Capítulo 2

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Narra Enola:

Estaba en el salón viendo las noticias.

Había aparecido la noticia de la muerte de aquella chica. ¿Cómo se llamaba? Ains, no me acuerdo. Solo recuerdo que era una chica joven que despareció hace unas semanas. ¿Por qué la gente es tan cruel hoy en día? Esa chica no se merecía aquello.

Solo de pensar en lo que tuvo que sufrir se me pusieron los pelos de punta.

Prefería no pensar más sobre ese tema y me fui a la habitación.

Por suerte no estaban mis padres y puse la música a todo volumen mientras iba a limpiar un poco la casa antes de que vinieran Janet y Andy.

Justo cuando cogí la fregona para empezar a limpiar sonó el teléfono.

Dejé la fregona a un lado y me fui corriendo hasta la entrada, en donde estaba el teléfono fijo.

-¿Diga?.- pregunté.

-¿Enola? ¿Eres tú?

Empecé a extrañarme. No llegaba a reconocer aquella voz. -¿Quién es?

-Soy Andy.- contestó.

-Ahh, hola. Lo siento, no te reconocía la voz.

-Eso es la voz que va cambiando con los años, ya se me está poniendo voz de macho.

-Jajajajaja si tú lo dices...- este chico conseguía hacerme reír con cualquier bobería.

Es un idiota, lo admito, pero se le quiere.

-¡No te rías!

-Vale, vale.- dije con una sonrisa en la boca. -¿Qué pasa?

-Ya vamos para allá, en unos 5 minutos.

¡¿5 minutos?! ¡No me iba a dar tiempo de recoger la casa!

-Emm... Vale, tampoco hace falta que se tomen prisas para venir, ¿eh?

-No te preocupes, ya estamos entrando en el coche de todos modos.

-Vale... Nos vemos.- dije algo frustrada.

-Adiós.- dijo y colgó al instante.

Vale, ¿ahora qué hago para fregar todo el salón más rápido que un rayo?

Después de estar pensándolo detenidamente, decidí pasar la escoba y fregar el suelo más tarde, antes de irnos al aeropuerto.

Cuando iba a guardar la escoba, oí el motor del coche de Andy. Fui a la ventana del salón, moví un poco las cortinas y allí estaba su coche. Se paró delante de la puerta y vi a Janet bajar de él. Estaba sonriente, como siempre.

Me paré a ver como se despedía de Andy. ¿Acaso él no iba a entrar?

Bueno, da igual. Janet cerró la puerta y el coche salió a toda velocidad.

Fui a abrirle la puerta a Janet para que pudiera entrar. Una vez abierta, me tiré a sus brazos.

-¡Janet! ¡Mi hermana de distinta sangre! ¡Mi pequeña loca! ¡Mi vida!.- decía exageradamente mientras la abrazaba con fuerza.

-Soy tu todo, no puedes vivir sin mí.- dijo orgullosa.

En eso sí tenía razón, no sé que sería de mí sin ella.

Entró a casa y cerré la puerta.

Ella la estaba vestida para el viaje y yo... Pues iba con mi pijama de oso.

Broken Mirror (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora