Estaba impresionado de la cantidad de cosas que llevaba la pequeña en su mochila de unicornio blanco y rosa.
Levantando un ceja, en una muda pregunta miro a su profesor que estaba en ropa negra pese a estar en su casa y llevaba el pelo atado en una coleta.
— ¿Alguna queja Bakugou? —pregunto el mayor que no entendía el mutismo de su alumno más ruidoso.
El rubio simplemente y intentando ser maduro suspiro aguantando las ganas que tenía de gritarle, se agachó a la altura de la albina que estaba entre emocionada y asustada.
—Eri, saca todo lo que creas innecesario —le indico —Solo lleva un par de tus juguetes.
La albina miro a su padre y luego al rubio, al ver que su padre asintió se retiró a la habitación a hacer lo que le dijo.
— ¿Es en serio? ¿Ibas a hacer que llevará un puto quit de primeros auxilios, encendedores y cuchillos? —se acercó el rubio a su profesor que estaba muy relajado — ¡La estoy llevando al maldito parque! ¡No a la jungla!
Aizawa suspiro, quizás su alumno tenía un poquito de razón sobre que había exagerado cuando ayudo a Eri a preparar su mochila.
Pero en su defensa se trataba de su pequeña hija a quien le quería dar todas las herramientas para que se sintiera segura y protegida.
—Ya está Kacchan —corrió la albina más alegre, la mochila ya no le pesaba tanto — ¿Nos vamos?
—Sí —tomo de una forma tan natural su pequeña manita que se sintió sorprendido —Volveremos a las cinco.
—Cualquier cosa, avísame Bakugou —pidio Shota que los acompañaba a la puerta —Iré al parque enseguida con el auto.
El rubio rodó los ojos con fastidio pero asintió y sin decir más se fue junto con Eri a el parque, dejando solo a el mayor.
Ahora Aizawa se preguntaba...¿Podría trabajar tranquilo sin saber que Eri no estaba en el departamento?
Tuvo el presentimiento de que no.
Bakugou rió con sinceridad cuando vio el brillo de emoción y curiosidad en los ojos de la menor, no parecía estar tan asustada como antes.
El parque no era la gran cosa, mucho pasto en todos lados, árboles con una agradable sombra y los juegos típicos con colores amarillos con toques rojos, como los columpios o el inmenso tobogán.
—Ve Eri —le dio una palmadita viendo que la pequeña se asustó un poco —Yo me quedaré aquí leyendo y sí algún bastardo te molesta, me dices.
—Me daría pena hacer eso, por el chico —bromeo la albina.
Katsuki sonrió y Eri un poco más confiada se fue a lo primero que llamo su atención que fue el tobogán.
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Mí profesor [AiBaku]
FanficKatsuki Bakugou estaba molesto, nada fuera de lo usual para la clase 1A. Siempre lo estaba de todos modos. Pero lo que intrigaba a todos era la razón de su enojo porque el rubio no disimulaba para nada cuando fulminaba con la mirada a su profesor de...