— ¿Qué haces aquí? —Suelto confundida al entrar, halo la pesada puerta roja de metal para cerrarla y me recuesto en esta, miro al rubio, quien está sentado en el sofá negro del centro con su computadora en piernas, él solo me ve unos segundos antes de seguir tecleando—. Lilie sale hasta las nueve del trabajo.
—Ya lo sé.
—Son las siete.
—También lo sé.
—No entiendo —admito por último, camino hacia la cocina y dejo la bolsa con las compras de la semana sobre el pantre. Me giro para ver a Luke, quien me da la espalda, solo llego a ver su cabello hecho un desastre—. ¿Así que estás acá porque sí? —intento adivinar.
— ¿Lilie no te avisó? —Cuestiona confundido, gira su cabeza para verme sobre la cabecera del sofá y yo niego—. En el piso donde está mi apartamento hubo una fuga de agua grande, me estoy quedando acá hasta que lo arreglen.
— ¿Qué? —no puedo evitar soltar, sorprendida.
—Eso mismo dije, Stevie —dice con ironía, pone los ojos en blanco y sigue con su labor de presionar las teclas con rapidez, ignorándome por completo.
Me dirijo a mi habitación y me encierro. Una vez estoy acostada, quedo viendo a la puerta de madera roja, aun con dudas sobre la repentina estadía de Luke. No es que esté en contra, pero sí será raro, habrá menos libertad por acá, tendré que andar con cuidado, Lilie tiene derecho de traerlo si quiere, igual vive acá también, pero creo que Hilary y yo debemos de hablar con ella sobre este tipo de cosas sin consultarnos antes.
Hilary y yo nos conocimos en una clase de economía, inmediatamente nos hicimos amigas, ella estaba buscando una compañera con quien repartir los gastos de la casa, así que no dudé en irme con ella porque en el anterior apartamento en el que vivía era un caos y mi compañera me odiaba. Quedaba una habitación vacía aun así que Hilary y yo empezamos a buscar a una nueva inquilina para hacer las cuentas más accesibles y ahí apareció Lilie. El lugar no era grande, pero tampoco era una pocilga, digo, estaba bien para tres chicas universitarias. Tenía este aspecto de bodega, con las paredes oscuras y las ventanas grandes, las puertas pesadas de hierro, el techo alto y la cocina casi pegada con la sala.
"¿Sabías que Luke se quedará con nosotras?" tecleo y le mando el mensaje a Hilary, quien pasará la noche en casa de Michael, a como suele hacer los fines de semana.
"Lilie me acaba de decir por mensaje"
"Juro por Dios que si se come las galletas en el estante lo mataré"
No puedo evitar reír ante su ocurrencia.
"Creo que lo vi comiendo algo cuando llegué" miento para molestarle y su respuesta llega enseguida.
"NOOOOO"
Salgo de su conversación y noto que tengo un mensaje de Lilie, donde en efecto me comenta que su novio pasará algún tiempo con nosotras.
Bloqueo el celular, lo dejo a un lado y me quedo tumbada en la cama, cansada. No pasa mucho para que me quede dormida pensando en mi día.
Me levanto con el sonido de golpes en mi puerta, busco a tientas mi celular y me fijo en la hora, van a ser las nueve, apenas dormí dos horas o menos.
— ¿Qué sucede? —pregunto en un bostezo al ver a la pelinegra observarme al otro lado de mi habitación, con sus manos en sus caderas y una ceja alzada en su rostro.
—Hola a ti también, perra —espeta Lorena con diversión, no puedo evitar sonreír y salgo junto a ella hacia la sala.
Para mi sorpresa, Luke no está por ningún lado.
—Me topé con el rubio, él me abrió ya que no atendías mis llamadas —explica, contestando mis preguntas internas. Se sienta en el sofá y yo le veo con el ceño fruncido, aun por el sueño encima—. Se fue a traer a Lilie al trabajo, qué tierno de su parte.
— ¿Calum? —cuestiono al verle tan tranquila.
— ¿Qué con mi hombre?
— ¿Dónde está?
—No lo sé, no soy su niñera, probablemente jugando FIFA o masturbándose, quién sabe.
Presiono mis labios para no reír, niego lento y me siento a su lado, Lorena no duda en prender la TV. Lorena vive al lado, junto a un grupo de chicas de su facultad. Casi toda esta calle de casas es habitada por estudiantes tratando de ser independientes porque la universidad nos queda cerca. La pelinegra y yo nos conocimos en clase de literatura, en primer año, poco a poco me fui acostumbrando a su personalidad sin cesura y ocurrencias.
—Te aviso que dormiré contigo, esas locas me tienen cansada, estaban peleando sobre quién tenía que lavar los platos sucios, la hoja que decía a quién le tocaba se perdió —me cuenta, su vista no se despega del programa de bodas extremas en TLC.
— ¿Y quién tenía que lavar los platos? —pregunto, aunque ya sé la repuesta que me dará.
—Tal vez yo, pero hago mucho por esas perras, me lo deben.
—Tú perdiste la hoja, ¿No es así?
—No diré nada que me incrimine.
—Okay —susurro divertida y dejo apoyar mi cabeza sobre su hombro.
—Stevie —dice mi nombre con duda luego de un rato, suelto un quejido en respuesta y espero a que siga hablando—. ¿Por qué el novio de Lilie estaba acá solo contigo?
—Se queda con nosotras por un rato —explico antes de que Lorena saque conclusiones apresuradas y fuera de contexto.
—Oh no, te enamorarás del novio de la pedante de Lilie.
— ¿Qué? ¿Qué rayos dices?
Levanto mi cabeza para verle frente a frente y ella solo me ve con una ceja alzada y un mohín en su boca. Lorena entrelaza sus manos sobre sus piernas y se aclara la garganta.
—Conozco perfectamente tu tipo, eres de hombres blancos, altos y con cara bonita, si ese tarado pasa mucho tiempo acá, será inevitable para ti no sentir algo.
Me quedo en silencio, repaso sus palabras, pero trato de enfocarme en lo que pasan por la pantalla de la televisión. Quizá Lorena lo dice porque no le agrada Lilie, según ella es una creída que no puede soportar, pero Lilie no tiene que ver precisamente con lo que vaya a sentir o las palabras de mi amiga. Maldición, Lorena tiene razón.
—Te odio.
—Perra, no me importa, por tus gustos raros terminaste con alguien como Ashton y ambas sabemos qué pasó, para tu información, apoyo la idea de Hilary de castrarle.
Le miro seria y suelto un suspiro cansado, volviendo a recostar mi cabeza sobre su hombro.
Estamos en silencio, enfocadas en la TV cuando la puerta se abre y entra Lilie junto a Luke. Lilie observa a Lorena con una expresión ilegible, para que quede claro: Lilie y Lorena no se caen bien.
—Pedante —murmura Lorena una vez la pareja se encierra en la habitación de la aludida. Pongo los ojos en blanco y veo por última vez la puerta cerrada, pensando en las palabras de Lorena.
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time to pretend | lrh
Fanficdonde Luke y Stevie se ven forzados a convivir y a aparentar algo que no son. // ashtonxiety 2020 // Gifs y banner al final de la historia por @sheisbea