Parte 16

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Te estás preguntando, como es que pude sobrevivir tres días sin comer, ¿Cierto?

Bueno, déjame contarte que todo se debe a la fabulosa mochila que Clara me dio.

Bueno, no, realmente, creo que estás un poco como yo, preguntándote seriamente sobre las acciones de Yin, digo, yo soy Yin y al menos yo si pensaba en eso.

La lluvia caía sobre mi rostro, yo seguía ahí de pie, decidí que dejarme caer al suelo y ver al cielo llorar sería más útil, así que me deje caer, toque con demasiada fuerza el suelo, mi brazo roto no apreciaba eso.

Sin embargo el dolor físico que sentí, era mucho mejor que el dolor emocional que estaba sintiendo.

La lluvia no iba a cesar, lo sabía al ver la enorme nube de tormenta que se posaba sobre mí.

¿Habian sido mis acciones la mejor idea de todas?

Estaba bajo ataque, ellos intentaron asesinarme mucho antes de que yo hiciera algo, fue la primer justificación que vino a mi mente.

Algo dentro de mi me decía que eso no era del todo cierto, yo había intentando tomar de su agua.

Sé que no suena a la gran cosa, al menos no un crimen tan grave como para ser asesinado pero estábamos en un desierto, donde el agua no era exactamente fácil de conseguir, digo, yo había pasado tres días sin beber nada.

¿Debi pedir agua?
La necesitaba para sobrevivir, ellos debían haberme ayudado, ¿No? Excepto que jamás me puse a pensar que quizás ellos también la pudieron haber necesitado.

Había estado mal, había intentando tomar sin permiso, algo de lo que probablemente dependía su vida, quien sabe cuanto tiempo tendría que durarles toda esa agua.

Todo aquello había sido culpa mía.

Abrí mi boca, quería gritar, quería llorar, quería la oportunidad de cambiar mis acciones, había quemado una aldea llena de vida en el bosque.

La lluvia caía sobre mi, sobre mi boca.

Ahora teníamos agua suficiente para todos pero yo era el único que estaba ahí para beberla, ¿Cual era el punto de todo esto? ¿Intentaba el universo castigarme por mis acciones?

No sé cuánto tiempo estuve ahí tirado pero aún no dejaba de llover.

Me puse de pie, la confusión seguían conmigo, camine por donde la aldea había estado, tratando de imaginar lo que alguna vez había sido, la clase de festivales que se celebraban ahí, su comida favorita, las familias que había destruido.

Pensé en el mar de llamas que había lanzado, una muy tímida flama apareció en mi mano, la mire con tanto odio.

Todo había sido culpa de esta extraña llama que en mi mano existia, ¿Como había llegado ahí? ¿Porque no había hecho las cosas como a mí me hubiera gustado?

Pero no puedes culpar a una llama por hacer lo que el fuego hace, no puedes solamente esperar que culpar a una llama por quemar no sea tu culpa, cuando fuiste tú quien decidió usar la llama.

Empecé a caminar nuevamente, sin una dirección.

La pequeña flama en mi mano se rehusaba a apagarse, incluso cuando toda la intensidad de la tormenta caía sobre nosotros.

Tal vez no había suficiente agua en el mundo para apagar aquella llama, tal vez era como toda la culpa que sentía en mi pecho, no se iba a desaparecer por más justificaciones que pusiera.

Me senté finalmente en una colina y observé a la lluvia caer.

No había nada que hacer pero me prometí a mí mismo que no podía dejar que aquello pasará de nuevo.

Cassy & YinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora