Sabes, creo que era cuestión de tiempo antes de que alguien me comiera, digo, todo en aquel mundo parecía intentar comerme, tengo una teoría, ya que soy rosa y suavecito me confundían con un bombón, yo creo que eso explica muchísimas cosas.
En fin, estaba dentro de la boca de este, Nubesaurio.
Por un momento la batalla dejo de ser tan importante, digo aún era importante pero cuando estás en la boca de alguien más y observas los dientes bajar para triturarte, bueno que te puedo decir, uno piensa únicamente en las cosas importantes.
Los dientes iban vajando, mi cuerpo no tenía nada de energía para usar magia, de hecho, aún no estoy muy seguro de cómo se supone que recuperaba mi energía.Mi cuerpo no estaba en una posición que fuera muy útil para alcanzar mis siempre útiles botellas de salsa.
Por suerte mi cerebro seguía siendo útil, seguía trabajando a su máxima velocidad.
Recordé algo que el montón de magos habían dicho antes, sobre cómo uno puede absorber energía del ambiente, que no es exactamente la mejor idea del mundo porque es caótica, salvaje y violenta pero cuando uno está ligeramente al borde de ser triturado por enormes dientes, bueno, uno no piensa mucho en consecuencias.
Sentí un ligero flujo de energía a mi alrededor, me aproveche de esto y a como pude dije "Barrera"
Una fina capa de energía me cubrió, los dientes chocaron con ella, una parte de mi imaginaba y esperaba que fuese sólida, que los dientes se destruyeran al chocar con ella.
No fue así, para nada fue así.
La barrera funcionó, solo que no como la esperaba, creo que la mejor forma en que puedo describirlo es decir que fue como masticar un chicle.
La barrera se fue comprimiendo y cambiando la forma, suena fantástico, ¿Cierto? Lo único malo es que yo era el relleno suavecito de este chicle.
Lo medianamente bueno es que no quede bajo los dientes, quedé sobre la lengua.
El proceso se repitió varias veces, está criatura de verdad quería comerme, amigo, es ilegal comer gente, no lo hagas, porfa.
Mi cuerpo quien hasta ahora había evitado el contacto con los dientes, empezaba a derrumbarse por hacer uso de energía que no era mía.
Sentía como si mi brazo estuviera en llamas.
Empezaba a rezar que la cosa me escupiera pronto.
Escuché un crack, sabía que estaba en problemas incluso más enormes cuando eso pasó.
No fue la barrera, fue mi brazo, la peor fractura que había visto en mi vida, mi brazo se encontraba en posiciones que jamás había tomado después.
Perdí el control sobre la energía, mi otro brazo empezaba a ceder.
Sentía toda energía invadiendome.
Después escuché un estallido, un enorme estallido.
Algo había explotado, fue mi barrera.
El Nubesaurio tenian enormes heridas en su boca, podía ver agua corriendo de lado a lado de las mejillas.
Al ser un Nubesaurio supuse que estaba compuesto por agua en lugar de sangre.
Eso no era lo importante, lo importante es que incluso asi, no abrió su boca.
Dejo de masticar, terminé tirado en su lengua, un brazo roto y el otro demasiado adolorido como para hacer mucho con él.
Los minutos pasaron y pasaron.
La adrenalina abandonó mi cuerpo, el dolor no, termine quedándome dormido porque los minutos se hicieron horas.
...
No sé cuánto tiempo paso antes de que despertara, pudieron ser días, pudieron ser horas, tal vez años, bueno años no.
Desperté, con una ridícula sensación de frío, estaba mojado y el dolor en mis brazos seguía siendo intenso, digo, seguían rotos, no se iba a ir el dolor así como así.
Me di cuenta de que estaba bajo el cielo, a mi lado, el oso de peluche que se había desplomado sobre mi, el Nubesaurio no estaba por ningún lado, afortunadamente, no quisiera enfrentarme a esa cosa nunca jamás en la vida.
Empecé a poner atención a mi entorno, había nieve, o al menos lo que creía que era nieve, no podía estar seguro ya que ninguno de mis brazos parecía ser útil de momento.
El frío empezaba a entumir mi rostro, me arrastre como pude hacia el oso de peluche, supuse que era la mejor forma de luchar contra el clima.
Me acurruque contra el, no sentía el calor que esperaba pero al menos ya había dejado de temblar.
Note que estábamos en una montaña, tan cerca de la cima cómo se podría estar.
Empecé a temer, parecía que la noche estaba próxima, no sé cómo sobreviviría sin el de mi lado.
Sin embargo no tuve que pensar en eso, un pequeño grupo de gente vino en mi ayuda.
Bueno, llamarlos grupos podría ser exagerar, eran dos ancianos.
Estaban usando lo que parecía ser un muy cómodo y calientito abrigo.
Una parte de mi pensó en robarles su abrigo, mi brazo roto decidió que no era la mejor idea que había tenido en mi vida.
No hablaron para nada, me cargaron y me llevaron a lo que parecía ser una pequeña aldea en la montaña.
Me colocaron en una cama, una anciana vino más tarde y empezó a trabajar en mis manos.
La izquierda que no se había roto, la vendo, la derecha por otro lado, bueno, digamos que no fue una experiencia bonita verla como reparaba el daño que yo mismo me había causado.
Al final terminé con ambos brazos cubiertos de vendas y entablillados, no podía moverlos.
Les sugerí que usarán mi famosa salsa verde para curarme, eso sería mucho más rápido y útil.
La anciana, Clara era su nombre, se molestó mucho con mi sugerencia y me dio una plática sobre primeros auxilios y tratamientos médicos, sobre cómo debemos usar magia únicamente cuando las heridas tienen poco tiempo de ocurridas, cuando el daño no es profundo, porque si es profundo podemos causar más daño del que intentamos reparar.
La magia no debe usarse a menos que no tengamos otra opción, que una vida depende de ello o que tengamos completamente el control sobre nuestras acciones, también me prohibió usar magia curativa hasta no tener un conocimiento básico de anatomía.
Acto seguido, me hizo dormir con una extraña bebida.
...
Pasé varios días sin poder salir de mi cama, Clara no lo iba a permitir hasta que no fuese capaz de pasar más de dos horas sin tener un gesto de dolor.
Clara, me agradas, curaste mis brazos pero es exagerado esperar que no exprese dolor.
Tuvieron que pasar seis días antes de que me permitieran salir, durante estos seis días aprendí un par de cosas.
Los Nubesaurios al igual que las tormentas, se formaban de manera natural, un extraño tipo de clima, solo que en este caso, además del ciclo del agua, la magia intervenía.
Usualmente vivían un par de días, con suerte semanas, llevaban el caos por donde pasarán, eran, con algunas otras criaturas la furia de la naturaleza.
Sin embargo, a pesar de no tener la necesidad de comer, lo hacían, más por instinto que por otra razón.
También me contó que está era quizás la única ciudad humana donde todos los habitantes estudiaban medicina desde antes de aprender a caminar.
Según clara, ideas del fundador de la ciudad de que era mucho mejor tener doctores en exceso que una falta de ellos.
Cuando por fin se me permitió salir, fue para dar un par de pasos en el pequeño balcón de la habitación que estaba ocupando.
Fue entonces cuando un milagro ocurrió.
ESTÁS LEYENDO
Cassy & Yin
Fantasy¿Alguna vez has tenido un mal dia en la escuela? Esta historia te muestra lo que ocurre despues de una mala calificacion. Unete a las aventuras del pequeño Yin despues de enfrentarse a la peor calificacion de su historia. Averigua quien es Cassy.