Tan pronto salí de la casa, me di cuenta de que estaba usando ropa totalmente diferente.
Llevaba una especie de túnica, si, supongo que así se llaman, estaba cubierta de símbolos raros, mi mente dice que se llaman runas pero no podía estar seguro, no se muchas cosas de la vida.
Qué rara situacion, tendría problemas con mi madre por eso pero de momento tenía muchas cosas que arreglar.
Tomé la esfera y la coloque en el altar, donde supuse que iba.
Todo comenzó a temblar.
En ese momento sabía que había arruinado todo, mi cerebro, siendo el de un brillante genio intento solucionarlo todo al retirar la esfera del altar, pero la esfera ya no estaba y el altar se empezaba a desintegrar, al parecer había descompuesto el altar, demonios, mis manos de estómago lo habían logrado de nuevo.
Me gire a la casa para analizar mis opciones, pero adivina que ocurrió.
Si, así es, la casa ya no estaba, empezaba a tener un ataque de pánico, nada de eso estaba bien.
Me gire, buscando pedirle ayuda a Ernesto y Olivia, después de todo, esto tenía que ver con ellos.
Antes de que mi cerebro pudiera procesar las palabras, me di cuenta de que habia frente a mi una persona, era algo corta de estatura y de color azul, en realidad parecía estar formada por agua, pero en sus brazos y piernas se podían observar muchas escamas de color verde.
¿Era esta una de las sirenas que había intentando comerme? Tal vez en este momento una espada sería buena, ya sabes, para protegerme de la sirena carnívora.
Sin embargo, algo era distinto a las sirenas, no tenía una cola, tenía pies, además de eso, su cabello era rizado pero lo realmente importante es que no sentía ninguna intención negativa de ella hacía mi.
"Gracias" Fue lo que dijo.
Yo, quien había sido educado de forma apropiada por mis padres, respondí con un lindo "¿Qué se supone que eres tú?".
Soy un amor.
"La guardiana del mar, por supuesto, ¿No es eso obvio?"
Amiga, lo obvio ya no existe en mi vida, ¿si ubicas que acabo de destruir todo?
" Oh sí, ya veo" Dije yo, que no veía nada.
Todo seguía temblando, a lo lejos pude ver cómo la tierra se abría, como si formara un túnel para que el agua pudiera escapar por ahí.
"Nos has liberado de nuestra prisión, te estaremos eternamente agradecidos por eso" Dijo ella.
"No fue nada" Dije yo, quien no tenía ni idea de si había hecho algo bueno o malo.
"Mi nombre es Lia" Dijo ella mientras se acercaba a mi lentamente.
No sabía cómo reaccionar, hasta este punto, muchas cosas habían intentando comerme, quizás algún día alguna lo lograria, no podía solo dejar que la gente me comiera, ¿Cierto?
Me aleje cuando se acercaba.
Se detuvo y se sentó, como intentando mostrarme que no quería hacerme daño.
"Hace mucho tiempo atrás, solía vivir en el mar, muy cerca de una pequeña ciudad humana"
Sonaba tan nostálgica mientras me narraba su historia.
"Mi gente tenía paz y tranquilidad, pero los humanos, eran una especie distinta, una especie que no había explorado mucho el mundo, mi gente sentía curiosidad hacia ellos, así que decidieron acercarse pero los humanos, se sintieron aterrorizados y en su temor, tomaron las armas contra mi gente"
Incluso cuando ella parecía estar hecha de agua, podía ver como las lagrimas corrían por su rostro.
"En un ataque de ira, rabia y dolor, destrui aquella ciudad, junto con todas aquellas vidas, ese fue mi crimen"
Yo no sabía que decir, no podía imaginarme con alguien tan pequeña, era capaz de destruir una ciudad, las ciudades eran enormes.
"Sin embargo mi rabia no parecía detenerse, no me sentía bien, nunca sería suficiente, fue hasta que uno de los 13 sabios vino tras de mí y me apresó en esta prisión, cuando tuve tiempo para procesar todo lo que había causado, todo lo que sentía"
¿Qué era un sabio? Me quedé pensando.
"Me dijo que pasaría 100 años aquí, que con eso sería suficiente para sanar, dude de sus palabras, que podría el saber del dolor que sentía, sin embargo, me tomé mi tiempo, esperaría 100 años y después destruiría todo en un solo movimiento, pero pasaron los 100 años y el sabio no volvió, de hecho pasaron cerca de 300 años antes de que pudiera saber que había ocurrido, al parecer los sabios habían desaparecido un día, de la nada, nadie sabe el porque"
Ok, eso suena muy misterioso, pero pues que puedo hacer yo.
"Hemos pasado cerca de 3300 años aquí, hasta que llegaste chico, de alguna forma nos liberaste de la prisión que creo Isval, así que gracias por eso, conserva mi escama, quizás un día pueda serte de ayuda"
Después de eso se lanzó sobre mi, como si fuera un fantasma, pase a través de su cuerpo y se fue junto con toda el agua que ahora estaba huyendo.
Sin embargo me dejó con un enorme problema, estaba parado en un pequeño pedazo de tierra, rodeado por el enorme agujero de tierra que anteriormente era un lago, yo no sé tú, pero a mí se me dificultaba mucho volar.
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Cassy & Yin
Fantasy¿Alguna vez has tenido un mal dia en la escuela? Esta historia te muestra lo que ocurre despues de una mala calificacion. Unete a las aventuras del pequeño Yin despues de enfrentarse a la peor calificacion de su historia. Averigua quien es Cassy.