Parte 6

26 1 0
                                    

Odio gritar, a veces debo hacerlo, es parte de mi vida, no lo haría a menos que fuera necesario y en esta ocasión lo era.

"Olivia, Ernesto, ayuda, porfa"

Uno puede gritar pero siempre hay que ser amable.

"Brinca, yo te atrapo" Fue la respuesta de Olivia.

¿Neta? ¿Esa es tu solución a mi problema?

Alerta de spoiler, no salte.

Afortunadamente Ernesto parecía tener un par de neuronas más y vino a mi.

¿Como cruzó el pequeño duende un enorme lago vacío?

Bueno, yo no sé qué tanto sepas de duendes, digo quizás sabes más que yo porque obviamente se han robado tus zapatos por años, pero lo que puede que no sepas, es que estos tipos, tienen poderes mágicos sobre los arcoiris.

Ernesto, cruzó caminando una especie de puente arcoiris.

"Súbete" fue todo lo que me dijo.

Sabes, suena muy bonito y todo, pero primero que nada, el puente tenía como 30 centímetros de ancho, osea, un mal paso y me caía al fondo del lago, no iba a ser bonito, ¿Ya te lo he dicho no? No sobrevivo caídas.

Sin embargo Ernesto hizo el argumento más razonable del mundo, solo empezó a caminar de vuelta, como si no le importará que mi muerte estuviera a un mal paso de distancia.

Supongo que cuando uno pide un aventon, no puede quejarse de nada, así que empecé a cruzar el puente, sin ver dónde pisaba, porque en mi cerebro de alguna forma era mucho más lógico caminar sin ver, que ver a dónde iba a caer.

¿Sabes que fue lo peor de todo esto?

Qué ni Olivia ni Ernesto se dieron cuenta de mi nueva ropa, osea, que mala onda de su parte no notar mis cambios.

Me sentí mal por eso.

Después, de alguna forma, sin ponernos de acuerdo, nos acostamos al costado de un árbol y nos dispusimos a dormir.

Creo que nunca lo has hecho, pero déjame contarte, dormir en un bosque al aire libre,bajo las estrellas, con la naturaleza, suena mucho mejor de lo que realmente es.

Primero que nada, el ruido no tiene fin, siempre hay por ahí algun bicho que se cree mariachi y se despierta justo a media noche para cumplir su pasión, lo peor es cuando se ponen de acuerdo todos para traerte serenata, digo es muy bonito de su parte que intenten hacerme la noche pero a veces solo quiero dormir.

Segundo, es helado, muy muy helado, más cuando el único calor que recibes viene de un pequeño conejo que está temblando de frío y un sujeto un poco más grande que se rehúsa a ser usado como almohada.

Tercero, es húmedo, muy húmedo, no sé a qué se debe, bueno, quizás sí lo sé pero es difícil de explicar, sin embargo amaneces lleno de pequeñas gotitas, que al parecer durante la noche te vieron temblar de frío y decidieron que era una buena idea abrazarte para que te sientas con menos frío, sin darse cuenta de que eso en realidad no ayudaría.

Lo bueno es que mientras dormía, de alguna forma u otra escuchaba una voz que me hablaba de números y letras, digo quizás no suene al mejor sueño de la historia pero era algo mágico escuchar esa voz.

Por la mañana desgraciadamente, mientras intentaba como una persona normal dormir hasta tarde, Olivia decidió que era hora de despertar, amigaaaa, déjame dormir, estoy enfrentando un enorme trauma, no puedo sobrevivir asi.

Por otro lado, Ernesto era un sujeto mucho más amable y me despertó con un par de rebanadas de pan tostado, no tengo idea de dónde saco el pan pero yo no pensaba decirle que no a un desayuno.

Cassy & YinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora