigirme al colegio, optó por ponerme unos jeans negros rotos, una remera holgada negra y unas zapatillas con agujeros de tantos años que tiene. No es que tenga mucha ropa, pero comparado a lo que solía tener para mí es demasiada.

Tomó mi mochila del piso y salgo de este asqueroso lugar, para ir a otro peor; donde la gente te juzga y te mira con superioridad creyéndose que tienen el derecho de hacerlo. También conocido como Instituto.

No es muy lejos por lo que no tardó mucho en llegar, voy directamente donde se encuentran las taquillas para poder guardar todos los libros menos el que debería usar ahora.
Durante el transcurso que tardó en llegar allí, varias personas se quedan mirándome como siempre, ya sea o con miedo, lástima, compasión, desagrado o asco, me clavó las uñas en las manos para tratar de poner mi atención allí y no gritarles algo.
Veo como una gota de sangre hace su recorrido por toda mi mano hasta el piso dejando todo rojo a su paso.

Sigo mi camino hasta la clase que me toca, y tomo asiento en un puesto libre. Mientras el profesor empieza a dar la clase, mi vista se pierde en el gran ventanal que hay en el lado izquierdo del aula, hay una ave negra que no deja de mirarme, siento su profunda y oscura mirada profundamente sobre mí, y por un segundo quise saber cómo sería apretujarla hasta ver esos ojos negros como de a poco iban perdiendo el alma.
Sin darme cuenta termine rompiendo el lápiz que tenía en la mano de la fuerza que estaba ejerciendo.

Justo en ese momento siento como vibra mi celular en mi bolsillo, sola hay una persona que puede ser; Blaide.

Rubio Hueco:
Saltéate las próximas horas y vamos al parque, te espero en la puerta de atrás.

Le respondo con un simple Ok, Para qué tratar de negarme si de todas formas me va a convencer igual.

Cuando terminó la clase voy directamente a la puerta de atrás, al salir lo primero que veo es un chico alto, con unos jeans negro viejo, una remera blanca junto una campera negra haciendo contraste con su piel pálida.

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