Save me. (Baekyeol / Chanbaek)

Capítulo catorce.

El llanto cesó luego de unos largos minutos tendido en el suelo alrededor de los brazos de su madre, quien acariciaba su espalda. Se paró del suelo como puedo y casi falla en un tambaleo y la debilidad de sus piernas, camina lánguido por el pasillo hasta llegar a su habitación y todo lo que hace después sólo es inercia propia del cuerpo.

Gira la manilla con total debilidad y lo primeo que encuentra frente a frente es una foto en un cuadro de bordes metálicos anticuado, Baekhyun salía riendo, riendo con total naturalidad y se puede ver las dos corridas de sus dientes blanco perlados, Yeol sonríe al instante de capturar la cara de Baekhyun en sus pupilas, pero luego de eso siente una estocada en el corazón como avisándole que se ha roto en dos, quizás en más que en dos parte, quizá su corazón está trisado sin cura, sin algo que pueda repararlo.

Bota un suspiro demasiado pesado, que casi deja salir todo el oxigeno de sus pulmones, quedando un tanto mareado y luego de sacarse los zapatos y tirarlos a un lado, se tira a la cama con total pesadez, en peso muerto y queda boca arriba, mirando el techo y las lágrimas comienzan a salir de nuevo, recorriendo desde sus parpados hasta la línea de la mandíbula y luego descendiendo hacia el cuello. Un montón de recuerdos pasan por su mente como una película, como la película más hermosa que ha podido ver en años y en cierta forma se siente afortunado, pero eso lo hace angustiarse aún más, preguntándose por qué no pudo conocer al más bajito antes, por qué el destino los junto ahora, por qué Baekhyun siendo tan bueno debía recibir éste tipo de destino, que parecía ser castigo divino o tragedia griega.

Lentamente el caudal de las lágrimas comienza a aumentar y su llanto es tan fuerte que toda la casa lo puede oír, pero ya nada le preocupa demasiado, ni siquiera aparentar ser el fuerte y sensato de la situación. Luego de unos minutos se coloca en posición fetal, hunde la cabeza entre sus largas y delgadas piernas y puede percibir levemente que la delgadez también había abusado de su cuerpo, sintiendo las costillas pronunciadas y sus manos esqueléticas.

Paso un rato acumulando recuerdos, como un  mal de Diógenes emocional, quería en su corazón llevar todo y cada uno de los momentos que paso al lado de Baekhyun, quería impregnarlos en su corazón, en su piel y finalmente lo hizo también entre sus párpados cuando cayó dormido entre lágrimas y memorias.

Baekhyun una vez que sintió su respiración a lo lejos, se vio en una habitación blanca, sin pigmentos de otros colores, sin objetos, sin texturas, todo era liso, blanco, extremadamente calmado, pero se sentía intranquilo. En su conciencia, no tan conciencia, no puede percibir que está bajo los efectos de la anestesia, que esto es más un sueño, que una maldita realidad incolora.

De pronto todo lo blanco se vuelve de a poco celeste en la parte superior y de un momento a otro puede sentir la arena entre sus dedos, mira hacia abajo incrédulo, pero para su sorpresa, sí era arena, arena tibia y espesa, hacia su lado izquierdo observa como el mar hace su oleaje y a través de la cristalina agua ve peces nadando libremente. En un arranque de locura, no tan locura, comienza a caminar por la orilla de la playa, después de percibir que allá a lo lejos se encuentra el último pedazo de ésta y es como si su cerebro le dijera que es su meta por llegar.  

Camina tranquilo, sigilosamente, puede sentir la calma del lugar, de vez en cuando hace pequeños agujeros en la arena con su pies o arranca cuando las olas revientan en la orilla, puede sentir el agua helada calándole la piel, ríe al tacto de las pequeñas burbujas saladas.

Una vez que se está acercando al extremo, puede ver una figura alta, demasiado alta, siente su corazón acelerarse y su estómago se anuda; ésta figura está sentada en un roca en uno de los extremos, lleva jeans claros arremangados en la parte baja y también un polerón de color negro, tiene el cabello largo, castaño miel, que el viento revuelve entre brisa y brisa.