Soldado En Guerra

24 "Cerca del destino"

Habían pasado varias semanas y nos encontrábamos en territorios de Polonia, en la ciudad de Bialystok. Esa era una de las paradas que teníamos antes de seguir, Mikhail por su parte había dejado de tener esos ataques de pánico y ansiedad. Y yo trataba constantemente de mantenerlo relajado, y atento al viaje.

En cuanto a Sherlock no tenia noticias de él por la complicación que teníamos en cuanto a las cartas. Cada noche le escribía una carta contando las noticias del día, o simplemente le relataba de historias que leía en el tren.

A pesar de que el viaje se había retrasado dando a una espera de llegar a Alikel, una tarde Mikhail se me acerco con intenciones de hablar.

_William, creo que nosotros debemos hablar. Se que no querías que te hablara de Benedict pero es necesario que lo haga antes de llegar a Alikel..._ lo notaba muy intranquilo, a lo largo del viaje el pelo del muchacho había crecido dando lugar a una cabellera extensa para lo común en un hombre y su tez había tomado un tono rojizo en los pómulos.

_Mikhail no es necesario, no estas cómodo diciendo estas cosas y yo no tengo que obligarte..._ había pasado tiempo y me había dado cuenta de que Sherlock debía tener sus antiguas relaciones y no tenia porque estar celoso, sabiendo que él quería estar conmigo.

_no William si es necesario. Yo necesito hablar sobre eso, él y yo jamás tuvimos relaciones, ni jamas correspondió a mi amor. Siempre se mostró frío ante mi, y necesito que lo sepas._ en todo momento él no me miro estaba incomodo y lo note.

_Mikhail, yo no siento enojo hacia vos. Mucho menos hacia Sherlock, él me relato de vos y su relación._ busque su mirada, intentando relajarlo. Al no encontrarla me levante en busca de mi violín.

_quiero que opines sobre esta pieza_ al terminar estas palabras comencé a tocar una melodía que Sherlock años atrás cuando había la escuchado por primera vez la describió como suave y relajante. Una melodía que lo recordaba a su pasado cuando su madre todavía habitaba en este mundo.

Mikhail me observaba y escuchaba la melodía que sonaban. Cuando esta terminó empecé con una que llevaba el nombre de Sherlock, esta era mas alegre y excitante para quien la escuchará. Seguía con una continuación más monótona y triste, llegando a las notas agudas y suaves que existían. Y terminaba repitiendo el comienzo con un poco mas de rapidez, en esa canción buscaba expresar su vida a grandes rasgos, con su frialdad y tristeza que lo protegía del dolor.

Su alegría y toque excitante que había en él, la belleza que tenia tan comúnmente. La delicadeza que tenia en su trato y la creatividad que lo caracterizaba en sus relatos. Era su melodía, esa que al escucharla pensaba en él. Era Sherlock en notas de mi violín, era él.

Mientras tocaba la pieza Mikhail me miraba contemplando cada movimiento que hacia con el brazo. Y al terminar estaba conmocionado, me miraba y podía ver a través de sus ojos verdes que le había llegado lo que deseaba expresar.

_¿que te pareció?_ dije afinando una de las cuerdas.

_es muy bella, es rara pero bella. Me gusta, me llena de alegría._ dijo con un tono alegre en su voz y en su mirada.

_dejemos el pasado atrás Mikhail, eso es lo que representa. La melodía es el pasado, el presente y el futuro, pero del pasado se aprende, el presente se vive y el futuro llegara tarde o temprano. Pero el presente es hoy y nos toca vivir esto. No hablemos mas de Sherlock, tu tendrás mas oportunidades, la vida te deparará muchas cosas. Ven vamos a comer algo, tengo algo de hambre._ esto ultimo era mentira pero debía sacar a Sherlock de su mente por la salud de él.