Parte 7

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Una pequeña advertencia por si te ves en la necesidad de tener que despertarme alguna vez en la vida, hazlo con un poco de espacio entre tú y mi pecho.

¿Porque? Cuando me despiertan de forma abrupta, doy un ligero salto.

Ojalá alguien le hubiera dicho eso al pequeño gato que saltó sobre mi pecho pero mejor te cuento desde el principio.

Bueno, estaba dormido cuando de la nada sentí un pinchazo en el pecho, desperté con un sobresalto, sin tener idea de dónde estaba, ese no era mi cuarto, con la poca luz que se colaba por la ventana pude ver que el reloj marcaba las 2:53, genial, no había dormido casi nada, poco a poco todo volvía a mi mente, estaba en una especie de hotel con Ernesto y Olivia, faltaba mucho para que tuviera que despertar así que obviamente decidí dormir de nuevo, cuando sentí un segundo pinchazo en mi pecho, gire mi cabeza para ver qué demonios estaba pasando.

Había sobre mi pecho un pequeño gato, no podía ser más grande que mi mano pero ahí estaba.

Parpadie varias veces porque no podía creerlo, ¿Realmente había un gato ahí?

Estire mi mano para tocarlo, de verdad estaba ahí, lo acaricie y lo acerque a mi rostro, no fue la más brillante de mis ideas pero supuse que el pequeño quería sentir amor.

Después ocurrió algo que para este punto ya no me sorprendía tanto, el pequeño gato habló.

"Amigo, necesito tu ayuda"

Supuse que ya era muy normal en este reino que los animales hablaran, digo, si las rocas hablan, los animales también.

Supuse que el gato quería salir al baño o algo por el estilo.

"Necesito ir al techo pero aún no puedo trepar solo" Fue lo que dijo.

Me incorpore en mi cama, vi un pequeño agujero en la pared, que supuse fue por donde entró el gato, no sabía qué hacer.

Quería dormir pero uno jamás debe negarle ayuda a un gato, así que contra todos mis instintos lo acompañé al techo.

"¿Cual es el plan?" Pregunté tímidamente.

"Esperaremos, hasta las tres de la mañana" Dijo el pequeño gato.

Me dije a mi mismo, son solo cinco o seis minutos más, supongo que puedo ver qué ocurre.

Estuvimos en silencio, el gato observaba atento la azotea.

Sonó la campana del pueblo, tres campanadas, indicando la hora, tan pronto empezó a sonar, tres gatos más grandes llegaron.

"Serás mi segundo, si muero debes enterrarme en un campo de flores" Me dijo el pequeño gato mientras iba a encontrarse con los tres gatos que acababan de llegar.

¿Espera que? ¿Muerte? ¿Señor gatito de que habla?

El gato se giró una vez más y dijo "Si te metes, más te vale que sea para matarme, no puedo perder mi orgullo"

Una parte de mi quería detener al pequeño gatito, aquello no parecía nada justo, de hecho jamás apoyaria una lucha de gatos, sin embargo, en la antigua sabiduría del universo, creo que es la forma en la que los gatos sacan adelante sus amistades.

Además había algo en su mirada que me decía claramente que si me metía en su lucha a muerte me odiaría de por vida.
Y contra mi voluntad, me senté en una azotea a las tres de la mañana a observa una muy injusta lucha, de tres contra uno.

No solo eran tres gatos, eran tres gatos adultos, con experiencia en batalla, contra un gato que parecía ser recién nacido.

Y comenzó la batalla.

Cassy & YinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora