Cassy & Yin

Parte 3

Te voy a ser honesto, me gusta serte honesto porque es lo mejor que puedo hacer.

Lago diversión, no era muy divertido, incluso con ayuda de Olivia tamaño jumbo, tardaron tres días en llegar, tú deberías de saber para este punto lo mucho que uso las matemáticas en mi vida y es muy probable que algún día haga un problema usando la información de este viaje.

Duraron tres días a Lomo de Olivia, obviamente se detuvieron, porque pues les dio hambre y se robaron unas manzanas de algún árbol por ahí, lo siento, cuando estás en mitad de Fiestalandia, no hay ningún lugar para comprar comida, bueno, al menos en la parte donde ellos andaban no lo había.

Volviendo a lo importante, Olivia y Ernesto pensaban que era una terrible idea ir a lago diversión, porque primero que nada, no era divertido, segundo, era un lugar muy, muy, demasiado peligroso, tercero, estaba bien lejos, cuarto, nadie vendía tacos ahí, osea, si vas a viajar a algún lado, trata de que al menos vendan tacos cerca porque nunca sabes cuándo te puede dar hambre.

En fin, tras tres días, llegaron al lago, era de noche, Ernesto y Olivia tuvieron la brillante idea de tomar un descanso.

Yin, por su lado, quien hasta este punto estaba bastante irritado porque no se había bañado en días, porque había estado durmiendo en medio de lugares bastante salvajes y bueno, ni siquiera me preguntes como había ido al baño, te lo dejo a tu imaginación.

Bueno, Yin estaba algo irritado y quería terminar con aquello rápido pese a las enormes cantidades de advertencias que había recibido por parte de Olivia y Ernesto.

Le contaron como todos aquellos que buscaban la sabiduría de Mimir, debían pagar un alto precio, un muy alro precio, podía decirse que te costaba un ojo de la cara el conocimiento, supongo que por eso estudiar es tan difícil.

Sin embargo, Yin estaba irritado y todo lo que quería hacer, era volver a casa, ducharse, dormir, volver a ducharse y después, con suerte desayunar.

Para este punto imaginaba que sus padres lo estaban buscando como locos, se sentía culpable y consternado.

Incluso estando en lo que parecía ser el lugar más mágico del mundo, no podía dejar de pensar en todos los problemas que iba a meterse, no podía sacar de su mente aquel 8 en matemáticas.

Y ahí estaba Yin a la orilla del lago, pensando como llegaría a lo que parecía ser la pequeña isla que Mimir había mencionado, una cosa muy importante que deberían saber, es que Yin no sabía nadar y pese a que no confiaban mucho en Mimir, les había advertido que a menos que Yin cruzará el lago solo, las cosas saldrían mal.

La situacion es muy complicada, ¿No?

Afortunadamente y como si todo esto estuviera destinado a suceder, el pequeño Yin encontró un pequeño bote, Yin supuso que remar era más sencillo que nadar, así que no dudó en usarlo.

Tal vez, si no hubiera sido de noche y no hubiese estado tan oscuro, Yin podría haber notado el hecho de que el bote parecía que tenía averías por todos lados, cientos de intentos de reparaciones y un par de pequeños agujeros en los lados.

Sin embargo, cuando uno no está pensando con claridad, uno comete errores.

El error de Yin, fue subirse a ese bote, pero era tarde para decírselo, era tarde para que alguien pudiera ayudarlo, pues allá iba, rema y rema en dirección a la isla.

Pobre Yin, ojalá hubiera pensado en una lámpara o en una antorcha, de aquella forma podría haber notado que el agua no era azul, ni era clara, en realidad era verde y bastante turbia.

También hubiera sido bueno que prestará atención a lo que escuchaba, pues lo único que podía escuchar de momento era los sonidos de los remos al tocar el agua, ni siquiera escuchaba insectos en los alrededores del bosque.