Me desperté por el sonido de mi teléfono. No recuerdo cuando me quedé dormida pero si sé que estaba muy cansada. Miré a Yaiza, ella seguía dormida y no la iba a despertar, así que decidí llamar a Paula y Vicky y preguntarle qué tal todo. Al final, llamé a Paula ya que estaba en línea, me puse los cascos para evitar hacer ruido y pulsé el botón de "Llamar".
Piiii, piiiii
-Hola Merliah
-Hola Paula, ¿qué tal todo?
-Pues la verdad muy bien. La chica, Anabel, es muy amable y nos ha acogido genial. La casa no es nada del otro mundo pero se está bien. ¿Vosotras?
-También bastante bien, esta chica tiene un casoplón y... - digo pero una voz me interrumpe.
-Yo no le llamaría casoplón pero gracias por el cumplido- dijo entre risas.
-¡Marta! Eh... esto... Yo... ¿Qué haces aquí?- dije nerviosa y avergonzada.
- Bueno, vine a despertar a mis ángeles americanos, peor veo que uno ya se ha adelantado- dijo para luego soltar una carcajada- ¿Yaiza aún dormida?
-Si, le gusta dormir, pero me da pena despertarla...
-¡EH! Si... Estoy... Despierta... amm...- dijo Yaiza medio dormida desde atrás mía.
- En ese caso iré a pedir a Olga el desayuno...
-¿Olga? - pregunté extrañada.
- Es el ama de llaves, cocinera y prácticamente mi segunda madre, pues ella me ha criado puesto que mis padres viajan mucho por cuestiones de trabajo. Ahora mismo vuelvo.
Por cierto, os llevaré a uno de mis lugares favoritos en Londres y así aprovecharemos para que conozcan la ciudad. - Dice y cierra la puerta tras ella.-Joder, tiene hasta ama de llaves la tía... Yo lo que he tenido más parecido a un ama de llaves es una chica que hacía las tareas, ¿y sabes que es lo mejor? QUE ERA YO - dijo Yaiza tras reincorporarse y mirar su móvil.
-Estas loca- dije entre risas.
-Yap, pero soy tu loquita- dice riéndose conmigo y tirándose de nuevo en la cama.
-Ya... ¡Ostras! ¡Paula! -voy corriendo hacia el móvil para cogerlo apresuradamente- ¿Paula?
-Sigo aquí... - dice partiendose de risa.
-Lo siento... Por cierto, ¿y Vicky?- pregunté curiosa.
-Se acaba de despertar la muy perezosa- dice gritando la última parte para que ella se enterase.
-¡¡EH, QUE TENGO SUEÑO VALE!!- Se escucha a Vicky por el fondo.
-Lo que digas... An el nos va a llevar a un museo, ¿queréis venir con nosotras? No creo que a Anabel le importe- dice Paula.
-No podemos, Marta nos va a llevar a nosedonde, pero luego, a la hora de comer, podemos ir todas juntas a un McDonald's o algo... - sugerí.
-Hecho, luego os escribo, bye- dice despidiéndose.
-Bye- cuelgo.
-¡CHICAS, A DESAYUNAAAARRRR!- Grita Marta desde abajo y corremos a comer. Entramos en una sala y nos quedamos boquiabiertas: una mesa enorme con todo tipo de tostadas, embutidos, mantequillas, pasteles, batidos, cafés, y... ¡Una fuente de chocolate! Marta estaba como si nada sentada en la mesa con su móvil, al parecer hablando con alguien.
Nos vio, se rio y le dijo a la persona del teléfono que iba a comer y que más tarde le llamaba. Hizo un ademán para que nos sentáramos y obedecimos. Tras tomar asiento, nos dijo que a qué esperábamos, que comiésemos, que no fuésemos tímidas y nos sintiésemos como en casa.
Yaiza empezó a comer y yo la seguí. Realmente todo estaba riquísimo. Terminamos y volvimos a subir. Nos vestimos y recogimos nuestras cosas. Yo me puse una falda con medias una blusa. También cogí una chaqueta por si hacía frío. Quité el móvil de cargar y lo guardé en el bolsillo mientras Yaiza se marcaba un bailecito con los cascos puestos. La miré, me reí de ella por unos instantes y salimos.
El clima en Londres es bastante raro ya que hay mucha niebla y hace frío, mucho frío. Entramos en la limusina y John nos deja en un ENORME, y cuando me refiero al término enorme digo ENORME centro comercial.
Entramos y pudimos apreciar que éste tenía tres plantas. En la baja, podíamos encontrar restaurantes y fast food, así como servicios y zonas de restauración. En el resto sólo había tiendas. Tiendas y más tiendas...
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Amistad Superdotada
Teen FictionCura para el Asperger: una amiga que te ayuda en todo, un amigo que siempre está contigo, unos padres geniales y una vida tan loca como la de Merliah