12 "Noche ardiente"

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Mientras miraba el retrato a la recordé una de las tantas noches que pasábamos juntos. Un día como cualquier otro, habíamos estado entre vendas, medicamentos y pacientes, al terminar de ordenar tanto como él y yo nos íbamos a dormir.

Obviamente sin antes una historia o una charla, y como se pueden imaginar, los dos estábamos en silencio cuando el inicio su relato. Esta charla en particular comenzó con un suspiro agotado.

_ya ha pasado mucho tiempo de conocernos, y este infierno continua._ dijo lamentándose. _sabes que desearía, poder librarme, plantarme y poder mostrarle a las personas quien soy..._

Me miro con pena reflejada en el rostro y continuo _no se si aguantare mucho tiempo. Hace mucho que tengo ganas de hacer algo, pero no es correcto..._ miro al piso _no para la sociedad..._

Sin entender que quería decir solté _sabes que te voy a ayudar en lo que sea. Sabes que puedo ayudarte en lo que sea_

El sonriendo dijo _¿y si esto fuera estar con un hombre? ¿si esto fuera escapar con un hombre?_

Al empezar a comprender lo que intentaba decir, respondí _si fuera por vos haría todo. Últimamente estabas muy distanciado de mi, y ya veo el porque. Benedict quizás estés confundido pero yo también te tengo cariño_dije mientras miraba con cierta expresión de cariño en el rostro

El sorprendido me miro, con un brillo particular y nuevo en su mirada pregunto _¿estas seguro?_

_si, aunque escapar no es nuestra opción ya sabes que nos matarían y los dos tenemos una larga vida por delante_

De repente se paro y se acerco a mi de tal manera hasta quedar a mi altura, y suavemente dejo un cálido beso en mis labios.

_lo necesitaba, te necesito, will te necesito_ susurro en mis labios. Y continuamente los beso.

Lo abrace y me deje llevar por el beso, y poco a poco nos desvestimos quedando tan solo con una delicada prenda en nuestras partes intimas. El siguió besando, y a medida que bajaba depositaba cortos besos a lo largo de mi torso.

Al llegar a mi pelvis se detuvo y dijo _¿estas seguro?_ a lo que enojado le sujete de sus rulos y lo empuje mas a mi cuerpo. Él con sus manos bajo la ultima prenda que impedía que nuestros cuerpos se juntaran.

Estaba excitado, y se notaba realmente, comenzó masajeando todo mi miembro, y cada vez que movía sus manos me excitaba mas y mas. Subía la velocidad de a poco hasta hacerme llegar al orgasmo.

Él se paro y de un tirón me bajo hasta su pelvis. Baje su calzoncillo y me encontré con una gran erección me pare y lo bese, me puso de espaldas y sin pensarlo penetro dentro de mi una y otra vez.

Seguimos así casi toda la noche, y a decir verdad fue la mejor noche que pude tener.

Soldado En GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora