《Tal Para Cual》《YOONMIN》

¿Matrimonio? No, gracias.

Jimin se encontraba encerrado en su habitación, enfurruñado sobre suave cama mientras despotricaba en contra  de su progenitor por haberlo chantajeado para llevarlo de vuelta a su país natal.

Y es que, era tan frustrante su situación. Su padre no aceptaba el hecho de que prefiera vivir su vida de una manera totalmente diferente a como él esperaba. Solo quería enlazarlo con alguien que, probablemente, querrá doblegarlo y someterlo a su antojo.

--Como si eso fuera a pasar. -bufó enojado.

Pero tampoco se preocuparía demasiado al respecto, después de todo y, si sus planes no fracasaban; su estancia en Corea sería mucho más corta de lo que su padre suponía.

Sonrió ante ese pensamiento.

Un malhumorado Yoongi daba órdenes por su teléfono celular mientras esperaba que el ascensor llegara hasta el piso en donde se encontraba su oficina.

Por primera vez llegaba tarde a su empresa y todo cortesía de su hermana, que no hacía más que menguar su paciencia con su comportamiento infantil y obsesivo.

Necesitaba encontrar rápido una solución.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, dejándolo en su piso correspondiente, salió a paso veloz del pequeño cubículo y llevó su vista al frente, donde su secretaria lo esperaba con su acostumbrada sonrisa y con su anhelada taza de café.

--El señor Park lo espera en su oficina desde hace quince minutos. -informó la eficiente chica mientras le extendía la bebida sin borrar su sonrisa en ningún momento.

--Gracias Yuna. -respondió sin siquiera detenerse a mirarla.

--Señor Park. -saludó una vez dentro de su oficina --Lamento la demora. ¿Desea tomar algo?

El alfa mayor negó --Despreocúpate hijo.

Yoongi tomó asiento y, dando un último sorbo a su café, se dispuso a darle toda su atención al hombre que por años ha sido un invaluable aliado de su empresa. Pero, más que eso, un viejo amigo de su familia.

--Me sorprendió bastante que haya cancelado la reunión del otro día. -comentó Yoongi.

--Pido disculpas por eso. Me ví en la necesidad de salir de Corea por asuntos personales. -suspiró pesado
--Mi hijo, Jimin, no me lo pone nada fácil en ocasiones.

--Lo comprendo perfectamente. -comento Yoongi con gesto pensativo 
--Mi hermana menor me pone en una situación parecida a la suya con su hijo.

--¿Yuri? Pensé que estaba en el extranjero.

--Lo estaba, pero regresó hace unos días. -hizo una mueca de pesadez que no pasó desapercibida para el alfa mayor.

--Comprendo ¿Y qué tal están tus padres? -cuestionó en un intento por llevar la conversación a un tema más ameno.

--Están bien. -contestó resignado a que su conversación girara más en torno a sus vidas personales que a los negocios, pero de todos modos agradeciendo el cambio de rumbo de la charla
--Disfrutando aún de sus vacaciones.

--¿Dónde están ahora? -volvió a cuestionar con sincera curiosidad el mayor.

--No sé exactamente, hace unas semanas tomaron un crucero por el caribe. Ya sabe lo que opina mi padre acerca de la tecnología cuando está de vacaciones. -esto último haciendo alusión a la costumbre de su padre de dejar de lado los medios de comunicación modernos para centrarse en disfrutar al lado de su amada.

--Cuanto los envidio. -suspiró el padre de Jimin --Me encantaría jubilarme y dedicarme a viajar por el mundo, disfrutando de los años que me restan.

Yoongi observó con curiosidad al señor Park, notando sus facciones cansadas y su postura de hombros levemente caídos --¿De que habla? Usted aún es joven, señor Park. -comentó con la intención de animarlo, pero no por esto dejaba de ser sincero.

--No tanto hijo, ya estoy empezando a cansarme de todo esto. -refutó con su habitual voz grave y firme.

--Y ¿qué hará? -se interesó el pelinegro en saber. Yoongi nunca lo había dicho puesto que no es alguien muy expresivo en cuanto a sentimientos se refiere, pero en verdad sentía un gran cariño por el canoso alfa frente a él, a quien consideraba casi parte de la familia. 

--No lo sé. -contestó encogiéndose de hombros --Mi hijo se niega a madurar y tomar las riendas de lo que por derecho le corresponde y que tanto sacrificio me ha costado. -hace una pausa significativa antes de proseguir --Tampoco quiere casarse por lo que no creo tener pronto a alguien que continúe mi legado.

Yoongi realmente quería tener palabras de aliento para el otro, pero simplemente no sabía qué decir o incluso hacer para ayudarlo.

--¿Irás a la fiesta de esta noche? -cuestionó el alfa mayor centrándose en el tema que fué a tratar con Yoongi y dejando de lado su lastimosa situación.

--No lo sé. La verdad es que no tengo cabeza para fiestas en este momento.

--Yo pienso que deberías ir. Muchos asisten a este tipo de fiestas para iniciar cortejos, quién sabe si encuentras a una buena pareja para ti.

Ante esto, el azabache se limitó a negar --Sinceramente ya tengo suficiente con los dolores de cabeza que me provoca Yuri como para agregar a alguien más a la lista.

--Pero Yuri no es tu pareja. -obvió, cambiando su tono de voz a uno mucho más serio y solemne --Acepta un consejo de alguien que ha vivido mucho más años que tú: la vida es mucho más placentera cuando tienes junto a ti a la persona indicada.

--No todas las personas nacimos para el matrimonio ni para una vida hogareña, señor Park. -sonrió ladino, queriendo dar por terminado el tema. No esperaba que los demás comprendieran su posición respecto al matrimonio, pero sí esperaba que respetasen su opinión.

Con resignación, el alfa mayor se puso en pie, comprendiendo que, quizás, ese era un tema de discusión en el cual estaba destinado a fracasar.

Dando por finalizada la reunión, hizo una leve inclinación como despedida a la que Yoongi respondió con una venia mucho más pronunciada en señal de respeto.

--Tú y mi hijo serían tal para cual. -susurró bajo el canoso alfa justo antes de salir y cerrar la puerta tras de sí.

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Aburrido, lo sé y lo siento, pero este capítulo es necesario para la trama.

Creo que el siguiente les gustará un poco más. -O eso espero :v

《Akina》