33 "La boda"

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Como era previsto Giovanni y Lara se casarían un mes después de que llegáramos a Alikel. Pero con la tristeza que había en la casa decidieron postergarla por tiempo indefinido, Sherlock había caído en una profunda depresión al extremo de no comer  o querer beber agua. Todos estábamos decaídos pero él era quien mas le pego el fallecimiento de Mikhail, y era entendible, fue su mano derecha y lo siguió en sus locuras desde pequeño.

Con el tiempo y un extenso cuidado Sherlock fue recobrando la postura, poco a poco logramos sacarlo de la depresión, comenzó a ganar peso y su pelo comenzó a tener un tono morocho bien opaco tan característico de él, y en sus ojos se empezó a notar ese brillo que tenia por la vida.

Paso alrededor de un año y Giovanni y Lara con la autorización de Sherlock comenzaron a planear su boda, se preguntaran ¿y la criatura? Nació una noche helada de invierno, morocha y delicada como la madre con una sonrisa como Giovanni, trajo una alegría en el corazón triste y decaído de Sherlock. La preciosa muchacha se llamaba Irena, que significaba paz y quizá fue a lo que estaba destinada, porque nos ayudo a salir de la tristeza a todos.

Después de algunas semanas los padres de aquella preciosa bebe estaban en el altar, Lara vestía un vestido que dejaba apreciar la belleza que era su cuerpo. Caminaba junto a mi hacia el altar donde esperaba Giovanni con un traje negro y una corbata de moño con el tamaño justo para él.

_Will, ¿podemos hablar?_ dijo desde la puerta de la sala principal.

La noté dudosa y yo asentí con la cabeza, haciéndole un gesto para que se sentará en los sillones. Yo deje el violín en el estuche y me senté junto a ella:

_¿Lara que sucede? ¿Paso algo con Irena?_ pregunté temiendo lo peor.

La ví reírse y entre risas me respondió:

_La niña esta bien Will, es otra cosa lo que te quiero preguntar... Aunque no se si te gustaría..._ acotó con duda en sus palabras.

_Si querés que veamos si me gustaría o no tenés que preguntarme..._ dije riendome mientras la miraba.

_Quiero que me acompañes en el altar, ya sabes que no tengo familia y quiero entrar con vos... Vos diste el inició a la relación..._ dijo mientras disminuía la voz en cada palabra.

Yo la mire y comencé a reír, sonriendo negué con la cabeza diciendo:

_Lara con todo gusto te entregaré al altar._ dije sin dejar de sonreír.

Ella me abrazó y llorando no dejo de decirme gracias.

Cuando ya estuvimos enfrente al altar yo la abracé y la solté entregándola a Giovanni quien seria su marido después de la ceremonia. Luego se sitúe al lado de Sherlock quien estaba detrás de Giovanni, estaba de traje un poco mas opaco que del italiano, lo había mandado a hacer y se notaba, le gustaba apretado y a mi igual ya que dejaba apreciar sus brazos y su ancha espalda. Él era encargado de los anillos, él había comprado unas hermosas alianzas y se las había regalado.

Transcurrió la ceremonia en la iglesia como era habitual y luego fuimos en coches distintos a la fiesta que se haría en la misma casa ya que proveía de un extenso patio. Yo me había acercado a la mesa donde habían diversas copas y botellas de vino, y tome una de estas. Sherlock se acercó a mi, pude apreciar una sonrisa de su parte, él se situó a mi lado y dijo:

_ven acompañame quiero mostrarte algo._

Yo lo mire confundido y decidí seguirlo, pasamos por un pasillo el cual antes no había pasado. Él iba en silencio y sumido en sus pensamientos, yo iba en silencio y no comprendía a donde me llevaba. Llegamos a una habitación y ví que camino hasta el balcón, yo lo seguí y contemplé la hermosa vista, se podía ver todo el patio, y un campo lleno de flores.

_¿No te gustaría que nosotros estemos como ellos?_ dijo en voz baja, mirando a los chicos con cariño.

_seria bonito, pero nosotros tenemos un problema... ¿Quien lleva el vestido?_ pregunté riendo.

_si vos me decís con placer lo llevo yo._ dijo serio para luego reírse conmigo. 

_pero antes de eso Will, muchacho, te tengo que decir algo._ dijo sin reír volviendo a seriedad otra vez.

Soldado En GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora