La Vie en Rose.

Chapitre 13.

~ 1 décembre ~

7:46 pm.

—Oye, Jany, no quiero romper el momento, pero... creo que Boss me empieza a odiar —señalé con los ojos.

Él nos miraba con sus pequeños ojos entre cerrados desde el otro sillón. Pareciera que irradia odio con esa mirada intimidante.

—¡Boss, tranquilo! Cómo le hagas algo a mi Adri, mira —amenazó con el puño—. Mucho cuidado y le hagas una de tus travesuras, eh —quedó en silencio, ni un maullido—. Auch, creo que si esta celoso, Adri... ¿Qué hacemos? —susurro.

—¿Y si le ofrecemos una lata de salmón?

—¡No! Ya comió mucho, le va a hacer daño.

—Entonces a la cuenta de tres salimos corriendo de aquí.

—Okey... una... dos... —sonó su teléfono para llamada y Boss se acercó a él— ¡Es ahora o nunca! ¡Corre, Adri!

Ella corrió a las escaleras y yo a la puerta. Como un perro que quiere jugar, Boss corrió hacia mí y dio un gran salto para llamar mi atención. Fingí que la puerta estaba atascada para ver su reacción, pero este se quedó quieto, mirándome, me puse de frente con él y este se puso en alerta, amenace con un paso hacia adelante y el corrió tan rápido para esconderse a la cocina.

—¡Jany! Creo que Boss quiere jugar.

—¡No le creas, es una trampa, una trampa maldita, de seguro fue por su armamento! —chilló desde el pasillo.

Fui hasta con él y estaba escondido entre las cortinas de la puerta qué dan a la terraza. Cuando lo descubrí el volvió a huir de mi hacia las escaleras.

—¡Va hacia allá! —amenace.

—¡No, por favor, Boss, ten piedad!

El teléfono de Jany volvió a sonar. Esta vez tome el atrevimiento de tomarlo y ver quien era.

—¡Jany, te habla tu mamá!

—¡Contestale y dile que estoy peleando con Boss! —escuche un forcejeo y los gruñidos de Boss— Aggg, ¡pequeña sabandija! No te tengo miedo —alejó de ella en un salto—. ¡Acércate, viejo, acércate!

Pude ver cómo Boss si se lanzó a sus brazos con un gran salto. Jany lo atrapó y fingió tener de nuevo el forcejeo con él para que la soltara. Boss si parecía que estaba peleando, dando algunas patadas y amenazando con morderla.

Un mensaje de su madre:

Mami:

Oye, mi niña hermosa
Ya estamos listos para la llamada
Me mandas un mensaje cuando estén listos.

—Jany, tu mamá pregunta por la video llamada.

—¿La llamada? —detuvo en seco la pelea con Boss— ¿La video llamada? —dramatizo sus palabras.

—Yo supongo que sí —encogí de hombros.

—¡Obvio que es esa, Adri, jajaja! Tú la pediste, aquí la tienes. ¡Boss! Ya fue suficiente de pelear. Vamos a hablar con tus abuelos, ¿okey? —este dio un maullido tranquilo— ¡Sí, baby, en un momento seguimos jugando! —respondió con un maullido— Jajaja, okey. Adri, ¿vas preparando la computadora en lo que me arreglo el cabello? Jajaja, porque si no, va a creer que me andaba peleando contigo... o algo peor —alcancé a escuchar.

—Claro que sí. Boss, ¿me ayudas, compañero? —saltó y caminó conmigo para bajarnos— Así que no estabas de celoso, eh, estabas aburrido —maulló—. Bueno, ahora que ya sabemos que significa tu cara te haremos más caso. ¿Y tú laser? Para seguir jugando mientras prendo aquí —estuve a punto de preguntarle a Jany cuando encontré su ratón y me pidió dárselo—. Todo tuyo, pequeño.