Sucesora

1. ¿Aratra?.

Después de unos días de la llegada del imparable imperio de Horde Prime, el mencionado había decidió no atacar el planeta después de que la felina Catra le dijera que Etheria es literalmente un arma. Horda Prime al saber eso entonces decidió tomar acciones más pacifistas, hablar con las princesas sobre aquel enorme poder que guarda el planeta, todo esto mientras toma la Fright Zone como su base temporal.

Actualmente las heroínas de la historia, las princesas, están en compañía de Adora siguiendo a esta última en los Whispering Woods.

En el camino abunda mucho un incómodo silencio que ni Bow puede hacer desaparecer, pero, alguien sí sabe muy bien cómo romper el hielo.

– Entonces... ¿Cuál es el plan para ganar al gran Horde Prime?

Todas las miradas quedaron sobre la dueña de la voz... Catra.

– ¡Wow! –no pudo evitar reírse. – Viendo esta situación no es raro porque casi les gané.

– Catra...

Adora respondió el comentario con una gran molestia y volvió a ver un momento a su amiga.

– No ayudas con esos comentarios.

– ¡Oh!, lo lamento... Lamento por ser la única que trata de decir que no estamos haciendo nada –su molestia no era para nada difícil de notar.

– Ya lo dije... Buscamos a Razz, es lo único que puede ayudarnos en esta situación tan precaria... Tal vez ella diga algo de cómo podemos traer devuelta a She-Ra.

– Espera... ¿Estamos buscando a Madame Razz? –pregunto Swift Wind.

– Sí –respondieron todos al unísono, excepto Catra.

– Y... ¿Ustedes saben que hemos dado vuelta en círculos?, la casa de Razz está por ahí –señalo con un movimiento de su hocico.

Ninguno guardo su odio al adorable corcel, en el caso de Catra, ella dejo escuchar una tierna carcajada, y en el caso de Adora el odio fue mayor por nunca venirle a la cabeza preguntarle a Swift Wind la ubicación de Razz.

– Entonces... Dirige tú el camino –Adora le dio espacio para que fuera el primero.

El noble corcel dejo ver una actitud completa de alegría.

– Por fin, soy el líder en algo –dio saltitos de alegría.

– Solo... Camina.

Swift hizo caso a la orden de Adora y empezó a guiar el trayecto.

– Adora –la reina Glimmer se acercó con Adora. – ¿Te sientes bien?.

– Sí –respondió con un tono cansado. – Solamente estoy agotada de está situación, hay tanto en juego... Y parece que todo lo tenemos en contra, ¡diablos!, si hasta perdimos a She-Ra.

El comentario de Adora contagio a las demas princesas de un sentimiento de derrota, nadie puede aceptar que su única salvación ya no puede convertirse en She-Ra.

– Tranquila –dejo una mano sobre el hombro de Adora. – Sé que todo saldrá bien, perdimos la espada, pero, sé que la She-Ra que conozco sigue en ti.

Las dos compartieron miradas, Glimmer una alegre, la cual contagio un poco a Adora.

– Gracias.

– ¡Llegamos! –exclamo con gran alegría.

Todos dejaron la vista en el humilde hogar de Madame Razz, aún después de todas las locuras sucedidas en Etheria, su hogar sigue intacto.

– Esperen aquí, voy a hablar con ella.