When you opened your eyes | Billie Eilish

Epílogo

**unos cuantos años más después**

-¡Que cierres los ojos! -gritó Halsey irritada. -Sé que estás nerviosa pero creeme que yo lo estoy más y mi pulso está como la mierda y si te mueves Billie te rechazará en ese altar! -estallé en carcajadas ante su irritación, volviéndome seria completamente cuando sus ojos me fulminaron con la mirada.

Si, estaba a dos horas de mi boda y no podia estar más nerviosa que en este momento. El año pasado cuando acabamos la universidad y Billie acabó su tour por Estados Unidos, me subí al escenario en su último concierto de la gira y le propuse matrimonio frente a todos sus fans enloquecidos.
Billie comenzó a tomarse enserio lo de la música y una discografía firmó un contrato con ella, subiendo a la fama en un abrir y cerrar de ojos cuando la gente descrubrió a la octava maravilla del mundo, cautivándolos a todos con su hermosa voz. Finneas la acompañaba a todos lados, tocando el piano y la guitarra y la gente también lo adoraba. No era famosa como Rihanna, pero era muy reconocida y a sus 24 años se adentró en el mundo de la música pisando fuerte con su hermoso álbum: When we all fall asleep, where do we go?
Yo era la fan número uno, por supuesto.

-Listo, estás preciosa cariño. -dijo Halsey más calmada.

Mis ojos grises estaban perfectamente maquillados sutilmente y mis lavios pintados en un tono rosado suave.

-Gracias Halsey, de verdad. -dije admirándome en el espejo.

Mi cabello estaba recogido en un moño alto con unos mechones hondulados cayendo por mi cara.

-De nada mi amor, ¡Ashley! Tu turno! -gritó.

Ashley entró por la puerta con un estrés contagioso junto con Claudia, la esposa de Finneas. Se casaron el año pasado en una maravillosa boda y iban a tener un niño, Adam. Claudia estaba de 4 meses.

-Debo ir con mi preciosa novia, necesita ayuda con su vestido. -dijo Halsey refiriéndose a Sam.

-Recuerda, tienes que ponérselo, no quitárselo. -le dije con picardía guiñandole el ojo.

-Eso hay que discutirlo. -dijo lléndose a toda prisa por la puerta.

Una vez vestida, me miré en el espejo de cuerpo entero de la habitación de Ahsley.

-Tía, estás para comerte. -me dijo Claudia.

-Y que lo digas. -apoyó Ashley.

Mi vestido era blanco y largo, ceñido totalmente al cuerpo resaltando mis curvas, un largo velo caía por mi espalda y la parte de mi estómago era transparente.

-Me veo increíble, y jodidamente nerviosa. Gracias amores. -dije abrazándolas.

-No estés nerviosa, todos sabemos que Bil se muere por tus huesos y por tu culo. -dijo Ashley dándome una palmada en mi trasero. De repente se le humedecieron los ojos y comenzó a llorar abrazándome fuerte. -Dios mío, ¿cuándo hemos crecido tanto?

-Los años han pasado volando. -dijo Claudia uniéndose al abrazo.

-Os amo chicas, pero como me pongais sentimental arruinareis mi maquillaje. -dije intentando no llorar, Ashley tenia razón, ¿cuando crecimos tanto?

***

Me encontraba en la alfombra blanca y decorada con flores azules que daba paso a un hermoso y verde jardín de un restaurante a las afueras de Norwalk, apunto de empezar a caminar agarrada del brazo de Patrick.
Mientras caminaba sonriendo como nunca, vi a todos los asistentes sentados en los bancos blancos; Tay, Halsey y Sam, Ashley y su rollete llamado Thomas, Finneas y Claudia, Maggie, mi preciosa madre con lágrimas en sus ojos, y más amigos de la familia. Les sonreí uno por uno, caminando lentamente con un sonriente Patrick.
Acordamos con Billie que como le pedí matrimonio yo, yo la esperaría en el altar.
Me acomodé el vestido y me situé de pié mirando la entrada esperando la llegada de Billie.