-Está estable. -dijo el doctor. Solté todo el aire que tenia retenido en mis pulmones y mi madre me abrazó. La familia de Billie se cogió las manos. -Ha tenido suerte, el cuchillo no ha perforado ningún órgano. Pero perdió mucha sangre, y aunque la hayamos intentado despertar está en un coma indefinido, no sabemos cuando puede despertarse.
En mi cabeza sólo podia escuchar: "estable, coma, estable, coma, estable...". Queria verla, queria que despertara y ver esos hermosos ojos azules, pedirle perdón y decirle que la amo y besarla hasta quedarme sin lavios.
-¿Cuando podremos verla? -preguntó Maggie.
-En una hora, ahora debemos controlarla por un tiempo más y trasladarla a otra sala. En un rato volveré a salir, ¿de acuerdo? -dijo sonriendo.
Agradecimos al doctor y suspiramos del alivio que sentiamos, con la esperanza de que despertara pronto.
La hora pasó en casi total silencio, solo intercanviábamos algunas palabras.
El doctor volvió a salir y nos dijo que estaba en la UCI, y que podiamos entrar de uno en uno cada 15 minutos. La UCI estaba en la planta más baja del hospital, una sala fría y silenciosa donde sólo podia escucharse el ruido de las máquinas.
Maggie entró primero, luego Patrick y seguidamente Finneas. Cuando tocó mi turno el corazón me latía con fuerza, casi no podia respirar, necesitaba verla y escuchar el latido de su corazón.
Abrí la puerta y la vi, estirada en la camilla, con los ojos cerrados y su respiración calmada, como si estubiera durmiendo plácidamente. Habian máquinas y cables por todos lados, controlando absolutamente todo y unos tubos entraban por su nariz. Me acerqué con los ojos humedecidos, me senté en la silla del lado de la camilla y tomé su mano mientras acariciaba su rostro con mi mano libre, su fino y precioso rostro.-Hola mi amor, estoy aquí... estás aquí conmigo, te has quedado... -intenté reprimir mis lágrimas. -Tómate tu tiempo para despertar, pero prometeme que lo harás... necesito ver tus preciosos ojos. -dije sin poder apartar la vista de su rostro. -Todo esto es culpa mia... soy una persona problemática y difícil, y tu me quieres, estás enamorada de la peor persona del mundo... si no me hubieras conocido... -una lágrima resbaló por mi rostro, apreté su mano. -No te hubiera pasado nada... por favor perdóname...
Apoyé mi cabeza en su pecho, escuchando su tranquilo corazón, cerrando los ojos y permitiéndome recordar su sonrisa. Despertaria, lo sabia, tenia esperanzas.
Me pasé los 15 minutos apoyada sobre su pecho, acariciando su mano, mirando su rostro mientras acariciaba su plateado cabello, detallando cada parte de su cara. La culpa me consumia por dentro, me sentia mal, me sentia el corazón en un nudo al ver a Billie así.
Ya era de noche, mi madre y Maggie insistian en que me fuera a casa a darme un baño, pero no queria irme, simplemente no podia estar lejos de Billie aunque una pared blanca me separara de ella toda la noche.
-Por favor mamá, deja que me quede. Necesito estar aquí, necesito estar para ella si despierta. Por favor... -supliqué cogiendo sus manos.
Mi madre suspiró. -Está bien amor, quédate. Pero si me prometes que al menos dormirás un poco y que comerás algo. Ten. -me tendió un billete. -Compra algo para todos, ellos deben tener hambre también.
Asentí con una media sonrisa, me acerqué a la cafeteria y pedí cuatro bocadillos.
-Ten, necesitais comer algo. -le dije a Maggie tendiéndole los tres bocadillos.
-No tenias por qué Alex, pero muchisimas gracias. -me dió un tierno abrazo y los cuatro comimos contándonos alguna que otra historia para matar el tiempo.
-Si quieres puedes dormir junto a ella, el sillón se convierte en una especie de cama. Nosotros estaremos aquí. -dijo Patrick.
-Oh... no, no. Quisiera que uno de ustedes duerma cómodamente, enserio. Pero gracias igualmente. -le dije.
-Ni hablar, si despierta le dará mucha ilusión verte a su lado. Anda, ve. -dijo Maggie.
Abracé a esas tres adorables personas y me adentré en la habitación, no pude dormir, me pasé la noche hablandole a Billie aunque ella no pudiera oirme, me pase horas acariciando su cabello, mirándola a sus ojos cerrados, tomando su mano, acariciando sus nudillos. Eran las 7 de la mañana, en una hora vendrian a revisar las máquinas.
Estaba recostada sobre el pecho de Billie, con la silla lo más pegada posible a la camilla mientras sujetaba su mano.-Recuerdo la primera vez que te vi -le dije. -Estabas justo igual que ahora, dormida, soñando con a saber qué cosa, y no pude evitar observarte, ver tus facciones de cerca... Recuerdo cuando entraste por la puerta de clase, con tu ropa grande que solo te queda bien a ti, eras tan tímida... Por cierto, muerdes fuerte, la cicatriz aún la tengo. -reí bajito, mirándome marca de la palma de mi mano y volviendo a coger su mano. -También me acuerdo de la encerrona de Halsey... le dije que me gustabas y nos hizo besar en ese reto, nuestro primer beso... Nunca he estado enamorada de nadie Bil, y lo estoy profundamente de ti, te amo tanto...
-Eres adorable.
Me levanté de golpe, con los ojos abiertos como platos, llevándome las manos a la boca por la sorpresa, mis lágrimas comencaron a decender por mis mejillas.
-Billie... Billie! -grité emocionada. -Oh por Dios, mi amor... -acuné mis manos en sus mejillas, sus ojos estaban llorosos.
-Me dijiste... dijiste que me que-dara, y eso, eso he hecho. -le costaba hablar, pero una sonrisa apareció en su rostro y me hizo sonreir a mi.
-Shhtt... no te esfuerces. -dije acariciándo tiernamente sus mejillas y secando sus lágrimas. Ella levanó lentamente su mano y la puso en mi cara, limpiando con su pulgar mis lágrimas y haciéndome estremecer por su cálido y anhelado contacto. -Debo avisar a tus padres, dios... te amo Billie.
Hice el intento de separarme de ella para avisar a su familia pero su agarre me detubo.
-Espera... -susurró. -Soñé que me besabas, así que... be-bésame.
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When you opened your eyes | Billie Eilish
FanficAlex Miller (tu) es una chica de 17 años con una vida dificil. ¿Qué parasá cuando entre a robar a una casa, y se enamore a primera vista? Historia inventada por mi, contenido adulto.