Chapitre 9.

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~ 6 novembre ~

—¿Hueles eso, Adri? —aspiró de manera exagerada, ruidosa y con un ademán— Es la libertad que anhelaba. Jaja, no es cierto. Bueno, sí y no. Ya extrañaba salir.

—¿No estás acostumbrada a estar encerrada?

—Hmmm, sí y no. Es que... bueno, a veces me aburro y quiero salir a caminar, ¡algo! No sé, jaja.

—Sí, entiendo. ¿A dónde quieres ir?

—Hmmm... —tomó de mi brazo— ¿tú tienes un lugar que ver? —negué— Bueno, entonces, si no te importa, caminemos juntos y veamos que nos atrae, jaja.

De venir solo, me pasaría de largo hasta llegar a la tienda a la que voy, y de ahí, me voy sin mirar a más detalle. No me agrada pasearme solo por las calles, solo a lo que vengo. Aunque a veces hacia excepciones cuando comía un helado y caminaba de forma lenta con mis audífonos puestos para evitar que alguien me hablara, no por grosería, simplemente... no pretendía buscar socializar.
Ahora con Jeaninne, vamos a paso lento, por su pierna y porque le gusta ver en cada vitrina y contarme algo. Me agrada. Hacía mucho que no salía de esta forma a ver lo que había de nuevo, prestar atención a los turistas que pasaban a mi lado y hablaban. En algún momento de mi vida consideré ser guía de turistas, me agrada hablar con gente del extranjero. Pero, no me gusta hablar ante un grupo de personas y repetir lo mismo de siempre. No es lo mío. También eso de estar "cuidando" no me agrada.

—¡Ay, mira! —señaló hacia una tienda, algo en específico pero no vi— ¿me acompañas o me esperas?

—¿Necesitas de mi ayuda? Porque veo que hay mucha gente y no quiero estorbar.

—Hmmm, es cierto. Dame un minuto, voy a ver algo y regreso rápido. ¡No te escapes! Jaja, ya vuelvo.

Bueno, eso de que vuelve rápido no lo creo. Hay mucha gente ahí dentro, muchas chicas, sus novios esperando aquí afuera me da la sensación de que estaré como ellos. Bueno, podría ir a aquella tienda mientras sale. Usualmente solo veo precios y termino comprándolo en internet a un mejor precio o calidad. Cualquier lugar cercano es bueno para matar el tiempo.

—¿Qué ves? —llegó de sorpresa.

—Nada en específico. Solo veía para matar tiempo. ¿Qué fuiste a ver?

—¡Una linda blusa! —mostró la bolsa abierta— ¡Y estaba de oferta!

—Para ser sinceros, creí que tardarías más.

—Jajaja, pues no. La vi, busque en mi talla, la encontré, me gustó, me la imagine puesta y la compre, jaja. Así de sencillo. ¿Quieres seguir? —afirmé con la cabeza. Tomó de mi brazo y caminamos de nuevo— ¿Qué te gusta más? ¿Caminar por las calles o por un centro comercial?

—Me agradan las dos. Pero... creo que me inclino por la plaza. ¿Y a ti cual te agrada más?

—Hmmm... no lo sé. Me trae mucha nostalgia los centros comerciales. De niña, mis papás me consentían trayéndome a lugares así. Pero también, caminar por las calles me gusta porque me recuerda cuando venía con mi mamá. Recuerdo que cuando nos mudamos de Alemania a aquí, era lo que hacíamos todos los fines de semana, recorrer las calles de la ciudad. Y luego cuando regresamos a Alemania, era de ir todos los fines de semana con mi prima a los parques.

—Entonces... ¿Te gusta más las calles?

—Hmmm, no, ninguno de los dos. Me agradan más los parques, jaja.

—Bueno, si lo pones de opción me inclino mucho más por los parques o lugares naturales.

—Okey-okey. Haber, ¿qué te gusta más? ¿Naturaleza o ciudad?

La Vie en Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora