Capítulo 21: Lugar seguro

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Cuando les dí la noticia a la su familia no podian ser más felices en ese momento, lágrimas de felicidad brotaban por todos lados, y el doctor nos dió la bronca cuando vió a cuatro personas en una habitación donde solo puede haber un acompañante, pero cambió su rostro cuando Billie despertó.
La trasladaron a la primera planta, asegurándose antes que todo estaba en orden. Nos dijo que debia estar tres días ingresada para confirmar que todo estubiera bien después del coma y podria irse a casa.

-Tienes que ir a comer algo, y a dormir, mira que ojeras tienes. -me dijo Billie levantándo su dedo índice y pasándolo por mis negras ojeras.

-Es que no quiero separarme de ti. -le dije tomándo su mano, ella entrelazó nuestros dedos. Sonrió.

-Mira que me voy a enfadar eh. -puso cara de enfado, o bueno, eso intentó.

-No puedes enfadarte conmigo. -le saqué la lengua.

-Ahora enserio amor, hazlo por mi. Estaré más tranquila si vas a tu casa, te das una ducha, cenas y descansas. Por favooooor. -hizo un puchero.

-Aghhh, no hagas eso, sabes que no puedo decirte que no. -me acerqué y le dí un rápido y tierno beso en los lavios. Su sonrisa augmentó y me derretí de amor.

Vi que Billie apretó el botón rojo de su camilla, para que viniera una enfermera.

-¿Que pasa? ¿Estás bien? -pregunté preocupada.

-¿Todo bien Billie? -dijo una enfermera que apareció por arte de mágia a los pies de la cama.

-Por favor necesito que me den mis pertenencias, allí tengo mi teléfono, si puede ser... -dijo tímida, adorable.

-Enseguida. -la chica sonrió y se fué.

-No pongas esa cara, perdón si te asusté. -me dijo Billie. -Quiero el teléfono para poder hablar contigo.

Me miró a los ojos y se puso seria de golpe, nuestras miradas conectaron y me perdí completamente. El azul de sus ojos era un océano infinito en el que podias nadar y flotar, pero una vez entrabas no podías salir de allí, y yo no tenia intenciones de salir tampoco.
Alargó su mano hacia mi mejilla, cerré los ojos ante el contacto.

-Podía notar que estabas a mi lado cuando estaba en coma. -dijo, abrí los ojos y apoyé mi mano en la suya que tenia en mi mejilla. -Estaba muy agusto durmiendo, era muy raro... un sitio raro. Pero luego notaba tu presencia, no sé de que manera pero lo hacía, y intentaba con todas mis fuerzas despertar y decirte que te amo Alex. -sonreí como una tonta enamorada y acaricié su pelo. - Y sé que te sientes culpable de todo porque me lo has dicho mil veces pero quiero que sepas que por ti iría al mismísimo y no me importaría porque eres tu, y porque te amo.

No pude evitar dejar caer algunas lágrimas, sus palabras llegaron a mi corazón, y mi corazón le pertenecia a ella.

-No te puedes hacer una idea de lo que he sufrido por tu vida, por un momento pensé que te perdía, que ya no volveria a escucharte reir, que no podia volver a besarte... -agaché mi cabeza, pero ella agarró mi mejilla y me hizo mirarla a los ojos. Tenia una sonrisa preciosa en su hermoso rostro. -Te amo Billie, y estube a punto de matar a ese tio con mis propias manos, y lo hubiera hecho si no fuera porque llegó Prank, pero iba a matarlo si intentaba hacerte daño.

Agarró mi cara con sus manos y me acercó a ella, sus ojos bajaron a mis lavios y me besó.
Suspiré, volver a besar sus lavios era un milagro para mi. Su lengua pidió permiso, y nuestras lenguas se tocaron con cariño, lentamente y sin ninguna prisa. Todo lo malo habia pasado y nos teniamos la una a la otra, no podia ser más feliz.
Me quedaba sin aire pero queria continuar besándola, y así estubimos durante varios minutos hasta que apoyamos nuestras frentes y sonreimos como dos idiotas enamoradas.

**

Un mes habia pasado desde ese día, y Billie ya no tenia los puntos y su herida estaba apunto de cicatrizar.
Prank me llamó uno de esos dias, diciéndome que pusiera las noticias y vi como "el Socio" era condendo a 60 años de cárcel, osea moriria allí.  A Kane en cambio, no pudieron incriminarle en el asesinato por falta de pruebas pero también le caerian 40 años de cárcel por todo lo que encontraron en su garage, sabian de sus robos.
Lo celebramos en una cena todos juntos en casa de Billie, una cena estupenda y divertida. Mi madre y Maggie se llevaban muy bien, estaban casi todo el dia cuchicheando y paseando por la ciudad juntas.
Yo tenia que ir a clase, pero si no estaba en el instituto estaba junto a Bil, no me separaba de ella si no era por obligación.
Todo nuestro grupo de amigos supieron sobre todo lo ocurrido en cuanto le dieron el alta a Billie, y entre todos la entreteníamos por las tardes y la haciamos reir con nuestras bromas.

Era domingo, y mañana Billie ya podria venir conmigo en mi moto hacia el instituto.

-Maggie porfavoor deja que se quede a dormir. -le supliqué mientras ella y mi madre bebian café en mi casa. -Prometemos no llegar tarde, es más, llegaremos diez minutos antes.

Maggie puso cara pensativa mientras nos miraba a Bil y a mi.

-Está bien, pero tened cuidado en la moto por favor. -dijo Maggie.

Un gritito de alegria escapó por la boca de Bil y yo di unos saltitos. Subimos a la habitación y nos abrazamos.

-Menos mal, es que ahora me he acostumbrado a dormir contigo... -me dijo Billie escondiendo su cabeza en mi cuello.

-Y yo, necesito sentir tu olor -inhalé el aroma de su pelo sonoramente. -Necesito abrazarte. -la apreté más con mis brazos. -Y necesito ver esa cara de bebé que pones cuando duermes. -le dije pellizcando sus mejillas. Rió sonoramente.

-Yo necesito otra cosa, y en cuanto esto se cure -señaló su cicatriz. -La voy a conseguir.

-Uuuhh que será... -le dije dejándole un tierno besito en su nariz.

-Sabes muy bien qué es. -me dijo acariciando mi cintura.

-Está bien, está bien. No me toques así que no podré aguantar por mucho más tiempo.

Esa noche dormimos en la misma posición de siempre, escondí mi cabeza en su cuello y Billie me envolvió fuerte con sus brazos. Respiré su aroma, acaricié su mejilla, me abracé a ella como un koala, siempre vigilando de no tocar su casi sana herida, y mi corazón se volvió a llenar de felicidad.

No habia otro lugar más seguro en el mundo para mi que estar en los brazos de esa preciosa mujer.

When you opened your eyes | Billie EilishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora