Save me. (Baekyeol / Chanbaek)

Capítulo seis.

La fría mañana de marzo había pillado desprevenido a Baekhyun, quien caminaba al colegio, casi tiritando de pies a cabeza, con las manos alrededor del cuerpo, abrazándose así mismo, como queriendo aplacar un poco el viento casi mortal que corría.

Llevaba unas varias cuadras caminadas y no faltaba más de tres para llegar a destino, pateó unas cuantas piedras y sonrío al encontrarse dos niños pequeños de la mano camino a la escuela, no podía dejar de pensar en lo afortunado que era en poder encontrar otra vez a su amigo y amor de infancia otra vez. Siguió mirando al suelo y sonriendo porque sí, hasta que sintió que una de sus manos se entrelazaba con otra más fuerte y más cálida. Se giro por acto de reflejo y allí estaba Chanyeol, podía ver que estaba sonriendo a través de los ojos, porque estaba excesivamente abrigado, llevaba puesto un abrigo largo que le cubría hasta un poco más arriba de las rodillas de color negro, ajustado, también llevaba una larga bufanda color gris,  alrededor del cuello que tapaba hasta su nariz. Luego de inspeccionarlo varias veces con la mirada, Baekhyun soltó una pequeña carcajada.

-¡Yah Chanyeol! –Dijo Baek para soltar otra carcajada- ¿No crees que es un poco exagerado? –Dijo mientras apuntaba el abrigador vestuario de su compañero y reía apretándose el estómago.

-Eso es exagerado –Dijo Chanyeol apuntando la falta de ropa de Baekhyun y los pequeños espasmos que tenía gracias al frío viento que corría constantemente- Ven haré que entres en calor –Dijo mientras comenzaba a sacarse la el abrigo lentamente, desabrochando uno por uno los botones y los colores subían a la cara de Byun.

-¡Yah Park Chanyeol! ¡¿Qué haces?! –El más alto se detuvo y miro su cara, no pudo evitar soltar una fuerte y profunda carcajada y siguió desabrochando los botones lentamente- Chanyeol, aquí no, ¡Chanyeol! –Dijo para luego quedar pasmado y en silencio viendo como el más alto después de sacar su abrigo, se sacaba el chaleco que llevaba debajo, para luego pasárselo a él.

-Te pasaría esto –Dijo mirando su abrigo- Pero te quedará muy grande, incluso más grande que ese chaleco –Y no era una broma, Baek tímidamente tomo el chaleco y se puso, cuando éste cayo por su cuerpo pudo ver que era tres o cuatro tallas más grandes, las mangas cubrían sus brazos y manos enteras,  y aún así sobraba tela, bueno realmente sobraba tela por todos lados- Te ves muy tierno –Dijo Chanyeol acariciando la sonrojada mejilla de Baekhyun- ¿Vamos? –El más bajo asintió con la cabeza y vio como Chanyeol otra vez enlazaba sus dedos con los de él, como si fuera lo más normal del mundo.

El resto del día, como nunca, fue normal, Baekhyun no tuvo ni una arcada en todo el día, pero si falta de apetito, sintió las leves caricias de Chanyeol en sus dedos durante la clase y acordaron hacer el trabajo de música juntos, conversaron hasta que llego la hora de salida, que ésta vez era la más triste para Baekhyun, porque aunque Chanyeol estuviera al frente de él, ya podía sentir el vacío cuando lo viera marcharse a su casa.

-Bueno, ya sabes… Mañana después de clases a mi casa –Chanyeol asintió ante las palabras- estaremos solos… Quiero decir, que estaremos tranquilos para practicar y esas cosas –Chanyeol sonrió y asintió con la cabeza, luego de un sonoro beso en la mejilla, dejando mareado y sonrojado a Baekhyun, se despidió con la mano desapareciendo lentamente de su vista, el más bajo, como supuso, sintió el frío desolador de inmediato.

Llego a su casa y se tiro sin piedad a la cama, con la cara hundida entre los cojines, hasta que sintió un aroma distinto en el ambiente. Los últimos años, Baekhyun había desarrollado el olfato más de lo común, lo cual era un arma de doble filo, porque muchas veces era el causal de sus noches y días al lado del inodoro, devolviendo todo lo que había consumido.

Luego de unos minutos sonrió al encontrar el causante del olor, ‘’El chaleco de Chanyeol’’, pensó, y automáticamente tomo una de las mangas para llevarla a su nariz  y trato de aspirar lo que pudo del olor, que fácilmente iba impregnándose en su nariz y en su memoria. Inconscientemente luego de estar un largo tiempo sonriendo como idiota, aspirando el agradable olor de la prenda, cayó en un sueño profundo.