Parte 15

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¿Alguna vez has visitado ruinas?

Sabes, no sé cómo describirlas, no sé cómo porque la gente se emociona tanto por las ruinas, ya sabes, son tipo, oh dios, que hermosas ruinas hay aquí, deberíamos visitarlas.

Lo que nadie te dice de las ruinas, es que bueno, están arruinadas, osea, literal alguien construyó algo que puedo imaginar que estaba así super padre peroooo de la nada pues ya no, bueno, no de la nada, supongo que algo las destruyó, culpo al tiempo, el viento y la lluvia por eso.

El punto es que estaba en unas ruinas, bastante arruinadas.

Espera, ¿Si arruinó unas ruinas, significa que ahora ya son buenas ruinas? No se, en mi mente negativo por negativo da positivo, no sé de dónde viene tanta información.

Continuando con la historia, dejando de lado mi muy mala charla de ruinas.

Estábamos frente a estas ruinas, que básicamente eran muchas piedras, de forma muy bonita, como si alguna vez hubiera sido un palacio.

De hecho, algo me hacía creer que era un palacio.

Quizás fue cuando Misty me dijo que este había sido alguna vez el palacio del emperador de los tres elementos o es posible que fuera por el enorme arco de piedra donde se podía leer, palacio elemental, no lo sé, tengo mis sospechas de que alguna vez fue un palacio.

Misty, como siempre, apoyando la comunicación.

"Entrá ahí o te meto a la fuerza"

Amiga las cosas no se hacen así, no de forma tan violenta.

Después de una breve discusión, donde yo presentaba mis argumentos de forma lógica y razonable, ya sabes, diciendo que uno no puede solo entrar a un lugar sin una buena razón, Misty decidió que mi opinión no era importante y me arrojo a través del arco.

Nunca jamás hagan eso en casa, bueno, quizás nadie puede hacerlo, no todos tienen arcos en casa.

Así fue como de nuevo, contra mi voluntad estaba en un lugar mágico.

Extrañamente tan pronto crucé el arco, las ruinas desaparecieron, estaba en lo que parecía ser la sala del trono del antiguo emperador que alguna vez reinó en aquel lugar.

Había un sujeto en el trono, *alerta de spoiler* era el emperador, ¿Puedes creerlo?

A mí me costaba mucho pero bueno, era su palacio, tenía algo de sentido.

Bueno, llamarlo sujeto además de sonar muy grosero puede sonar exagerado, no era exactamente humano.

Sobre su cabeza flotaban tres esferas, cada una de diferente color, había una dorada, una roja y una azul

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Sobre su cabeza flotaban tres esferas, cada una de diferente color, había una dorada, una roja y una azul.
Yo, que soy muy listo, pensé rápidamente que se trataba de sus famosos tres elementos.

Sabes, pensé en preguntarle algo, quizás saludarlo, quizás hacer una reverencia, peroooo, hubo un enorme problema, el tipo me interrumpió con un nada lindo.

"Tienes tres pruebas que enfrentar"

Definitivamente nadie le enseñó modales a este tipo, que grosero.

Nuevamente, desaparecía, como si no tuviera nada mejor que hacer que estar desapareciendo.

Estaba en un desierto, para este punto, ya me había acostumbrado tanto a aparecer y desaparecer que no me preocupe mucho.

Excepto que, bueno, creo que jamás has estado en un desierto, descripción sencilla, hacía mucho, mucho calor.

Incluso cuando solo llevaba segundos ahí y mi piel estaba cubierta por mi linda ropita, podía sentir como mi piel en este momento se sentía seca, reseca en realidad, no es una linda sensación.

¿Que se suponía que debía hacer?

Sin idea de mi propósito en el mundo, al menos en aquel momento no tenía idea, empecé a caminar, elegí una dirección al azar y caminé hacia alla.

Si esto era una prueba, bueno, debía haber algo que tenía que responder o mostrar.

Caminé tres días, sin parar, sin nada para beber, cansancio eterno, al menos ya no sudaba pero eso en realidad era malo, significaba que estaba muriendo de deshidratación y ambos sabemos que tomar agua es como muy importante.

A lo lejos divisé una pequeña aldea.

Estaba a salvo, intenté apresurar mi paso, era una prioridad en mi vida llegar a esa aldea y conseguir algo de agua pero mi cuerpo se oponía a apresurarme.

Mi mente que apenas funcionaba no podía pensar mucho, tenía una sola idea en mi cabeza, agua, tomar agua era lo único que podía pensar.

La aldea tenía un pequeño pozo que parecía estar lleno de agua, en ese momento, si hubiera sido posible, mi boca entera se habría llenado de saliva, así de grande era el deseo que tenía por tomar agua.

Me acerqué al agua, quería darle un enorme trago y fue en este punto cuando me di cuenta de que algo había salido mal, terriblemente mal.

Escuché un ruido, no era muy fuerte pero algo había ahí, en mi ángulo ciego.

Me gire sobre mi cuerpo, tan rápido como mi agotamiento me lo permitía, vi pasar frente a mis ojos una especie de espina.

En este punto descubrí que había sido aquello.

Era un extraño hombre cactus, es difícil de describir, imagina a un cactus con forma humana, bueno, quizás no fue tan difícil de describir.

Escuché de nuevo ese extraño ruido detrás de mí, era como un pequeño silbido, de nuevo me moví del camino dando un giro sobre mí mismo.

Hubo un tercer, cuarto y quinto silbido en el aire en aquel momento pero era demasiado tarde para moverme.

Sentí un pinchazo en mi pierna.

Había probablemente siete sujetos de esta raza a mi alrededor.

Parecían lanzarme sus púas, quizás tenía algo que ver con el agua pero yo no podía salir de ahí sin el agua y no iba a dejarlos matarme, mi madre se molestaría mucho si un grupo de hombres cactus me asesinara en medio del desierto, dios, sería la decepción de la familia.

Pensé en buscar alguna de mis botellas de salsa, no era buena idea usar magia, para nada era buena idea, porque en aquel momento mi energía mágica era lo único que me mantenía en pié.

Sin embargo antes de mover la mano, la sentí en llamas, me gire a verla y literalmente estaba en llamas.

Al menos del codo a los dedos, hubiera entrado en pánico pero a pesar de ver las llamas y sentir el calor, no había dolor, estás llamas no estaban en mi contra, de hecho parecían estar a mi favor.

Con un pensamiento intenté dirigirlas hacia el hombre cactus más cercano.

Volaron en su dirección, sin embargo no fue lo que yo esperaba, esperaba que formarán una esfera, o una bola, incluso si era algo deforme, que golpearan al hombre cactus y lo lanzarán por el aire, pero no fue así, las llamas pasaron por el, como si fueran olas, eran demasiadas llamas, pensé que no le había hecho daño, así que dirigí mis llamas en todas direcciones, como si desde mi brazo naciera un nuevo sol.

Se expandió tanto que podría verse desde lejos, incluso cuando era la mitad del dia.

La aldea empezó a arder en llamas y no me di cuenta de nada hasta que empecé a escuchar los aterrados gritos de dolor de los hombres cactus.

Había destruido una aldea entera, había asesinado a los hombres cactus, sin darme cuenta.

El fuego era algo demasiado peligroso.

Pero antes de que tuviera tiempo de pensar en algo, una extraña lluvia se dejó caer sobre mi y ahora la muy vacía aldea.

Cassy & YinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora