《Tal Para Cual》《YOONMIN》

El nuevo asistente personal de Min

Jimin sintió su cuello picar tras más de cinco minutos de sentir una mirada asesina posada sobre él.

Con la cabeza gacha y sus ojos puestos en la revista que había ocupado sus manos nada más llegar al piso en el cual estaba la oficina del pálido alfa, dibujó una sonrisa burlona en sus labios.

Empezaba a resultarle divertida esa animadversión que el primo de Yoongi le profesaba.

Elevó su mirada hasta toparse con los ojos de Taehyung, quién no se molestó en ocultar todo el enojo y el reproche que sentía.

--¿Hay algo que quieras decirme? -cuestionó a la vez que arqueaba de manera perfecta una de sus cejas. Taehyung soltó un bufido de irritación y simplemente lo ignoró para dedicarse a revisar la agenda del alfa.

El rubio negó divertido y devolvió su atención a la revista. Pero esto no duró demasiado, ya que otra vez sentía como era taladrado.

--Si tienes algo que quieras decirme será mejor que lo hagas ya o terminaré desgastado. -habló nuevamente el más bajo, esta vez sin molestarse en levantar la mirada.

Tae hizo una mueca de fastidio.

--No entiendo por qué estás aquí. -se quejó el de sonrisa cuadrada. --¿Qué ganas tú de todo esto? Porque es obvio que buscas ganar algo.

Jimin observó detenidamente el semblante del omega que no hacía más que lanzarle dagas con la mirada. Le quedaba más que claro que no era del agrado del chico, pero no podía evitar cuestionarse la razón.

Aunque, claro está, no iba a preguntar.

Era su primer día como asistente personal de Yoongi. Compartiría las funciones con Taehyung, ya que este se había negado rotundamente a abandonar el puesto de secretario, facilitándole así las cosas. Taehyung se encargaría de la parte "aburrida" del trabajo (las llamadas, la agenda y el papeleo) mientras que a él le tocó la parte más interesante, -en su opinión- se encargaría de ser el intermediario entre el CEO y los clientes y por supuesto, el traductor.

--Que ¿qué gano yo? -cuestionó --Dinero extra.

El rostro de Taehyung reflejó toda la indignación que sintió tras escuchar esas palabras. Achicó los ojos y su mirada se oscureció un poco debido a la rabia que sentía --Ya sabía yo que este ofrecimiento tuyo no era gratuito.

--¿Por qué lo sería? -dijo encogiéndose de hombros --Ofreceré un servicio, es lógico que cobre por el ¿Acaso tú no lo harás?

--Por supuesto que no. -aseguró Tae
--A diferencia de ti, para mí el dinero no lo es todo.

--Bien por ti. -aseguró sarcástico, provocando más enojo en el omega contrario

--Puede que mis tíos, mi hermano o incluso Yoongi se nieguen a ver la clase de persona que eres en verdad. Pero yo no. No permitiré que una copia barata como tú le cause más daño a mi familia.

Jimin parpadeó incrédulo, no entendía ni la mitad de las cosas que ese chico decía pero era capaz de registrar todo el resentimiento que había tras cada frase que abandonaba la boca del otro.

--Me importa poco o nada lo que tú opines. Aunque te duela, soy el esposo de Yoongi y lo seguiré siendo.

--¡Já! Te crees la gran cosa ¿no? Veremos si tú matrimonio alcanza el año. -Tae observó como los pequeños ojos de Jimin se ensancharon y una sonrisa victoriosa surcó sus labios
--Así es, sé todo sobre su acuerdo.

--Ya veo. Da igual que lo sepas. -espetó con fingida indiferencia. --Igual no puedes hacer nada.

--Ya veremos. -amenazó Taehyung.
--No subestimes el poder del afecto que existe entre todos nosotros.