Estaba Benedict enfrente mio cuando decidió sentarse en la cama. Yo me encontraba con bastante fiebre y estaba en condiciones extremas, me habían baleado en la pierna. El haber salido del campamento para buscar los medicamentos fue una treta* y cuando caí sentía la sangre correr.
Al llegar al hospital mi amigo se acerco con rapidez y vio mi pierna. Pidió a todos que se retiraran, una vez que no había nadie se acerco a mi, me miro de forma rara y dijo que dolería.
Yo solo sentí el dolor de como saco la bala e inmediatamente empezó a desinfectar y coser la herida. Me miraba y me pedía que hablara, que no dejara de hacerlo. Notaba la preocupación que tenia en su voz, en su mirada.
Pero en un momento el cansancio se fue apoderando de mi, no sentía las fuerzas para hablar y mis ojos se cerraron de a poco. Pero podía escuchar a Benedict que me decía que despertara, que le hablara, que hiciera un esfuerzo.
Su desesperación aumentaba mas y mas, y mi fuerza disminuía.
Así pasaron meses según lo que me dijo él después, por la perdida tan grande de sangre había caído en coma. Y pase menos de un año en ese estado, Benedict se rehusaba a dejarme morir, cada noche venia y contada sus historias. Y yo las oía una a una, noche a noche.
Hasta que una noche vino y cansado escucho a una enfermera
_Él ya no esta vivo, él no existe. Tenés que dejarle ir._ dijo la enfermera. _sabes que estoy para cuidarte, yo estoy para vos, incluso para darte amor como lo hacia él_
_Muerto no esta, él sigue aquí y no tienes porque tener que reemplazarlo porque es único_ dijo enfurecido, casi podía sentir el ligero cambio de color que sufrían sus ojos cuando estaba enojado. _ninguna prostituta hará lo que él sabe hacer, ahora fuera de esta habitación, a no ser que quieras ser despedida_
Yo oía cada una de estas palabras, me hizo sentir raro. Y no se porque abrí los ojos de repente, un cosquilleo se apodero de mi e intente levantar la mano. Intente manotear a Benedict cosa que no pude por mi falta notoria de fuerza.
Él se dio vuelta y me abrazo. Con algunas lágrimas me dijo:
_al fin estas de vuelta, no te iba a abandonar_ entrecortado dijo mientras sus ojos me miraban con deseo y desesperación.
Esos ojos se apoderaban de mi pero la falta de fuerza era mas grande. Lo miraba y quería decirle que escuche absolutamente todo y así sin pensarlo salieron las palabras:
_¡maldito estúpido, acaso no pensas lo que esa mujer nos puede hacer! ¿¡Acaso sos idiota Benedict!?_ dije con furia, sentía rabia y sentía que esta se apoderaba de mi ser.
Note como él cambio su mirada y se puso frío, se quedo pensando y luego me miro.
_Que bonito de tu parte, pase todas las noches desde que te internaron y no has sido capaz de decirme un simple hola_ dijo con un tono pícaro y burlesco en su voz grave. _dejame de llamarme Benedict, no me gusta que me llames así, suenas como el resto, y claramente no sos el resto. Usa el Stephen, solamente vos podes llamarme así, a nadie mas le daré esa confianza_ dejando un suave beso en mi frente _tenés que descansar, recuestate ya voy a traer algo para que comas, debes tener hambre_
Tenia una sonrisa en su rostro, aunque se apreciaban sus orejas algo marcadas, y algunas arrugas que le salieron con el paso del tiempo. Aun así el mantenía una belleza particular, en todo su ser, pero su mirada era la que mas me atrapaba, en ella veía todo lo que era ¿Stephen? _se me hace raro llamarte Stephen_ se escaparon las palabras en un susurro por lo bajo. Pero apreciaba el gesto que tuvo, él sentía amor por mi. Y yo lo amaba, no estaba todavía seguro pero lo que sentía por él, sabia que nos esperaban muchas cosas por delante.
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Soldado En Guerra
Ficțiune istoricăUn soldado que a lo largo de su historia conocerá y atravesara diversas situaciones que lo llevaran a su pasado y al futuro. Conocerá al amor que lo cambiará todo en él, y su pasado oscuro con el que lucha. Encontrará de vuelta a su pasado ¿Lo permi...