Cassy & Yin

Parte 1

Existió en alguna ocasión un joven de nombre Yin y cuál todos los adolescentes enfrentaba problemas casi tan cercanos al fin del mundo que su mente no podía lidiar con ellos.

¿Desamor? No, el pequeño Yin aún no llegaba a sentir eso por nadie.

¿Un villano malvado que intentaba aterrorizar el universo? No, bueno quizás un poco, su profesor de matemáticas era algo cruel.

¿Acné? No, hasta eso el pequeño Yin tenía una piel bastante suavecita, ese no era su problema.

Oh vamos, cuéntanos por fin su problema.

Bieeeeen, aunque era algo gordito, su problema no era para nada algo relacionado con el autoestima, no, para nada.

Su problema más grande de momento y que lo atemorizaba al punto donde creía que la vida no valía la pena, es que había sacado un ocho en un examen de matemáticas, eso no estaba bien, no para el y toda la arrogancia con la que solía caminar por el mundo todos los días.

Dios, el pequeño Yin había llorado en mitad de su clase al recibir ese exámen, avergonzado decidió salir corriendo de ahí, en dirección al baño.

Sin embargo, como suele pasar cuando uno corre, uno tiende a no prestar atención a lo que está haciendo, el pequeño Yin tuvo un tropiezo y mientras caía lentamente, se giró para al menos saber cómo se había caído, lo más raro de todo es que había sido una raíz de un árbol quien lo habia hecho tropezar.

El pequeño Yin había pasado cientos de veces por ese lugar y esa raíz jamás habia estado ahí.

Lo que fue todavía más extraño es que había caido sobre un enorme charco a pesar de que no había llovido hacía bastante tiempo.

Sin embargo, ahí estaba el pequeño Yin, tirado en el suelo, empapado y con lágrimas corriendo por sus ojos.

Cuando finalmente los abrió para ver cómo se encontraba su ropa y en cuántos problemas se metería con su madre, descubrió que ninguno de los edificios de su escuela estaban ahí, estaba rodeado de árboles y un extraño cielo púrpura.

Pero antes de que sus ideas pudieran empezar a circular, el mundo se transformó en completa obscuridad, como si algo lo estuviera rodeando.

Fue así, como el pequeño Yin terminó dentro de una bolsa, en manos de una rara anciana.

Quizás nunca han tenido la fortuna de pasar una linda tarde dentro de una bolsa, dejen les cuento un poco sobre lo que el pequeño Yin vivía mientras la muy cansada anciana intentaba cargarlo.

Primero que nada, Olía horrible, señora si se va a dedicar al secuestro de adolescentes, al menos limpie su bolsa.

Segundo, era muy incómodo porque la bolsa al estar algo vieja era rasposa y es muy molesto cuanto intentas entrar en pánico y no puedes porque la persona que finalmente decidió que arrastrarte era la mejor opción, no pone atención al camino y te vas golpeando con todas las rocas.

Sin embargo, lo que más le preocupaba al pequeño Yin en aquel momento, es que no sabía cuánto tiempo había pasado, dios, probablemente todos sus compañeros de clase pensarían que tenía diarrea, dios, qué pena.

Sin embargo tras un corto viaje, el pequeño Yin quien finalmente se me permitió salir de la bolsa, se encontraba ahora dentro de una jaula, que estaba dentro de una cueva.

Yo no sé si ustedes han viajado mucho a otras dimensiones, pero estoy seguro que el pequeño Yin estaría de acuerdo conmigo al decirles que los tres peores lugares para visitar, son una bolsa, una cueva y una jaula.