Mí profesor [AiBaku]

Capítulo 2 : Mí profesor se duerme durante la detención.

—Ya, ya, —le daba palmaditas en la espalda—Blasty no es tan malo.

Cómo se notaba que el pelirrojo no tenía instinto de supervivencia o eso creían aquellos que miraban a Denki como si fuera el último día que lo verían.

Con vida.

Y es que Ashido, Sero y Kirishima estaban en la puerta de su salón donde acababa de entrar una bestia enojada por tener que quedarse una hora más dentro de la escuela.

Kaminari no quería entrar a ese salón con Bakugou, no señor ¡Aún tenía mucho por vivir!

Muchos juegos por jugar, comics por leer, tarea que ignorar por dos años más, echar a patadas a el novio de su hermana menor, conseguir novio propio y de preferencia bicolor.

Sip, aún le quedaba muchísimo por vivir.

—Kaminari.

La voz de Aizawa anuncio su muerte cuando con una mano le indico que debía entrar a el salón.

—Chicos fue un gusto haberlos conocido —dramatizo el rubio canario— ¡Recuerden que fui un héroe!

Claramente los tres lo ignoraron mientras se dirigían a sus casas.

Bakugou nunca había estado en detención.

Jamás.

Sí lo habían suspendido por tener peleas en el pasado pero nunca había experimentado lo que era pasar una hora más dentro de la escuela por una estupidez que ni era su culpa.

Por eso fulminó a Kaminari cuando esté entro al salón y lo miro aún peor cuando se escondió detrás de Aizawa.

Lo enojo más que el pelinegro no hiciera nada para quitárselo de encima.

Simplemente se encaminó a su asiento con el rubio canario pegado a un costado y se sentó, no dijo nada cuando Kaminari acercó una silla para sentarse junta a él en su escritorio.

—Espero que ambos se hallan comunicado con sus casas acerca de que llegaran tarde.

Kaminari asintió a lo dicho por su profesor pero Bakugou se había quedado callado.

— ¿Bakugou? ¿Te comunicaste con tus padres sobre que llegarás tarde o no? —pregunto directamente el mayor.

Lo único que recibió de su alumno fue un chasquido de lengua y una respuesta que no podía considerarse como tal.

—Hmm —ese solo sonido salió de los labios de el rubio.

Aizawa iba a decirle que esa no era forma de contestar pero se abstuvo de hacerlo.

Por alguna razón presentía que lo mejor no era presionar a el rubio ceniza con ese tema.

Con un suspiro se dedicó a darles las indicaciones a seguir durante la hora de detención.

—Deben escribir una disculpa de al menos cien palabras mostrando arrepentimiento por sus acciones —explicó para ambos—Entregarla a el final de la hora y si esta bien hecha les dejare ir, caso contrario, mañana tendrán que volver a quedarse.

Kaminari volvió a asentir con su cabeza y Bakugou gruñó.

El rubio canario estaba por sacar sus hojas para hacer la disculpa pero Aizawa le frenó.

Eso llamo la atención de Katsuki que disimuladamente miraba todo desde su pupitre.

—Kaminari más importante que su disculpa —saco un lápiz y una hoja para ponerlas frente a el joven—Es su educación, le mostraré unos cuantos ejercicios y luego usted deberá resolverlos solo así que preste atención