Mí profesor [AiBaku]

Capítulo 1 : Mí profesor es un idiota.

Bakugou Katsuki en sus dieciséis años de edad no tenía la menor idea de que era esa sensación que tenía al ver a su profesor de matemáticas.

Aizawa Shota era un hombre según él rozando los treinta con una apariencia poco típica en un maestro ya que siempre iba de negro y muy desarreglado.

Mayormente vestía de negro.

El único día que el rubio recuerda haber visto a su estúpido profesor con otra ropa fue en la ceremonia de apertura de la Yuei.

Ceremonia que buscaba saltearse en aquel entonces.

— ¡Blasty! —Kirishima le agarro el brazo para que no se fuera— ¡No es de hombres saltarse estás cosas! ¡Es importante escuchar al director!

— ¡Hablo el que se quedó dormido el año pasado! —bramó el rubio— ¡Sueltame Kirishima!

— ¡No! ¡Tienes que hablar, amigo! ¡Saliste con mejor promedio!

— ¡¿Que mierda me importa eso?! ¡Que lo haga Deku o la cola de caballo! ¡Yo me largo!

Luego de darle un certero codazo a su amigo por fin fue liberado y con las manos en los bolsillos se largo a cualquier lugar menos el gimnasio.

La azotea le pareció un buen lugar para la siesta.

Por lo que con pasos vagos se dirigió hasta ahí.

Y al abrir la puerta lo vió.

Un hombre con pelo negro amarrado en una coleta, con un traje azul pegado a su cuerpo y fumando un cigarrillo mientras veía el cielo.

Pero claro que al escuchar el ruido de la puerta abrirse se volteó ya que por supuesto nadie aparte de él debía estar ahí a esa hora.

Los ojos rojos de ese hombre le dieron dolor de estómago y unas ganas horribles de dar media vuelta para ir a dar su estúpido discurso como había dicho Kirishima.

Pero era Bakugou Katsuki y él no se iba a ir ¿Que importaba que aquel vejete estuviera ahí?

Con un gruñido y sin importarle en lo más mínimo la presencia de el mayor se tiro al piso para dormir una siesta.

Ese era su plan hasta que el más alto hablo.

Con una voz profunda y ronca.

—No deberías estar aquí, niño —le regaño agachándose para palmear su hombro —Eres de primero, ¿no? Tienes que estar en la ceremonia de apertura o voy a tener que sancionarte.

Bakugou solo lo ignoro, girandose de costado para no tener que ver su cara y tener paz para dormir.

Su plan otra vez no resultó.

—Soy profesor, mocoso —ahora le dio un pequeño tirón en la oreja —Debes ir a la ceremonia de apertura.

Le dio un manotazo en la mano no por el hecho de que le halla tocado sino porque sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo cuando hizo eso.

—Maldición —mascullo el mayor al sobar su mano —Dime tu nombre niño, no deberías hacer estas cosas a un profesor y no pensar en sus consecuencias podría llamar a tus padres.

El rubio gruñó mientras tocaba su oreja que no le dolía pero la sentía caliente y volteo a dar la cara a ese vejestorio que había preguntado su nombre.

Que evidentemente tenía que dárselo.

—Katsuki Bakugou —el mayor parecía sorprendido al oirlo — ¿Qué?