El chico misterioso

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Un chico de pelo color avellana, labios finos, ojos grandes color azul cielo y mejillas rosadas apareció misteriosamente de atrás de la trastienda. Estaba enfrascado leyendo un libro titulado: UNA ROSA PODRIDA. Levaba otros libros en la mano, como LA REINA y UNA VENGANZA PSICOLÓGICA, entre otros. He de admitir que me atraía bastante su físico. El chico se acercó hasta donde estábamos nosotras, aún sin apartar la vista de su libro.

-Mark, ¿otra vez leyendo esos libros? Te he dicho mil veces que leer solo te mete tonterías en la cabeza.

- No son unos libros cualquiera,- dijo Mark a su tía con expresión indignada, mientras seguía sin apartar la vista de su libro. La verdad es que parecían bastante interesantes, porque no apartaba sus relucientes ojos del libro ni para contestar a Rosmelta.-son los mejores libros que he leído en mi vida, así que si no te importa dejarme en paz...

- ¡Mark, qué modales son esos! ¿No ves que tenemos invitadas?- le dijo Rosmelta. En ese momento apartó por primera vez la vista del libro y nos observó a todas. A mi me empezaba a faltar el aire. Se quedó observándome un tiempo, pero yo no podía hacer nada, estaba inmóvil, petrificada. No me suele gustar conocer a gente nueva porque me juzgan solo por mi forma de relacionarme con los demás. Pero es que yo soy así, no lo puedo remediar ni aunque quisiera. Había algo en ese chico que lo hacía extraño, diferente... Era como estar al lado de alguien que me transmitía tranquilidad... Aunque me seguía sin gustar estar ante la presencia de tanta gente...

-Ups, perdónenme, es que no me gusta que me interrumpan durante mi lectura... Encantado, soy Mark- dijo dirigiéndose a mi madre y a mi tía. Yo cada vez tenía más y más ganas de que me tragara la tierra...- Soy de Londres y he estado aquí durante un tiempo antes de empezar el instituto allí...Empiezo 4º de ESO.

- ¡Qué casualidad, porque justo mi hija Merliah empieza ese curso en la AII-dijo mi madre mientras ne da con el codo para que me presente, pero yo no queria...

-¿De verdad vas a entrar en la AII? Buaaa.. ese es mi sueño desde que empecé el instituto... Debes de ser muy inteligente, porque alli cogen solo a los mejores...-añadió Mark. En ese momento me vi obligada a intervenir.

-Emmm... si... mi coeficiente intelectual es de 99 sobre 100- dije con voz temblorosa. Hay muchas chicas que se quejan de que no saben hablar con chicos, pero yo no sé hablar con nadie en general... A veces me gustaria poder entablar una conversación con alguien que acabo de conocer sin ponerme nerviosa o, simplemente entrar en un trance en el que no escucho a nadie en ningún momento. Creo que eso es lo que mas me molesta de mi enfermedad. Muchas veces quedo en un limbo y no escucho nada de lo que me rodea.

-Jo, que inteligente debes de ser muy lista, porque yo hice la prueba de acceso al instituto y obtuve 70 puntos...
-Bueno, no está mal- respondí. Él me sonrió. No era esa típica sonrisa que ponen mis padres cuando les digo algo sobre el Asperger, que parecía más de pena que una sonrisa de verdad, ni era la sonrisa que esbozaban los chicos de mi antiguo instituto cuando me ponían zancadillas y me tiraban los libros al suelo. Ahora que lo pienso, eran más carcajadas que sonrisas...
-Ha sido un placer conocerlas, espero verlas pronto- dijo Mark haciendo un gesto muy caballeroso. Entonces, se fue de nuevo a la trastienda, pero aún se veía el resplandor de sus ojos en la penumbra.

Amistad SuperdotadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora