Cassy & Yin

Parte 46

En realidad, si se veian bastante amigables, era un ejercito compuesto unicamente por hombres de nieve pero no vayas a pensar en el tipico hombre de nieve que se forma con dos enormes bolas de nieve, zanahorias, botones, bufandas y sombreros, no, no, no, bueno algunos si eran asi pero la gran mayoria de ellos parecian ser del tipo de hombres de nieve que iban a hacer ejercicio todos los dias, estaban mamadisimosssss los hijos de su nevera.

Tambien eran muy altos, median como dos metros, al parecer la genetica de la nieve es bastante poderosa.

Al parecer me habian visto caer desde el cielo y dijeron algo asi como : A webo, la guadalupana.

Olvidan que esto no era el Tepeyac, ni una hermosa mañana, en realidad creo que era algo asi como la mitad de la noche y todo aquel lugar parecia un enorme valle lleno de nieve.

Los majestusos y mamados señores de nieve, se acercaron a verme despues de confundirme con la grandisima y al ver que solo era un chamaco decidieron arrastrarme de los tobillos a lo que era su "campamento"

Y si, lo digo entre comillas porque los tipos ni siquieran tenian una hoguera, que clase de campamento no hace una hoguera,a menos que los hombres de nieve se preocuparan por el miedo ambiente y la contaminacion, digo el calentamiento global probablemente era una situacion de vida o muerte para ellos.

Empiezo a creer que este ejercito se habia unido unicamente con la idea de obligar a la gente a reciclar, muy bien por los señores de nieve.

Lo que no estuvo nada bien por su parte, fue el hecho de que me arrastraron, osea ya estaba todo herido y me arrastran pero eso no fue todo, no, no, no, despues de arrastrarme me lanzaron a una jaula, ahh pero no creas que cualquier jaula, hijos de su frigorifica madre, no, me arrojaron a una jaula que estaba hecha con bloques de hielo, barrotes de hielo, piso de hielo y techo de hielo.

Eso no estaba bien, uno pensaria que al ser amantes de la naturaleza, literal, no masacrarian al hielo solo para hacer una jaula.

La parte mala es que me estaba muriendo de frio, tenia tanto frio que incluso mi cabello lo podia sentir, asi de extremo era eso, intente ponerme de pie pero bueno, espalda rota, huesos rotos, caer del cielo no es tan sencillo como la gente piensa.

Veinte o treinta minutos despues recupere la sensacion en mis dedos, podia moverlos, supuse que en un par de horas podria mover mi cuerpo entero y buscaria la forma de salir de ahi, asi que dedique todas mis energias mentales a pensar en como salir de ahi.

¿Porque? La verdad no lo se, digo ni siquiera sabia donde estaba, ni tenia idea de a donde ir pero lo que si sabia muy bien es que la gente que te mete en jaulas contra tu voluntad no puede ser gente con la que quieras pasar el dia.

Pasaron cuatro horas mientras diseñaba el plan de escape, lo tenia todo calculado, iba a lamer los barrotes para que se derritieran, los suficientes para hacer un espacio para salir de la jaula, una vez afuera de la jaula, obviamente iba a luchar yo solo contra el ejercito entero, ¿Que tanta dificultad podrian darme cuatrocientos hombres de nieve? Pfff pan comido.

Sin embargo mi brillante plan fue arruinado por dos cosas, numero uno, mi lengua parecia que no tenia animos de lamer tanto hielo y numero dos, el ejercito de hombres de nieve recibio un enorme ataque.

Era un grupo pequeño el que los habia atacado, parecia estar conformado por decenas de animales, ya sabes, renos, osos, alces, ardillas, pajaros.

Lo que mas llamo mi atencion es que al frente venia un enorme caballo de fuego, bueno no era tan enorme, bueno si, todos los caballos son enormes, ¿Los has visto? Esas cosas podrian destruirme con un pisoton.

Sobre el caballo venia lo que parecia ser un caballero, con su brillante y blanca armadura.

Mientras el extraño grupo se acercaba a los hombres de nieve, quienes honestamente no pudieron hacer mucho, digo el caballo ademas de ser de fuego lanzaba llamas, no se como podria alguien detener eso, en cuanto estuvieron lo suficientemente cerca de mi, la jaula se derritio, me puse de pie, sali de ahi, observe que los pocos hombres de nieve que quedaban estaban huyendo sobre sus muy derretidas piernas.

Me gire para ver al caballero que me habia salvado y fue entonces cuando note el emblema en su pecho y sabia quien era, sabia que habia ido ahi para rescatarme, me acerque, le retire su casco, puse mi mano sobre su rostro y le di el beso mas romantico que pudo salir de muy agotada existencia.