25 "El libro"

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Estando en Minsk los pasajeros podíamos pasar la noche en este pueblo. Teníamos la opción de estar la noche en tren o buscar uno de los tres hoteles que tenía.

Estaba en la habitación del tren, dispuesto a bajarme junto a Mikhail cuando este apareció y le dije:

_trata de no beber tanto alcohol, yo voy a pasar la noche en el tren. Si que me puedes encontrar allí, mientras voy a dar un vuelta._

En realidad esto era mentira, bueno parte de esto. Iba a dar unas vueltas en el pueblo buscando la forma de enviarle las cartas a Sherlock, en especial una. Cuando Mikhail se fue, aprecie el libro que tenía en las manos. La historia trataba de dos amigos, que viajaban por el mundo y disfrutaban de los paisajes y las travesuras que cometían juntos. Pero cuando tuvo que separase de este fue triste para los dos, con el paso del tiempo ellos se reencontraron. Ya viejos los dos charlaron de las increíbles hazañas que crearon historias que a su edad se pasaban de familia a familia.

Y seguro dirá ¿Cual es la conexión que existe entre esto y Sherlock? Ninguna esa es la verdad, aun así quería mostrarle esta historia que tanto me había gustado y atrapado. Era diferente a la elegancia de los poemas ingleses que uno oía en la calle y leía en los diarios, sin embargo era llamativa la forma en la que se cuenta la historia de estos dos personajes. Con el libro y un par de cartas mas, me levante y salí en busca de un lugar para hacer el envió.

La ciudad era mas grande que cualquiera de las que había pasado a lo largo del camino. Y era mas poblada, existían bares y tabernas cada tres o cuatro calles, que hizo que me llamara la atención pensando en la cantidad de alcohol que podía tener esa gente en el cuerpo. Eran alegres y disfrutaban de la vida, a pesar de las adversidades. Y pude notar eso en el día que estuve recorriendo la ciudad de Minsk.

Llegué a la oficina de correos, y me acerqué a la recepción. Cuando toque por segunda vez al ver que nadie me atendía, me dispuse a salir. Una chica dijo que esperara, me era una voz reconocida, una que no hasta hace mucho había oído por ultima vez.

_¿Lara?_ en mi rostro se podía apreciar la sorpresa que sentía por verla. _¿Que haces acá? ¿Y Giovanni?_ solté las preguntas sin siquiera respirar y ella solo se limito a reír.

Ella se acerco al mostrador riendo y dijo _Amor, te gane debes pagar la apuesta._ dijo de forma coqueta mientras Giovanni aparecía y se paraba al lado de ella.

_Maldito Benedict, y esa apuesta jamas existió linda. ¿Supongo que vas a enviar cartas, no? Y como es de esperar es para tu querido y amado "Sherlock"._ Giovanni se notaba alegre y burlesco, aún así no comprendía la burla con la que decía las palabras.

_pasame todo la correspondencia, yo se la haré llegar a Benedict. Que Lara te cuente lo que nosotros hacemos acá._ dijo y agarrando las cosas se fue.

Estaba shockeado, no esperaba verlos a ninguno de los dos. Tampoco comprendía que hacían acá, porque manejaban una oficina de correos, y que había pasado con sus cargos en el hospital. Lara se dio cuenta de que estaba lleno de preguntas y dijo:

_Ven a sentarte, voy a explicarte todo. Nosotros somos médicos como sabes, pero también mensajeros y ayudantes de Benedict. Lo hemos visto muy pocas veces, y nuestro rol también es cuidarte a pedido de él. Estamos acá porque somos la principal mensajería, nos encargamos de toda la información. Y se la enviamos a Benedict, aún así nosotros a futuro volveremos al hospital._

No comprendía nada de toda la situación, y cuando viera a Sherlock seria mas de una pregunta la que me tendrá que responder.

Soldado En GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora