《Tal Para Cual》《YOONMIN》

Dolor

Más de cuatro horas había transcurrido ya. Horas en las que Jimin deambuló por la ciudad intentando calmar los estragos que le causó el descubrimiento no solo de que el gran amor de Yoongi había regresado, sinó, también, que era idéntico a él.

Su mente no paraba de darle vueltas a todo el asunto y su lobo...su lobo había entrado en una aparente depresión luego de varias horas de lloriquear y rasguñar en su interior exigiendo ir con "su alfa". Obviamente había sido olímpicamente ignorado por el rubio, quien se negaba a sucumbir ante los deseos de su parte animal.

No, él no iba a mostrarse débil o necesitado. Puede que no entienda todo el asunto respecto a Yoongi y al recién llegado, pero había algo que sí tenía claro: Las casualidades no existen.

Estaba convencido de que Yoongi se había casado con él debido a su similitud con el pelinegro. Lo peor de todo era que toda su familia parecía estar enterada, puede que incluso hasta su propio padre.

Y le dolía.

Se sentía usado aún cuando era conciente que existía un acuerdo entre él y el mayor. Porque, si bien el amor nunca fue parte de la cuestión, ese dolor punzante en su pecho le decía que había caído enamorado de ese estúpido alfa.

Y tener que aceptar esa verdad, justamente en las circunstacias en las que se encontraba, lo hacía sentirse como un reverendo idiota ya que era conciente de que no era más que el sustituto de otra persona.

Simplemente la "copia barata" como lo había llamado Taehyung.

Había secado durante horas las lágrimas que no paraban de brotar de sus ojos, haciéndolo sentir por primera vez en años como cuando era un niño que recién perdía a su madre, mientras que su padre parecía olvidarse de su existencia.

Y fue justamente ese sentimiento de pérdida y soledad lo que lo hizo tomar la decisión de marcharse.

Llegó a la casa Min dispuesto a terminar con todo pero la presencia de la omega menor de la familia hizo que detuviera su andar.

Yuri se encontraba justo frente a él y a juzgar por lo hinchado y rojo que tenía los ojos era más que obvio que la castaña había estado llorando.

"Tan patético" fue el pensamiento del rubio al darse cuenta de que él debía tener la misma apariencia.

Intentó pasar de largo pero Yuri lo detuvo.

--No funcionó. -escuchó decir a la omega. El sentimiento de derrota y resignación que impregnaba esa simple frase provocó en el lobo de Jimin unas ganas terribles de abofetearla. Todos sus instintos asegurándole que la aparición del omega pelinegro era responsabilidad de ella. --Creí que cuando Yoongi tuviera en frente a Sungwoon recordaría todo el daño que le hizo y su odio reviviría, alcanzádote a ti también, pero no funcionó. Él lo perdonó. -un sollozo escapó de los finos labios de la joven tras la última declaración --Nada de lo que he hecho hasta el momento ha servido más que para hacer que Yoongi me odie y se aleje de mí.

Jimin tuvo la intención esta vez no solo de abofetearla, sinó, también, de gritarle y burlarse de sus intentos fallidos. Pero el propio dolor en su pecho tras ese "Lo perdonó" debilitó todo su cuerpo, dejándole una sensación de vértigo que lo obligó a sujetarse.

Respiró profundo antes de enderezar su postura y dirigir hacia la omega una mirada fiera --No entiendo por qué me cuentas esto -contestó con el tono más calmado de que era posible en ese momento --Si lo que buscas es mi consuelo, estás con la persona equivocada. -emprendió nuevamente su camino, decidido a no sucumbir ante los impulsos de su lobo y lastimar a la omega.

--No busco tu consuelo, -aseguró Yuri
--Eres la última persona en quien lo buscaría. Lo que intento decir es, que me rindo. Acepto que perdí y que Yoongi jamás me va a amar como yo a él. -Jimin escuchó una pequeña risa descontrolada provenir de la chica, la observó, analizó sus facciones, sus gestos y ademanes; y solo así pudo notar que, a pesar del intento que la omega hacía para mantenerse serena mientras hablaba, en sus ojos se podía apreciar ese vacío y la falta de brillo que le aseguraban que no solo él lidiaría con un corazón roto.

Ese conocimiento le provocó un poco de empatía hacia la castaña. Movido por ese sentimiento, decidió dedicarle sus últimas palabras.

--Una vez alguien me dijo la frase más estúpida que he escuchado jamás. -pronunció. Yuri frunció el ceño motivándolo a concluir su frase --"No me importa renunciar a la persona que amo si su felicidad está en otros brazos ".

Yuri rió de manera escandalosa mientras secaba varias lágrimas que bien podrían adjudicarse a sus carcajadas. Pero la manera en la que todo su cuerpo temblaba con sutiles espasmos dejaba en claro que eran lágrimas de dolor.

--En verdad es una frase estúpida. -pronunció con una sonrisa rota y ojos acuosos que le aseguraron a Jimin que la chica estaba a nada de romper en llanto.

--Es lo mismo que pensé yo. -concordó con una sonrisa tensa. Relamió sus labios en un intento de no sucumbir él también ante el dolor --Pero ¿No nos vuelve estúpidos el amor?

Y ese fué el punto de quiebre de la omega. Jimin observó cómo las lágrimas en el rostro contrario brotaban sin control y sintió sus propios ojos picar y su garganta cerrarse.

Continuó con su camino y llegó hasta la recámara que compartía con el pelinegro.

Al entrar, lo primero con lo que se topó fue con la oscura mirada de Yoongi.

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《Akina》