32 "Muerte inesperada"

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Pasamos el resto del día en aquella cabaña hasta que mandaron a llamar a Sherlock. Cuando llego nuestro coche subimos y comenzamos el corto viaje (según lo que comentó Sherlock) a lo que sería la casa y lugar de trabajo de él. 

_Will, hay algo que debo decirte antes de que lleguemos si... Se que deseas trabajar, pero para mi me parece algo incorrecto o por lo menos por el momento. Quiero que te sientas cómodo acá en Alikel y por ahora te voy a dar las comodidades que necesitas_ acotó mientras se reía con una sonrisa burlona. _si quieres puedo mantenerte toda la vida._

Yo lo miré y como se me había hecho habitualmente con él era negar con la cabeza.

_Sherlock, no me parece justo pero debo hablar otra cosa con vos. Se que ahora somos los padrinos de la criatura que Lara lleva en el vientre, y Giovanni quiere arreglar una casa que heredó hace poco..._

_eso no es problema ya la mandamos a arreglar si te parece correcto._ dijo cortando mi relató.

_no había terminado._ molesto lo mire y el sonrió tímidamente. _él quiere volver a Florencia, y quiere poner sus propios consultorios. Me gustaría ayudarle en eso, si a vos no te molesta y ya que diste la idea no se si podes mandar a que los ayuden con las dos cosas..._ dije con cariño pensando en la criatura y con un entusiasmo que provocaba en mi los niños pequeños.

_Descuida voy a mandar hoy mismo a que comiencen a hacer eso, claro antes hay que hablar con estos dos italianos tercos._ dijo riéndose. Se encontraba de buen humor, al parecer había encontrado alivio después de tanto.

Sherlock físicamente había cambiado mucho desde que lo conocí, si bien la altura o el color de sus ojos eran rasgos que mantenía el resto se había modificado. Tenia el pelo mas largo y se apreciaban los delicados rulos que caían sobre su rostro, su piel tenia un tono algo pálido que supuse normal en estas tierras y lo que siempre mantuvo que me llamo la atención es su necesidad nata de estar afeitado, me provocaba risa verlo tan sumido en una profunda concentración cuando se afeitaba pero le daba un excéntrico aire de seriedad y poder que le otorgaba el respeto que le tenían sus pares.

Sin darme cuenta llegamos a una hermosa casa con una fachada llena de flores de diversos colores y las casas decoradas con pequeños cristales en el ventanal principal que daban una serena armonía al verse por primera vez. Él me toco el hombro despertándome de mis pensamientos y nos bajamos, yo lo seguí apreciando cada detalle se esta casa tan cuidada y decorada con cristales de diversos colores.

Caminamos hasta llegar a la puerta y un hombre que no pasaba en edad los cincuenta y siete años, dijo:

_Señor Sherlock hay un carta para usted, es del gobierno._ dijo esto ultimo en un susurro.

_Alfred, el muchacho es de confianza no tengas temor a expresarte en voz alta enfrente de él. Aparte él es mi pareja se quedara con nosotros..._ dijo alegremente Sherlock y tomó la carta que le daba el encargado de las llaves.

Entramos a la casa y él me condujo a una sala de estar que era lo suficientemente extensa, llena de libros y un escritorio decorado con una máquina de escribir. Seguido por unos sillones de un color marrón opaco y oscuro.

Ví como se sentó y como abrió la carta, yo estaba al lado de él y ví como si rostro se puso pálido. Apretó la carta en sus manos y se levanto bruscamente, tenia una licorera a los pocos metros y se acerco con furia tirándola. Yo me levante y le agarre del mentón, lloraba esa nota tenia algo que le había hecho doler. La agarre y la leí en voz baja, casi en un susurro:

_Señor Hank, lamentamos informarle que su ayudante mas cercano Mikhail Ivanov falleció en la misión que estuvo bajo supervisión del primer coronel del ejercito inglés. En algún tiempo llevaremos a usted las pertenencias que traía en el momento, tales como cartas o libretas que llevaba el joven. Le damos el pésame a usted, y lamentamos la triste pérdida._

Yo con la carta en las manos mire hacia Sherlock, estaba desbastado y se había sentado en el piso mientras lloraba. Me senté junto a él y lo abrace, estaba consternado si bien no conocía mucho a Mikhail yo lo consideraba un amigo de buen humor y una inconfundible falta de conocimientos musicales que hacían nuestras charlas mas duraderas. 

Soldado En GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora