When you opened your eyes | Billie Eilish

Capítulo dieciséis: En marcha

Estubimos dos horas hablando largo y tendido. Me puse muy nerviosa cuando tube que contarle lo que hacia por las noches a un detective de policía, nunca me lo hubiera imaginado.
Armamos un plan, y si salía bien yo estaria libre de cargos.
Ya habíamos cenado y le insistí a Billie para que se quedara a dormir, llamó a sus padres y le dejaron quedarse.

-Ya sé que duele amor, pero tengo que hacerlo. -me dijo con un algodón lleno de alcohol en su mano. -Quédate quieta y confia en mi.

Me estiré en la cama y mientras ella limpiaba mi herida de la ceja delicadamente yo observaba todos sus movimientos y sus gestos.
Me dolía, pero estaba demasiado distraida viendo su cara de concentración que el dolor quedaba en segundo plano.

-Eres la chica más guapa que he visto. -le solté. Una sonrisa se formó en su rostro. -Y me encantan tus oyuelos. -pasé mi dedo índice por las arruguitas que se formaban a los lados de su boca.

-Pues tu eres preciosa, y tienes los ojos más bonitos que he visto nunca. -me dijo mirándome a los ojos.

-Mi color gris no tiene nada que hacer ante tus increibles ojos azules. -le seguí.

-No mientas. -dijo tirando el algodón en la basura y sentándose a mi lado en la cama. Sonreí. -A ver cómo tienes el moratón.

Levanté un poco mi camisa.

-Está mejor, ahora tiene un tono amarillento. ¿Te duele? -negué con la cabeza. -Los medicamentos hacen efecto.

-Tengo a la mejor enfermera. -dije mientras cogía un mechón de su plateado pelo y jugaba con el.

-Sabes... tengo un poco de miedo. -dijo bajando su mirada.

-¿Por qué? -le dije poniendo mi cabeza en su regazo y mirando sus ojos. Comenzó a acariciar mis mejillas.

-Porque esos tios son muy peligrosos y tengo miedo de que... de que te hagan algo malo. -su rostro determinaba preocupación.

-Confia en mi, todo saldrá bien. ¿Confias en mi? -le dije sonriendo.

Como respuesta obtuve un tierno y rápido beso, y una sonrisa preciosa.

-Confio en ti. -dijo, se acomodó a mi lado y apoyó su cabeza en mi pecho. Inhalé su aroma, sentí su caricia en mi brazo y su respiración contra mi cuello, y me sentí flotar.

-Te quiero. -le dije acunando sus mejillas para que me mirara. Se apoyó en su codo y me miró profundamente a los ojos, con sus hermosas esferas azules.

-Yo también te quiero. -nos fundimos en un largo y profundo beso, nos tapó con las sábanas y caimos en un profundo sueño.

Tenia dos semanas para recuperarme de la paliza y comenzar con el plan. No podia hacerlo sola así que pensé en Anton, que me habia demostrado durante todo este tiempo que es un buen ladrón.
Habia pasado una semana desde la charla con Prank, me habia llamado un par de veces para preguntar cómo iba mi recuperación y que si me hacia falta algo que lo llamara. Al fin y al cabo es un buen hombre, y lleva años investigando en secreto el caso de los Lanniester, y me tenia cierto respeto por ser la hija de la pareja.

Siempre habia vivido con un nudo en el estómago, con algo que no me dejaba respirar tranquilamente, y estaba segura que si el plan salía bien, podré quitarme ese nudo.

Era viernes y me encontraba con mi novia en la cafeteria en la hora del recreo.

-Así que es verdad que estais juntas. -nos dijo Halsey sentándose con nosotras. Asentimos con una sonrisa. -Lo sabia! Ashley! Me debes 15 pavos!

Billie comenzó a reir.

-¿Habiais hecho una apuesta? -le dije divertida.

-Así es. Y he perdido. ¿No podriais haver esperado un poquito más? -dijo Ashley tomando asiento finjiendo un puchero.

-No hagas pucheros y dame mi dinero. -dijo Halsey tendiendo la mano.

Ashley le dió lo apostado y las clases continuaron tranquilas.
Me gustaba tener a Billie a mi lado 6 horas al dia durante 5 dias a la semana, la mayoria de las veces soli estar distraida en clase observando su perfecto perfil, luego ella se daba cuenta y con una sonrisa me decia que prestara atención.

-Anton, ven a mi casa hoy después de comer. -le dije a mi compañero de la derecha.

-Ahí estaré. -respondió el chico.

Cuando finalizaron las clases llevé a Billie a su casa con mi moto, me tendió el casco y como siempre se acercó y me quitó el mio de la cabeza para fundirnos en un lento y profundo beso.

-Algún dia me vomitaré encima con tanto amor. -dijo Finneas detrás nuestro.

-Joder Fin, qué susto. -dijo Billie sobresaltándose.

-Hola cuñada. -me dijo sonriente. Llevaba a su perro al lado, vendria de pasear.

-Hola cuñado. -respondí con una sonrisa. -Bueno nos vemos mañana. Te quiero. -dije volteándome a mirar a Billie, que tenia mi casco en la mano. Me lo dió y me dió un rápido pero tierno beso.

-Hasta mañana, te quiero. -se dió la vuelta y entró a la casa con Finneas. Algo molestoso le dijo porque vi que Billie le pegaba el hombro y se sonrojaba, mi chica era muy adorable...

Anton llegó antes de lo previsto y estubimos hablando sobre el tema de Prank y el video que vi en ese pendrive. Aún no le habia explicado el porqué queria dejar a la banda, así que lo hablamos todo.

-Puedo ayudarte, pero si nos pillan estamos muertos Alex. -me dijo cruzándose de brazos en la silla de mi escritorio.

-Lo se, pero debo hacerlo. Tengo que hacerles justicia. -dije mirando la foto de mis padres en mi pared.

-Eres mi mejor amiga, por ti dejaria la banda y dejaria de ganar dinero. Por ayudarte a hacerles justicia haria lo que fuera. Luego pues me buscaré un trabajo decente que ya va siendo hora. -me dijo con una sonrisa.

Me abalancé sobre el y nos fundimos en un bonito abrazo. Amaba a Anton, era como mi hermano y sabia que él aceptaria ayudarme.

-Mañana por la noche, a las 12. Te espero en el garage de Kane. -me dijo.

-Que empiece el espectáculo.