Capítulo 19

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"Algunos días solo quiero dejar la negatividad de mi cabeza, solo quiero un alivio de mi estrés. Tengo a mi estado de ánimo caminando sobre esa línea gris, esperando que mi estrés muera, es como si lo odiara pero lo amará al mismo tiempo, la presión me empuja por todos lados, inseguridades de todo tipo, soy rehén de mi propio orgullo. Soy yo en fases, no estoy de humor para conocer a otro extraño, ni para tener una conversación, acercarse demasiado a mí podría ser peligroso"

 Soy yo en fases, no estoy de humor para conocer a otro extraño, ni para tener una conversación, acercarse demasiado a mí podría ser peligroso"

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Todavía con los ojos cerrados, puedo sentir el brazo de Blade rodeandome, tenía la mitad del peso de su cuerpo sobre mi, aplastandome. Trate de correr su brazo lentamente para no despertarlo y poder salir de la cama, lo estaba logrando, antes de que pueda apoyar su brazo sobre la cama, su cuerpo se mueve, pensé que lo había despertado, pero solo giró su cuerpo hacia el otro lado, suspire de alivio,  una vez libre, me dirijo donde esta el armario para agarrar una muda de ropa, cuando ya tengo entre mis manos una remera lisa de color verde militar, junto con un jogging negro, agarró un par de medias con mis zapatillas, y voy directo al baño, me lavo los dientes y la cara, para luego hacer mis necesidades, pasó por encima de mis hombros la remera que llevaba puesta, atascandola con mi cabeza en el camino, cuando mi dorso se encuentra desnudo, lo cubro con la nueva remera, hago lo mismo con la parte de abajo, me siento en la tapa del inodoro para poder ponerme el calzado, estando ya casi lista, paso un cepillo sobre mi cabello, ahora estando un poco presentable, salgo del baño.

Cuando llegó a la cocina le dejó una nota sobre la mesa avisandole que ya me voy para el colegio. Con mi mochila ya sobre mi hombro y la puerta cerrada con llave, empiezo mi camino hasta allá.

Las calles parecían estar desoladas, o quizas era yo que nunca le prestaba atención a la gente, con suerte sabía el nombre de los profesores en el instituto, pero de los alumnos creo que solo se el nombre de Tristan, ya que es con el único que llegué a relacionarme. Siempre fui muy reservada y los demás parecían tener miedo a acercarse, tampoco es que me interesaba mucho que no lo hicieran, las personas suelen juzgar mucho, no sentía que pudieran entenderme, en el orfanato cada uno tenía su propio drama, así que soliamos no molestarnos entre nosotros, el problema era la gente de afuera, una vez por año teníamos una "visita solidaria", gente que iba a ayudar a entretenernos, pero los niños del Lyra Derry no son como los del orfanato jhonson, la mayoría venía con un pasado trágico, los demonios nos seguían a cada uno de nosotros, si había algún alma sin ningún tormento, ese lugar lo cambiaría, no podrían importarle menos el cuidado de nosotros a las autoridades del lugar, se supone que nos ayudarían a salir de esa zona introvertida y poder ser más estables, pero solo nos retenían más. 

No recordaba si antes de llegar al orfanato era así también, o mi personalidad cambio por algo, ni siquiera recuerdo quienes eran o qué le pasó a mi familia, Blade fue el único que logro que salga de esa zona de confort y me relacione, sin golpear a nadie, nunca entendí cómo a pesar de todo la alegría rodeaba su ser, siempre tuvo más fuerza de voluntad que yo, aunque él no lo admita, mi mente no fue lo suficiente fuerte para soportar lo que sea que me haya pasado, reprimio todos los recuerdos de antes de mi llegada ahí, lo único que me dijeron es que probablemente era amnesia postraumática y algún día volverían a mi mente esos momentos, no tenía que forzarlo, pero ese día nunca llegó, Blade por otro lado, sigue recordando a pesar de todo, estaba con su padre caminando por la calle y unos asaltantes los quisieron robar, tenían armas de fuego con ellos, la prioridad de su papá fue protegerlo, pero el encuentro no terminó bien, ellos escaparon con sus cosas, y un nene de tan solo cinco años terminó en el piso sosteniendo a su padre mientras se desangraba, la ambulancia llegó tarde, la mamá lo había abandonado cuando nació, no sabía nada de ella, ya sin nadie que lo cuide su destino terminó encontrándose con el mío en esas mugrosas paredes grises.

Blade me admira porque dice que soy muy fuerte, pero para mi era al revés, yo lo admiraba a él por la misma razón, a pesar de las desgracias que pudo haber pasado, era una persona feliz, sonreía, lloraba, pide ayuda si la necesita, es sociable, era mucho más fuerte que yo aunque no lo vea, por el simple hecho de no guardarse las cosas y saber decirlas, yo podría no demostrar las cosas, podría no aceptarlas, pero ese es el camino fácil después de todo, les aplaudo de pie a las personas que están al borde del abismo y pueden gritar por ayuda, eso si es ser valiente, y yo no lo era, no de ese modo.

Recorda que él tiene las manos limpias también a diferencia de las tuyas que están bañadas en sangre ajena.

Suspiré para alejar todo tipo de pensamientos en mi mente.

A veces sentía que tenía mucho peso sobre mis hombros, más del que pudiera soportar.

Delante de mí por fin se encontraba el instituto, apuré mis pasos ya que no faltaba mucho tiempo para que la primer clase empiece, a mi alrededor había varias personas como yo corriendo para no llegar tarde, y otras que ni siquiera les importaba. Cuando llegue a la puerta del salon que me tocaba entre y fui a sentarme en uno de los asientos del fondo, para mi suerte todavía no había llegado el profesor, vi de reojo que alguien se sentó a mi lado, no le preste atención hasta que un golpe en mi banco hace que levante la mirada, habían dejado algo sobre el, miro confundida hacia mi lado, y como debí esperar, ahí se encontraba Tristan.

—¿Qué es esto? —pregunté mientras tomaba entre mis manos lo que parecía un cuaderno.

—Son mis apuntes de las clases, estuviste faltando bastante, y no creo que seas superdotada, no sé como esperabas aprobar todas las materias, pero espero que te ayude.

No pude evitar sorprenderme ante su respuesta.

—¿Por qué? —mi cara creo que transmite mi confusión.

—Creí que ya había quedado claro el interés que tengo por vos, eso implica querer ayudarte—responde con el entrecejo fruncido.

Me quedé mirándolo unos segundo al escuchar su respuesta, su rostro me decía que era sincero, pero mi mente decía que no lo era, después de todo ¿que podría llamarle la atención de mi?, pero por una vez deje mis inseguridades de lado y me permití sonreír aunque sea un poco ante sus palabras. Su mirada era intensa, me observaba con detalle como queriendo saber hasta lo más profundo de mi, haciendo que yo haga lo mismo, quería conocerlo, entenderlo, porque después de todo no se alejó como hacen los demás, despertaba mi curiosidad, y quizás algo más que me negaba admitir, ¿Qué escondes detrás de esos enormes y misteriosos ojos verdes Tristan Rymer?

Al estar observandolo me di cuenta que el gran moretón que se encontraba en uno de los lados de su cara, ya estaba desapareciendo, ya no era de tonos morados, ahora era más amarillento casi pasaba desapercibido, excepto que mires con detalle, como estaba haciendo yo ahora mismo.

La puerta resonó al cerrarse, el profesor había entrado, cortando nuestras miradas, empezó a hablar dando su clase y esta vez trate de prestar atención.

—Gracias, Tristan —dije sin voltearme a verlo, pero de reojo pude ver como sonreía.

¿Segura que queres confiar?

¿Por qué le llamarías la atención?

Si, es hora de aprender a sobrellevar con las cosas, tengo que ser valiente, como Blade, así que voy a confiar, que él decida cuales son sus intenciones y si va a decepcionarme.

Las voces siguieron hablando, pero por primera vez puedo decir que no las escuche.

La luz de mi celular se prende iluminando el banco, ya que se encontraba dado vuelta, al revisarlo puede ver que un mensaje había llegado.

Número desconocido:

¿Me extrañaste? :)

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