Sus ojos azules me ven con cierta lástima, como si fuese un pequeño cachorro abandonado y él estuviese ahí para rescatarme, pero la cuestión es que, no creo que necesite su ayuda o la de alguien más, quiero estar sola, puedo lidiar con esto por mi cuenta. Aparto la mirada y no respondo a su pregunta sin importar que la ha hecho dos veces ya.
—Vete —espeto con irritación. Estoy controlándome para no pasar el dorso de mi mano por mi mejilla para secar mis lágrimas, eso sería un golpe bajo a mí misma, suficiente con que él esté observándome en un momento tan vulnerable. No estoy molesta con él, sino con toda esta situación.
—Stevie, está bien si no quieres contarme qué te sucedió, pero por favor, déjame llevarte a casa —sus palabras salen con vacilación, eso hace que alce la mirada y sin dudas, esa expresión de lástima no se ha ido.
—Tengo dos piernas y puedo usarlas —es lo único que digo seguido de esnifar. Le escucho soltar un suspiro de cansancio y eso me alivia porque significa que me dejará sola en cuestión de segundos.
—Está bien —dice serio y lo siguiente que sucede me deja confundida porque no me lo esperaba, se ha sentado a mí lado en el sucio suelo de la cancha de básquet del parque, sin siquiera mirar si había charcos de agua por la lluvia de hace horas.
Su brazo choca con mi hombro y por primera vez no sé qué decir.
—Ashton me engañó —escupo sin siquiera pensarlo. Diablos. Diablos. Diablos.
— ¿Por eso huiste de la fiesta para venir a llorar acá? —Le volteo a ver y su ceño está levemente fruncido, al darse cuenta de sus palabras niega arrepentido—. Lo siento, Ashton es un imbécil.
—Lo sé, eso es lo peor, sabía que Ashton no me convenía.
—Si sabías eso, ¿por qué te metiste con él? —su pregunta suena inocente, llena de curiosidad y por alguna razón me hace sentir peor de lo que estoy.
—Porque soy una tonta —digo, sintiendo el nudo en mi garganta—. Supongo que me gustan los imbéciles.
Sus ojos conectan con los míos y por primera vez desde que Luke vino a ver qué me pasaba, dejo escapar un sollozo. Llevo mis manos hacia mi rostro para taparme mientras dejo salir todo, no me contengo. Estoy temblando por los espasmos, no quiero descubrir mi cara porque sé que estoy toda sudada y el maquillaje por supuesto que se ha corrido por culpa de las lágrimas.
Es ahí cuando siento una presión sobre mis hombros. Luke ha enrollado su brazo para acurrucarme en su regazo y no me importa si le mancho su tonta camisa blanca, hundo mi rostro en su pecho a la vez que me sostengo con fuerza.
Jamás pensé llegarme a sentir de esta manera, siempre creí que sería yo quien dejaría tirado a Ashton Irwin, pero al parecer yo no era suficiente para él y eso bastó para que todo esto sucediera.
¿Por qué siempre tenía que salir con los chicos equivocados?
— ¿Quieres que te lleve a casa ahora? —se aclara la garganta y esta vez asiento cabizbaja—. Escucha, esto duele, no te prometo que mañana todo irá de maravilla, quizás te sentirás peor, pero mi papá suele decir que el tiempo siempre arregla todo, a veces dura más de lo que esperas, pero al final todo estará mejor.
No digo nada y no porque no tenga algo que decir, sino porque sus palabras me han dejado sorprendida y trato de memorizarlas lo más que puedo. Quién diría que Luke tiene este lado sensitivo, estaba acostumbrada a su actitud casi desinteresada.
—Gracias —musito y luego de un rato en silencio, él se levanta del suelo para tenderme la mano, dudo al instante, pero hay algo en su mirada que me trasmite confianza, así que la acepto.
Caminamos en silencio por la gran cancha del campo, los focos de luz alumbran todo a nuestro alrededor y mi mirada va hacia mis botines y luego a los de Luke, los cuales están algo gastados.
No quiero romper el silencio, siento que si lo hago todo será incómodo, más de lo que es, pero necesito preguntar la hora, a mi teléfono se le ha agotado la batería desde hace tiempo y me siento algo desorientada.
— ¿Qué hora es? —pregunto y mi voz sale quebrada, eso solamente me hace sentir más boba. Luke gira su rostro para verme, seguido saca su celular de su bolsillo y lo prende, no puedo evitar mirar su fondo de bloqueo, es una foto de Lilie en blanco y negro.
—Van a ser las dos de la madrugada —suelta en un bostezo que enseguida tapa con el dorso de su mano.
Asiento y seguimos caminando hasta el parqueo de la recidencia donde era la estúpida fiesta de Calum, a lo lejos puedo observar que hay personas en el jardín del edificio, algunos están tirados en el césped, la música sigue sonando y eso me hace fruncir el ceño por el repentino dolor de cabeza que me provoca.
— ¿Y Lilie? —me encuentro preguntando cuando Luke decide abrirme la puerta del copiloto de su camioneta, él se detiene y sus ojos se dirigen a los míos.
—Se quedó con unas amigas —responde y no dice nada más porque me cierra la puerta una vez que me he subido, se apresura a entrar al vehículo y cuando ambos estamos dentro tengo la necesidad de seguir preguntando.
— ¿No le molesta que te vayas sin ella? —él niega y observo cómo prende la calefacción y la pequeña luz del techo. Eso hace que enseguida mi mirada caiga en su perfil y su nariz respingada.
—Lilie te vio salir de casa llorando, no pudo seguirte porque no hallaba sus zapatos y estaba demasiado ebria, así que me mandó a mí a ver qué te sucedía —explica con voz cansada, sus ojos me ven por última vez antes de prender la camioneta y ponerla en marcha.
Me quedo callada en todo el trayecto porque por alguna estúpida razón me ha dolido que no fuese de su propia voluntad venir a ayudarme, sino porque Lilie se lo ha pedido, por supuesto, esto no es algo propio de Luke.
Ilusa, eso es lo que eres, Stevie.
voten y comenten, trataré de actualizar esto porque de verdad me gusta mucho y espero que a ustedes también. les tkm<3
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time to pretend | lrh
Fanfictiondonde Luke y Stevie se ven forzados a convivir y a aparentar algo que no son. // ashtonxiety 2020 // Gifs y banner al final de la historia por @sheisbea